¿Qué efecto han tenido las sanciones económicas en Venezuela?

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El economista Leonardo Vera advierte que si bien las sanciones implementadas contra el régimen de Maduro han logrado golpear la industria petrolera y crear limitaciones al gobernante, agravan la crisis y no generan presiones importantes para un cambio político

Tal Cual

Las primeras sanciones económicas de Estados Unidos contra el gobierno de Venezuela datan del año 2017. Para entonces, el presidente Donald Trump emitió la Orden Ejecutiva 13808, resolución que aisló al Ejecutivo venezolano del sistema financiero de EEUU, con prohibiciones que abarcaron: transacciones, pago de dividendos y valores.

A partir de ese momento se fueron sumando más restricciones, impulsadas por el gobierno estadounidense y la Unión Europea, utilizadas como un mecanismo de presión para acorralar a Maduro e impulsar una transición hacia un cambio político democrático en Venezuela.

En este propósito, EEUU ha marcado la ofensiva e impulsado las sanciones más radicales, contra funcionarios específicos del régimen chavista pero también hacia sectores estratégicos de la economía venezolana.

En 2019 el alcance de las medidas extendió a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), el Banco Central de Venezuela (BCV), además de presionar a empresas no americanas que buscarán establecer las relaciones comerciales con Venezuela.

Golpean la economía y a los ciudadanos

La narrativa madurista pinta a las sanciones como la causa de la crisis del país en sus múltiples facetas: el declive de la industria petrolera, la crisis del sistema de salud, y la vorágine económica que llevó al 96,3% de los venezolanos a situación de pobreza, según cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi 2020)

En un artículo de opinión, el economista Leonardo Vera, recalca que las sanciones contra el gobierno venezolano, no son responsables de la crisis económica, ni de la emergencia humanitaria compleja, que atraviesa el país, pues estas venían gestándose en el interior del modelo chavista.

“Al cierre del año 2017 cuando aún no se sentía el peso de las sanciones económicas, la economía venezolana acusaba una contracción de casi 40 puntos del PIB, estaba siendo estrangulada por una horrorosa escasez de alimentos y medicinas originada en el torniquete que Maduro le puso al país con el control de cambios y de las importaciones”, escribió Vera.

El economista Leonardo Vera advierte que si bien las sanciones implementadas contra el régimen de Maduro han logrado golpear la industria petrolera y crear limitaciones al gobernante, agravan la crisis y no generan presiones importantes para un cambio político

Las primeras sanciones económicas de Estados Unidos contra el gobierno de Venezuela datan del año 2017. Para entonces, el presidente Donald Trump emitió la Orden Ejecutiva 13808, resolución que aisló al Ejecutivo venezolano del sistema financiero de EEUU, con prohibiciones que abarcaron: transacciones, pago de dividendos y valores.

A partir de ese momento se fueron sumando más restricciones, impulsadas por el gobierno estadounidense y la Unión Europea, utilizadas como un mecanismo de presión para acorralar a Maduro e impulsar una transición hacia un cambio político democrático en Venezuela.

En este propósito, EEUU ha marcado la ofensiva e impulsado las sanciones más radicales, contra funcionarios específicos del régimen chavista pero también hacia sectores estratégicos de la economía venezolana.

En 2019 el alcance de las medidas extendió a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), el Banco Central de Venezuela (BCV), además de presionar a empresas no americanas que buscarán establecer las relaciones comerciales con Venezuela.

Golpean la economía y a los ciudadanos
La narrativa madurista pinta a las sanciones como la causa de la crisis del país en sus múltiples facetas: el declive de la industria petrolera, la crisis del sistema de salud, y la vorágine económica que llevó al 96,3% de los venezolanos a situación de pobreza, según cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi 2020)

En un artículo de opinión, el economista Leonardo Vera, recalca que las sanciones contra el gobierno venezolano, no son responsables de la crisis económica, ni de la emergencia humanitaria compleja, que atraviesa el país, pues estas venían gestándose en el interior del modelo chavista.

Para el especialista, el indicador más claro del efecto que han tenido las sanciones en la profundización de la crisis, es la pronunciada caída en la producción petrolera.

“En los doce meses anteriores a las sanciones, venía cayendo a razón de 10 mil barriles/día cada mes. Luego de las sanciones de agosto de 2017, y por los siguientes doce meses, la caída promedio mensual subió a 53 mil barriles, pero en los dos primeros meses que siguieron a las sanciones contra Pdvsa, la producción cayó 130 mil y 240 mil barriles/día respectivamente”, refiere el economista en su texto.

En ese sentido, Vera recalca que, si bien son la desidia y el abandono, los principales responsables de la ruina en la industria petrolera, las sanciones disminuyen la capacidad de refinación, lo que se traduce en escasez de gasolina y diésel, que a su vez compromete la ya mermada producción de alimentos y finalmente afecta a los ciudadanos.

Para Leonardo Vera, el régimen de Nicolás Maduro ha desarrollado una gran capacidad de resistencia ante las sanciones, pese a los duros reveses económicos que estas le han generado a su gestión, porque ha sabido traspasar el costo de estas medidas a la gente y a su vez articular un relato donde Venezuela es víctima de EEUU.

“Sin recursos de origen petrolero, Maduro ha volcado toda su voracidad hacia el sur del Orinoco, donde mafias y organizaciones criminales depredan el mayor capital natural de Venezuela y venden una parte de la extracción a su gobierno. Maduro y su gobierno han sido arrinconados por las sanciones” económicas y en su fuga ha terminado abrazando al capitalismo, pero en la peor de sus versiones: clientelar y terriblemente inequitativo», sentenció Vera.