Hay quienes aseguran que hacerse eco de este tipo de cosas lo que contribuye es a aumentar la exposición en las redes sociales de Nicolás Maduro. Puede que sea cierto y que eso lo haga sentirse complacido, pero no por eso se puede perder la oportunidad de señalarlo como el gran cínico que es. Para él ya comenzó la Navidad y no se le ocurrió mejor idea que mostrar en un video los adornos que puso en Miraflores.
Debe saber que cualquier cosa que hace o muestra genera mucha rabia entre los venezolanos que están tratando de sobrevivir a la crisis que él mismo ha generado, pero eso no le importa, de allí su cinismo. Entonces se preocupa porque hubo una caída en las redes sociales más populares y no sabe por dónde difundirá el video con el que pretende mostrar que la Navidad llegó a la casa de Misia Jacinta. Se pasea por los pasillos de la plaza central como si de verdad fuera su casa y habla con la primera combatiente como un esposo más.
No hace falta mencionar el mal gusto del asunto, sobre todo porque se les ocurrió pintar las columnas de la histórica casa de verde y de rojo. Lo que sí vale la pena destacar es que lo que pusieron como adornos centrales fueron arbolitos y venados, como cualquier casa de vecino, pero de Estados Unidos. No se ve por ninguna parte un pesebre, que es una de las tradiciones más bonitas de los venezolanos. Todo decorado según las costumbres del tan odiado imperio.
Y corre como un muchachito con juguete nuevo. Todo está perfectamente iluminado, los bordes de los muros con luces LED, los arbolitos con miles de bombillitos de colores y los venados con lucecitas doradas. Al fondo se oye el agua que cae de la fuente central. No puede negarlo, es la viva estampa de la abundancia.
Y por supuesto, el mensaje que él pretende dar con eso es que los venezolanos van a pasar la mejor de las navidades. No puede haber mayor burla. Que les pregunte a los zulianos si van a tener electricidad para prender el arbolito o a los caraqueños si van a querer una fuente como esa cuando las tuberías de sus casas están secas. ¿Cuántos van a tener dinero para adornar sus hogares, para pintarla como él lo hizo, para poner flores y cintas de colores? ¡Pero si no tienen ni qué comer!
Aunque los medios eviten hacerse eco de semejante video cargado de cinismo, esto va a dar la vuelta al mundo, porque tiene que quedar claro que mientras el gobierno chavista somete a los venezolanos a la peor de las hambrunas, a la mayor de las crisis, el presidente Maduro adorna con su primera combatiente los pasillos del palacio presidencial para celebrar ostentosamente la Navidad que le niega a su gente.