El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha lanzado un video promocional en el que se le ve disfrutando de productos pesqueros de Fukushima. Esta iniciativa surge como respuesta a las restricciones impuestas por China debido al vertido de agua contaminada de la central nuclear accidentada de la región.
El video, difundido por el gobierno japonés en las redes sociales, muestra a Kishida y a tres de sus ministros degustando una variedad de alimentos como lenguado, cerdo, arroz, verduras y frutas provenientes de Fukushima. El líder japonés comenta frente a la cámara que los productos marinos japoneses son «seguros y deliciosos».
La semana pasada, Japón comenzó a verter agua proveniente de los reactores dañados de la central nuclear de Fukushima-Daiichi en el océano Pacífico. Esta decisión ha generado preocupación en la industria pesquera japonesa, ya que temen que afecte la reputación de los mariscos del país.
En respuesta a esta operación, China ha suspendido todas las importaciones de productos marinos provenientes de Japón, a pesar de que la misma ha sido avalada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y de que, según el gobierno japonés, no representa ningún riesgo para el medio ambiente ni para la salud humana.
Esta situación ha generado tensiones entre ambos países, con incidentes como el lanzamiento de huevos y ladrillos contra la embajada japonesa en Pekín y contra escuelas japonesas en China. Además, empresas japonesas han reportado una ola de acoso telefónico proveniente de números chinos.
Ante esta situación, el primer ministro Kishida tiene previsto viajar al principal mercado de pescado de Japón en Tokio, para reunirse con representantes del sector y degustar nuevamente productos de Fukushima.
En Corea del Sur, también se ha llevado a cabo una demostración similar, en la que el presidente Yoon Suk Yeol y el primer ministro Han Duck Soo consumieron productos marinos en la oficina del gobierno.
Japón ha solicitado a China, su principal mercado de exportación de productos marinos, que levante la prohibición, advirtiendo que podría presentar una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El director del OIEA, Rafael Grossi, ha reiterado que el agua de la central nuclear de Fukushima es segura.