Para el Obispo de San Cristóbal, la crisis venezolana no se resolverá con elecciones si antes no hay un encuentro en el que participen todos los actores de la sociedad, incluyendo al pueblo. oficialismo y oposición deben escuchar las necesidades de la gente
Elizabeth Reyes | La Prensa del Táchira
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Mario Moronta, hace una contundente recomendación a los representantes del oficialismo y la oposición en Venezuela: el primer paso que deben dar el señor Maduro y el señor Guaidó, es convocar a un encuentro a los representantes de todos los sectores del país a escucharse, no a discutir, sólo a escucharnos. También pide que cualquier encuentro se haga en Venezuela.
Respecto a la situación de la frontera colombo- venezolana, asegura que lamentablemente con el cierre de los puentes internacionales se está promoviendo una cultura de la ilegalidad. Afirma que así como Colombia tuvo un gesto de buena voluntad al abrir los pasos, Venezuela debe hacer lo propio, y lo ideal sería retirar los containers.
Moronta hizo un llamado a las autoridades a no politizar el proceso de vacunación y a fortalecer el sistema de salud en beneficio de los ciudadanos. Asimismo, pide que los especialistas controlen la distribución de las vacunas, y ante las denuncias de corrupción en este proceso, dijo: «Es inmoral vender las vacunas».
Hay una nueva propuesta de diálogo ¿Qué opina de este nuevo puente que se lanza para lograr la salida a la crisis venezolana?
Primero tiene que haber un encuentro y eso significa ponerse de acuerdo en determinar cuáles son las coincidencias y diferencias. El encuentro no puede ser sólo entre los políticos, porque sabemos muy bien que los políticos están divorciados del pueblo. Tienen que incluir en ese posible encuentro a los responsables de los gremios, academias, universidades, representantes de la Iglesia y otros grupos religiosos, empresarios, gremios, estudiantes y todos quienes puedan participar. No es necesario ir a México, Santo Domingo u otro país para encontrarnos, eso significa más gastos y que es necesario que el diálogo sea afuera, porque aquí no somos capaces de encontrarnos. Es una oportunidad maravillosa para demostrar que tenemos un cambio de actitud. Si esto no se hace así, la palabra diálogo se convertirá en una palabra más fea que la peor de todas las groserías. Se debe garantizar que la persona que diga cosas contrarias a las ideas del otro, no serán perseguidas, maltratadas ni despreciadas.
¿Qué opina que gobierno y oposición tienen que ir a otro país para un diálogo? ¿Por qué no sentarse aquí? Porque no hay voluntad de cambio, de diálogo ni de escuchar a quien tenemos que escuchar. Si escuchas sólo a tu adversario político, tal vez puedas llegar a algunas negociaciones, pero a quien hay que escuchar es al pueblo. Vamos a escucharnos y después de dos o tres encuentros se puede llegar a dialogar sobre acuerdos importantes. La participación debe ser pa-ra aportar, no para exigir.
En agosto de 2020, la CEV emitió un comunicado llamando a participar en las elecciones parlamentarias. ¿Cuál es su posición frente al proceso electoral convocado para este 21 de noviembre?
En el 2020 lo que dijimos es que quienes llamaban a la abstención tenían que ofrecer una alternativa válida. Cosa que no se hizo. Solicitamos que ofrecieran una hoja de ruta y desde agosto de 2020 hasta ahora no hay nada, lo único que hay es que algunos quieren elecciones y otros un encuentro, pero fuera del país.
¡Qué sabroso!, vamos a tomarnos unos tequilitas en México… ¡No! Tómense el agua venezolana, no gasten dinero más allá de lo que hay que gastar. Se hizo una consulta y hasta ahora no ha habido nada, algunos escondieron la cabeza como el avestruz.
Si no tengo claro lo que le voy a ofrecer al pueblo, la sociedad, tampoco voy a estar claro en lo que voy a discutir en cualquier mesa de negociación. Los dirigentes del oficialismo y oposición, antes de sentarse de frente a negociar pónganse los dos de frente al pueblo y escuchen lo que la gente verdaderamente necesita, entonces otro gallo cantará.
¿Están dadas las condiciones para un proceso electoral?
Están dadas las condiciones para que se dé un encuentro. Primero un encuentro y diálogo sincero, donde no sólo participe la dirigencia política, que todos los sectores estén presentes.
¿Qué lectura le da al panorama político actual, un oficialismo atornillado al poder y una oposición que no termina de ponerse de acuerdo?
La gente camina, y los políticos están en la acera del frente, pocos se meten a caminar con ellos.
El papa Francisco dice que los políticos tienen que sentirse que forman parte del pueblo, si no es así no pueden servir al pueblo. ¿Qué lectura le da a la situación que se vive en la frontera colombo-venezolana, pasos por trocha y dominio de grupos irregulares?
La frontera no es sólo una línea divisoria, mientras la veamos así vamos a tener la tentación de ver al otro como un posible adversario.
La frontera es una cultura de integración y no de división. Cuando tenemos en cuenta eso no terminamos de entender nunca por qué se cierra la frontera, y ese cierre en nuestra región tiene una alternativa negativa y son las famosas trochas.
¿Con el cierre de frontera se está promoviendo la ilegalidad?
Se está promoviendo una cultura de la ilegalidad. Siempre ha existido el contrabando, pero una cosa es el contrabando y otra la ilegalidad para tener una normalidad de vida. Cuando se cierran las trochas por algún control o porque llueve y el cauce del río Táchira crece, hay zonas de nuestra frontera donde la gente pasa necesidad. La economía informal está siendo amparada por una ilegalidad reconocida por todos. Si los gobiernos de ambos países confiaran más en lo regional y pensaran más en la gente, se lograrían grandes acuerdos.
FundaRedes asegura que los jefes de la guerrilla viven entre nosotros. ¿Cree que el gobierno venezolano ha permitido la permanencia de estos grupos?
Habría que preguntárselo al gobierno y a los miembros de estas organizaciones y que den datos más precisos. Vivimos la experiencia de lo que ha pasado en Apure y da la impresión que la ley que manda es la del revólver. Cuando las fronteras no están garantizadas por las autoridades militares y policiales como debe ser, de lado y lado, se abre el espacio a grupos irregulares que tienen intereses.
¿Qué debe hacer el gobierno Nacional para atender la frontera?
Escuchar sin miedo a la gente que vive en la frontera y patea la calle, escuchar al campesino, al agricultor, al ganadero, al maestro, a la Iglesia, otros grupos religiosos y a quienes están haciendo un servicio. Hace falta mucha inteligencia y contrainteligencia, tratar de conocer lo que la gente piensa, necesita y busca.
Colombia abrió los puentes binacionales, mientras Venezuela insiste en mantenerlos cerrados. ¿Considera que es pertinente abrir en estos momentos?
Hay que hacerlo con prudencia, pero un gesto de buena voluntad de las autoridades nacionales es retirar los containers y llegar a un acuerdo con las autoridades migratorias de Colombia. Se necesita orden.
¿De qué manera la Iglesia Católica apoya a los migrantes en los diferentes países donde se encuentran?
La Iglesia en cualquier país de América Latina atiende a los migrantes. Es la única institución que no ha promovido la xenofobia, para nosotros todos somos hermanos, hijos de Dios. Eso no significa que la Iglesia no advierta, porque unos pocos se portan mal. Puedo garantizar que todas las ayudas que se han recibido, han ido en beneficio del migrante.
¿Qué mensaje le da a la Fuerza Armada represiva?
Les recuerdo la Ley de la Fuerza Armada, ellos juraron ante Dios y la patria defender al pueblo y no a una ideología política. ¡Que lo cumplan! Eso es lo que deben hacer los militares, defender al pueblo y no a un sector político.
¿Qué le espera a los venezolanos?
Si le preguntas a un pesimista, la oscuridad, pero si le preguntas a un mediocre que no quiere comprometerse, dirá aquí no ha pasado nada. Un corrupto dirá que no cambie nada porque pierde su ganancia, si le preguntas al pueblo cuál Venezuela quiere, dirá la que yo quiero construir. Y si le preguntas a una gente de esperanza: Venezuela va a depender de lo que yo haga, porque creo en la gente, en el futuro y en la posibilidad de construir. Todo esto nos lleva a una lectura muy interesante:
Esto no lo va a resolver un acuerdo en México, una decisión de la ONU, una amenaza de invasión o la llegada de rusos. Esto lo van a resolver los venezolanos.