
Los precios del petróleo subieron el martes por quinto día consecutivo ante la expectativa de una posible restricción de la oferta mundial tras el anuncio de Estados Unidos de aranceles a los países que compran crudo venezolano. Sin embargo, los planes de la OPEP+ de seguir adelante con un aumento de la producción en mayo limitaron las ganancias.
Los futuros del crudo Brent subían 46 centavos, o un 0,6%, a 73,46 dólares por barril a las 10:23 GMT. El crudo West Texas Intermediate (WTI) estadounidense subía 41 centavos, también un 0,6%, a 69,52 dólares.
Ambos índices de referencia subieron más de un 1% el lunes después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara un arancel del 25% a los países que importan petróleo y gas de Venezuela. El petróleo es el principal producto de exportación de Venezuela y China, que ya está sujeta a aranceles estadounidenses, es su mayor comprador. «El petróleo se fortaleció tras las últimas medidas arancelarias de EE. UU., aunque las ganancias se vieron limitadas por informes de que la OPEP+ planea aumentar aún más la producción en mayo», señalaron analistas de Panmure Liberum en una nota.
El gobierno de Trump también extendió el lunes la fecha límite hasta el 27 de mayo para que la productora estadounidense Chevron (CVX.N) cierre sus operaciones en Venezuela.
La revocación de la licencia de operación de Chevron podría reducir la producción en el país en unos 200.000 barriles diarios, según analistas de ANZ.
Mientras tanto, la OPEP+, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia, probablemente mantendrá su plan de aumentar la producción de petróleo por segundo mes consecutivo en mayo, según informaron cuatro fuentes a Reuters, en un contexto de precios del petróleo estables y planes para obligar a algunos miembros a reducir el bombeo para compensar la sobreproducción anterior.
La semana pasada, EE. UU. impuso nuevas sanciones destinadas a afectar las exportaciones de petróleo iraní.
Trump también dijo que pronto se aplicarán aranceles a los automóviles, aunque indicó que no todos los gravámenes que amenazó se impondrían el 2 de abril y que algunos países podrían obtener exenciones, una decisión que Wall Street tomó como una señal de flexibilidad en un asunto que ha agitado los mercados durante semanas.