Oscar Figuera, secretario general del Partido Comunista de Venezuela, afirma que el gobierno de Nicolás Maduro «va en reversa» respecto al «acuerdo de transformación social y económica» y «el proyecto nacional liberador» de Hugo Chávez. «Los que dirigen al país no son socialistas, eso es mentira, y mucho menos comunistas», acusa, pero deja claro que el problema no es personal sino político, entre otras razones porque cuando los trabajadores protestan les mandan al Sebin y los ponen presos. «Gobierne quien gobierne, el pueblo tiene derecho a defenderse»
Elvia Gómez|@elviagomezr| TalCual
Oscar Figuera, diputado a la Asamblea Nacional electa en 2020 y secretario general del Partido Comunista de Venezuela (PCV) distingue el «miedo» del «temor». Cree que el primero no es posible cuando «se tiene dignidad», el segundo es inevitable «ante un poder que se ejerce con tal nivel de arbitrariedad» como sucede en el gobierno de Nicolás Maduro. De él opina que hace gala «de un antimperialismo acomodaticio» y con «falsedad».
«Si (Hugo) Chávez estuviera vivo les diría, por lo menos, fariseos«, afirma Figuera en una larga conversación con el periodista Vladimir Villegas en su espacio en YouTube Vladimir a la carta.
El PCV respondió en un comunicado, el 22 de agosto, al «capitán Diosdado Cabello» su «iracundo y visceral ataque» contra el partido que apoyó a Hugo Chávez desde 1998 y, luego, a Nicolás Maduro. Ahora, Figuera admite que no pueden estar «exentos de la necesaria autocrítica» porque llamaron a votar por el actual gobernante en las presidenciales de 2018.
Sobre las reavivadas acusaciones entre el gobierno y Rafael Ramírez, Oscar Figuera recuerda que él intentó, como presidente de la Comisión de Desarrollo Social Integral, citar al entonces ministro de Petróleo y Cilia Flores, presidenta de la AN para ese momento, le ordenó suspender esa comparecencia. «Ella no tenía nada que pedirme a mí, era decisión de ella suspender esa citación».
«Busquemos la traza histórica y veamos quién ha defendido a Rafael Ramírez; no ha sido nunca el PCV». «Nosotros ni apoyamos ni defendemos a Rafael Ramírez, lo que señalamos es que los responsables de lo que haga Rafael Ramírez y de mucho de lo que hace de manera impune Guaidó es el gobierno».
Asegura que «en sectores del PSUV» hay «un debate importante por la política de la cúpula».
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«No vamos a apoyar a Maduro»
Recuerda cuando el PCV apoyó a Rafael Caldera en las elecciones de 1993 y explica que la razón fue hacer uso del principio de «la cuña del mismo palo», que sirvió para romper con el bipartidismo al tiempo que apoyaban la política de liberar a los líderes del 4F y del 27N.
Pensando en el futuro próximo y un competidor electoral para 2024 que salga del propio chavismo, Figuera advierte que «siempre las cuñas del mismo palo son más peligrosas porque conocen esa madera, sus fortalezas y sus debilidades. En el marco de lo que sucede en Venezuela, el contexto internacional y el papel que juegan los Estados Unidos en nuestra política, esa es una posibilidad que surja de la misma madera una cuña que se enfrente». Sin embargo, subraya que para el PCV lo más importante es el compromiso programático.
«No vamos a apoyar a un candidato que levante la misma bandera de Maduro ni vamos a apoyar a Maduro si levanta las banderas neoliberales de hoy».
Desde febrero de 2018, cuando el PSUV y el PCV firmaron «un acuerdo unitario marco» no fue posible tener un nuevo encuentro para analizar la situación política nacional, afirma el diputado del PCV.
Dadas las malas relaciones que tienen con la cúpula del poder, Figuera advierte que si el Gobierno decide intervenir judicialmente al PCV «que lo hagan, no le vamos a rogar a nadie que no lo hagan; tienen el poder, pero sepan que eso no va a arrodillar ni a la dirección ni a la militancia del PCV, sepan que eso no va a evitar que sigamos actuando».
Entre las acciones que Figuera dice están «empujando» se encuentra «la reconstrucción de la CUTV», la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela. Dejó muy claro que están «desarrollando una política amplia de acción obrera, campesina y popular para enfrentar y derrotar el plan neoliberal del gobierno y del capital que se desarrolla sobre los salarios miserables y la violación de los derechos de los trabajadores, del derecho a la sindicalización, la violación al derecho a la convención colectiva, el derecho a huelga».
Criticó a funcionarios del alto gobierno —que no identificó por sus nombres— que se «horrorizan porque alguien llama a huelga». «¡Eso está en la Constitución, señores! Sí, tenemos derecho a la huelga en la Constitución y si las condiciones se presentan y ustedes no echan pa’trás, habrá huelga en este país en algún momento porque los trabajadores lograrán reagrupar sus fuerzas para defender sus derechos».
«Podemos hacer una campaña mundial contra Maduro»
Oscar Figuera adelanta que ha estado pensando «llevarme un megáfono» a la Asamblea Nacional donde, no obstante tener la misma representación que cualquier otro diputado, el presidente del cuerpo, Jorge Rodríguez (PSUV), no le da el derecho de palabra hace mucho tiempo.
Afirma, en referencia a la fracción minoritaria de la AN que no fue electa en la coalición oficialista, que «hay diputados de ese oposicionismo colaboracionista que se han acercado a mí para proponer al PCV crear una fracción distinta porque también en ese grupo les impiden el ejercicio de su propia existencia como diputados».
Consultado sobre cuál es la posición de otros partidos comunistas del mundo ante lo que sucede en Venezuela, Figuera aclaró que en el PCV «no nos la pasamos pidiéndole a los partidos comunistas del mundo que condenen a Maduro (…) No hemos hecho una campaña mundial contra el gobierno de Maduro. Podemos hacerla. Tenemos cómo hacerla. Hay gente que está dispuesta a ser parte de ella desde el exterior, pero no hemos creído que sea necesario aún hacer una campaña de esas características».
Afirma que «esta gente es mala», en referencia al Gobierno de Maduro.
«Esta gente dejó que el país se destruyera para poder, después, convencer al pueblo de que no había otra opción, de que había que vender todo. El presidente Maduro dijo, con su cara muy limpia hace dos años en la Asamblea Nacional, vanagloriándose de ello, que desde el 2013 al 2017 habían pagado 109 mil millones de dólares en el servicio de la deuda externa; pero no había real para reactivar a Pdvsa, no había real para desarrollar el campo venezolano. Entonces, pareciera que hubo un plan: destruir lo existente para poder, ya, en el nivel más bajo de la existencia del pueblo, convencerlo de que no había otra opción: hay que vender los muebles, hay que vender la nevera porque si no nos morimos de hambre; hay que vender la casa y nos metemos debajo de un puente. ¡Véndala!, porque la razón de la existencia es sobrevivir. Han manipulado eso».
Figuera varias veces se ríe de los argumentos del gobierno cuando los cita con ironía y los enumera con sorna.
«Voy a pelear con el imperialismo estadounidense pero dejo allá a Citgo (risas), con quien estoy peleando le dejo un bien fundamental. Estoy peleando con el imperialismo europeo, pero dejo mi oro en tal sitio. ¿En qué mente estratégica cabe que los bienes que voy a defender los voy a dejar en el territorio de mi enemigo?». Por eso insiste en que «hay un metadiscurso que intenta ser socialista y una práctica que es del capitalismo salvaje».
También se ríe de que desde el gobierno le pongan al PCV la etiqueta de «imperialistas» cuando «son ellos quienes concilian, quienes llegaron a un acuerdo de no tocar a (Juan) Guaidó».
«¿Por qué Guaidó sigue libre? Porque después de la guarimba de 2017 y la constituyente, donde se logra con la decisión del pueblo derrotar a los guarimberos, llegan a un acuerdo. OK, nosotros bajamos la guarimba, pero qué nos vas a dejar para seguir nosotros en el exterior. ¿Será Monómeros? ¿Será Citgo? ¿Y qué va a pasar con nuestro jefe? ¿Va a poder andar libre? El pueblo cada día se da más cuenta de eso, que esta cúpula gubernamental llegó a un acuerdo con la cúpula guadocista y con la oposición colaboracionista que está en la AN y por eso no tocan a Guaidó».
El Partido Comunista de Venezuela tiene previsto realizar, entre el 3 y el 5 de noviembre próximos su Congreso Nacional. El tema electoral, dice Figuera, debe corresponder a la agenda de la XVI Conferencia Nacional de 2023, pero admite que es un tema de discusión qué darán de cara a las elecciones que deberían hacerse en 2024.
«Haremos congreso en noviembre con decisión del TSJ o sin decisión del TSJ o del CNE. Seguiremos, a menos que nos metan en la cárcel. Vamos a hacer nuestro congreso con autorización o sin autorización. Somos autónomos. Nadie va a impedir que renovemos nuestra vida interna. Estamos discutiendo la actualización programática, la vida política, la realidad nacional».