El objetivo de la reunión de la que participó Nicolasito fue analizar el surtido de combustible, pero la reacción en la fuerza armada, y fuera de ella, no se hizo esperar
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Que haya pasado casi en silencio y sin que casi ninguno de los actores hiciera referencia a la reunión, por lo menos en sus redes sociales, indica que no hubo agrado en la reunión que la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Carabobo realizara con la presencia de Nicolasito, como llaman al único hijo varón de Nicolás Maduro Moros.
En un discreto tuit, para asegurarse de la poquísima difusión, la ZODI publicó la reunión con Maduro Guerra. En ella estuvo presente el mayor general Juan Duboulay Perozo, comandante de la Región Estratégica de Defensa Integral N°. 4 (REDI); el gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava; el general de división José A. Murga, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) N°. 45 Carabobo; José Ávila, secretario de Seguridad Ciudadana; la REDI central, además de directivos de Petróleos de Venezuela y dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela.
El fin de la reunión fue analizar el surtido de combustible, pero la reacción en la fuerza armada, y fuera de ella, no se hizo esperar. Más aún cuando el hijo de Maduro lo hace en el asiento central de la reunión, junto con uno de los generales y la máxima autoridad civil del Estado.
Sí hubo indignación entre oficiales retirados, se percibe con mayor énfasis en activos; en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), aunque muchas veces no lo parece, se ha percibido menos en los últimos años, y la formalidad importa. Por ello no es casual que la reunión no la mencionara ningún general, tampoco Lacava, ni siquiera Maduro Guerra.
Un teniente coronel dijo al respecto de esa reunión: “Realmente la fuerza armada ha perdido mucho. Hugo Chávez se encargó de ello, ahora Maduro quiere terminar el trabajo. Lo triste es que el cuerpo de generales lo permite; ellos, quienes fueron formados bajo una doctrina sólida de principios militares, y que de una forma u otra traspasaron a generaciones subalternas, ahora dejan que este tipo de situaciones ocurra”.
Se pregunta: “¿Qué méritos tiene Nicolasito para dirigir una reunión militar? ¿Cuáles son los conocimientos qué tiene? Simplemente lo dejan hacer eso porque este joven va con un discurso político desgastado y desorientado. El detalle está [en] que él es uno de lo que nombra los cargos de interés económico, por ello es la adulación que le hacen y permiten. Confieso que me da dolor como militar ver esa fotografía; lamentablemente hemos llegado a tocar fondo”.
Qué vergüenza
Nicolás Maduro Guerra es el único hijo varón del jefe del régimen venezolano Nicolás Maduro Moros. No es estrictamente hablando hijo biológico de la pareja presidencial, solo de Maduro, porque el matrimonio que tiene con Cilia Flores no procreó hijos juntos.
Un oficial dice: “Una profunda molestia por no decir otra palabra es lo que me causa ver a esos compañeros oficiales reunidos con ese muchacho, que está lejos de significar algún buen ejemplo para los soldados de la fuerza armada. No quiero descalificarlo porque no sepa hablar, no. Él no tuvo esa necesaria formación de familia, no estudió, y después le fabricaron un título. Los dueños de una empresa por departamentos distribuida en todo el país le llevaban damas de compañía para hacerle fiestas y luego conseguir contratos entre otros empresarios”, confiesa.
Un comandante de la aviación militar en Carabobo expresa su molestia con una palabrota, para después disculparse rápidamente. “Me da mucha rabia. Ayer mismo he tenido que lidiar con algunos subalternos que no tienen ni siquiera para darle de comer apropiadamente a su familia y quieren la baja. Y yo hablándoles de los sacrificios que debemos hacer, que pensemos en la patria, que las cosas pueden mejorar. O sea, dándole un discurso que yo mismo no me creo, pues. Lo hago porque necesito que no se desanimen más. Y cuando vi esa foto te confieso que lo que me provocó fue pedir la baja yo también”.
Por su parte, el general retirado Juan Antonio Herrera Betancourt expresó: «Por doctrina, en las reuniones de planificación, coordinación o programación en la Fuerza Armada, cuando es invitada una persona que no es militar, es porque está calificada como especialista y con un alto nivel de conocimiento y solvencia moral en el trabajo que se está realizando”.
Y agrega: «La lamentable reunión muestra a un grupo de militares atentos a las indicaciones de una persona que carece de capacidad profesional o conocimientos relacionados con la misión de la institución militar. Eso lo que demuestra es la pérdida del valor de la jerarquía y el sentimiento del verdadero profesional militar, de aquel que tiene una carrera con verdaderos méritos, para tener como guía a una persona cuya reputación está en entredicho, y sus méritos intelectuales y profesionales son desconocidos”.
“Es una vergüenza más en la conducción de la fuerza armada, y la lamentable pérdida del liderazgo”, finaliza el general Herrera.
El heredero
Hace un año, los Estados Unidos sancionaron al hijo del mandatario. Lo hicieron al considerar que “Maduro se apoya en su hijo Nicolasito y [en] otros cercanos a su régimen autoritario para mantener bajo su control la economía y reprimir al pueblo de Venezuela”, según dijo el secretario del tesoro Steve Mnuchin, a través de un comunicado.
Maduro parece que solo puede confiar en su hijo y en su esposa Cilia Flores. Cuando apenas ocupó la presidencia en 2013, colocó a Nicolasito al frente del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia, un cargo que inventó para él.
Un año después lo nombró también responsable de la Escuela Nacional de Cine, sin que nadie se explicara qué entendía el muchacho de eso. También lo incluyó como uno de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, que no tiene el poder que esperaba, porque no es reconocida como legal ni legítima.
Hace semanas, Maduro Guerra empezó la transmisión de foros por redes sociales e incluso la publicación de artículos cortos. Hace unos días transmitió a través de un espacio en Venezolana de Televisión, el principal canal de propaganda del Gobierno, lo que trajo consigo una arremetida en su contra, desde las filas del chavismo, con cientos de criticas porque se le hubiese quitado el programa al periodista Walter Martínez y, a la vez, se haya colocado en el horario del programa del periodista Boris Castellano a Nicolasito, heredero de Maduro Moros.