El rector del CNE Roberto Picón explicó este lunes porque las condiciones que impuso el máximo árbitro electoral para recoger firmas para el revocatorio contra Nicolás Maduro son prácticamente imposibles de cumplir, al tiempo que destacó que según la constitución, solo hay una oportunidad para solicitar un referéndum para revocar a un cargo público durante el período para el que fue electo.
Anaisa Rodríguez./ ND
A su juicio, es «prácticamente imposible» que se active el revocatorio con el cronograma que publicó el CNE este viernes, por eso salvó su voto. «Desafortunadamente, se ha hecho una interpretación dentro del reglamento que acelera el plazo; y desde mi punto de vista hace prácticamente imposible que se active la última parte del revocatorio. Es matemáticamente imposible recoger las firmas en el plazo establecido con las máquinas que están dispuestas para ello».
«Tendrían que funcionar todas las máquinas a la perfección, procesando un elector cada 12 segundos sin interrupciones, sin errores y es prácticamente imposible, ya que dar a conocer los puntos, el establecimiento de contingencia para que una máquina si se echa a perder sea sustituida, etc. Es prácticamente imposible que esto ocurra o que se facilite el ejercicio del derecho a revocar que está en la constitución», dijo a Román Lozinski.
Asimismo, subrayó que el artículo 72 de la constitución es claro: «dice que para cada cargo habrá una sola oportunidad de referéndum por período. Durante el período no podrán hacerse 2 solicitudes, y esta fue emitida el lunes pasado y si no prospera este miércoles con el éxito del 20%, igual es la única solicitud y no pudiera haber otra más».
En sus palabras, las organizaciones promotoras del revocatorio deberían retirar la solicitud y «esperar a ver cómo se interpreta eso».
Picón estimó que el principal problema de todo esto, es que no existe una ley sobre revocatorios en el país y declaró «no existe la ley orgánica de referéndum que limite la discrecionalidad, si hubiera una ley hubiera límites, pasos obligatorios, garantías en cuanto a auditorias, pero eso no existe; y eso limita, por así decir, las posibilidades de éxito de esta garantía constitucional».
Antes de finalizar, lamentó que estas acciones por parte del CNE constituyan un «retroceso».
«Desafortunadamente es un retroceso con lo que logramos el año pasado, en cuanto a participación política de los ciudadanos en procesos electorales, al limitar la participación. Con razón, muchos actores van a sentir que hubo un retroceso y nos corresponde ver de qué manera construimos esto de nuevo».