Selena Gomez, quien recientemente ha dado mucho de qué hablar por su participación en Emilia Perez, ha cosechado varios éxitos tanto en la música como en la actuación.
Sin embargo, la fama le ha traído varias complicaciones en su salud. En una entrevista con la revista Rolling Stone de 2022, la cantante compartió algunos detalles íntimos sobre su salud mental, sus altibajos emocionales y su proceso de recuperación, marcados por años de tratamiento y autodescubrimiento.
En dicha conversación, la famosa admitió que desde que cumplió 20 años “todo empezó a oscurecerse realmente” y estuvo en cuatro centros de rehabilitación mental.
La actriz contó que la situación inició con cambios de ánimo repentinos, los cuales podían durar semanas o meses y se caracterizaban por episodios de insomnio extremo y comportamientos impulsivos, como el deseo de comprar autos para todos los que conocía.
Sin embargo, esos momentos de euforia solían dar paso a períodos de profunda depresión y aislamiento, en los que no podía levantarse de la cama ni bajar escaleras sin quedarse sin aliento.
Selena Gomez estaba tan deprimida que las cosas simples como salir de la cama eran todo un reto para ella. (Zima)
“Empecé a sentir que no tenía el control de lo que estaba sintiendo, ya fuera realmente bueno o realmente malo. Comenzaba con depresión, luego pasaba al aislamiento. Después era simplemente que no podía moverme de mi cama. No quería que nadie me hablara. Mis amigos me traían comida porque me querían, pero ninguno de nosotros sabía lo que era”, expresó.
Asimismo, Selena Gomez explicó que sintió como si hubiera tocado fondo y varios pensamientos sobre el suicidio la invadieron. Aunque, ella dejó en claro que nunca intentó quitarse la vida, reconoció haber considerado esa posibilidad durante años: “Pensé que el mundo sería mejor si yo no estuviera allí”, dijo.
Por si fuera poco, la actriz señaló que mientras luchaba por encontrar una voz artística auténtica e intentaba dejar atrás su imagen asociada a Disney y adaptarse al crecimiento de sus seguidores, también enfrentaba conflictos internos por no cumplir las expectativas que tenía para su vida personal.
Selena Gómez intentaba encontrar su estilo propio en la música mientras luchaba con sus problemas mentales. (EUROPA ESPAÑA SOCIEDAD/UNIVERSAL)
“Crecí pensando que me casaría a los 25 años. Me destrozó no estar ni cerca de eso, no podía estar más lejos de eso. Fue una estupidez, pero realmente pensé que mi mundo se había acabado”, indicó.
Además, la artista describió la dificultad de compartir sus miedos con las demás personas y afirmó que en ese momento Taylor Swift era su única amiga verdadera de la industria del entretenimiento porque sintió que no encajaba en el “grupo de chicas cool” de Hollywood.
“Recuerdo sentir que no pertenecía. Sentía la presencia de todos a mi alrededor viviendo vidas plenas. Tenía este puesto y era realmente feliz, pero ¿Lo era? ¿Estas cosas materiales me hacen feliz? Simplemente, no me gustaba quién era, porque no sabía quién era”, contó.
Selena Gomez afirmó que Taylor Swift es su única amiga en la industria del entretenimiento. (Instagram/Selena Gomez)
En 2018, un episodio de psicosis la llevó a ser hospitalizada durante varios meses, tiempo en el que sufrió paranoia y desconfianza hacia los demás. Su madre se enteró del episodio a través de TMZ. Al salir de la psicosis, fue diagnosticada con trastorno bipolar, lo que le dio claridad sobre su comportamiento.
Pero la famosa enfatizó que todo esto también implicó enfrentarse a una serie de medicamentos y tratamientos experimentales, los cuales la dejaron “completamente perdida”: “Ya no había ninguna parte de mí que estuviera allí”, declaró.
Al tiempo, Selena Gomez fue con un nuevo psiquiatra que se dio cuenta de que estaba tomando muchos medicamentos que no eran los adecuados para su condición, así que le quitó prácticamente todos y, poco a poco, sintió que comenzaba a recuperarse.
Selena Gomez mejoró cuando cambiaron su medicación para la bipolaridad. (REUTERS/Mario Anzuoni)
“Realmente me guio. Pero tuve que desintoxicarme, básicamente, de los medicamentos que estaba tomando. Tuve que aprender a recordar ciertas palabras. Olvidaba dónde estaba cuando hablábamos. Me costó mucho trabajo aceptar que era bipolar, pero aprender a lidiar con eso porque no iba a desaparecer”, afirmó.
Incluso, la actriz confesó que la filantropía se convirtió en un ancla para ella. Hablar sobre temas sociales y políticos le brindó estabilidad y un propósito más allá de sus propios problemas. Gracias a ello, fundó el Rare Impact Fund, con la meta de recaudar 100 millones de dólares para promover la educación sobre la salud mental en escuelas estadounidenses y combatir el estigma asociado a las enfermedades mentales.
En 2019, Selena Gomez viajó a Kenia como representante de la Fundación WE. Durante su visita, recorrió escuelas que ayudó a financiar y, para registrar el viaje, invitó al cineasta Alek Keshishian, quien ya había trabajado con ella en proyectos anteriores.
Selena Gomez hizo que el director Alek Keshishian documentara su viaje a Kenia. (REUTERS/Mario Anzuoni)
El viaje marcó el inicio de un registro íntimo que se transformaría en un documental Selena Gomez: mi mente y yo, el cual se estrenó en 2022 a través de Apple+. Al regresar de África, Keshishian continuó filmando a la cantante en su día a día.
Pero, la pandemia comenzó, el lupus que ella padecía volvió a manifestarse, y su batalla con la salud mental persistió. A pesar de las dudas sobre si debía grabar ciertos momentos, la actriz lo alentó: “Estaba en su casa y ella estaba llorando. Sostenía mi iPhone y pensaba: ‘No sé si debería filmar esto’. Y ella me decía: ‘No, quiero que filmes esto. Quiero que filmes esto’”, relató el cineasta a Rolling Stone.
De hecho, la estrella entregó algunos de sus diarios personales a Alek Keshishian, permitiéndole entrelazar sus reflexiones en el desarrollo del documental. Con el tiempo, el proyecto evolucionó hacia un retrato más profundo de una joven enfrentándose a un diagnóstico reciente y navegando las primeras etapas de su recuperación, mientras intentaba utilizar su plataforma para generar conciencia y ayudar a otros.
Selena Gomez esperaba que su documental generara conciencia en las personas sobre la salud mental. (Apple TV+)
El documental refleja la tensión inherente a su situación: aunque busca inspirar con su ejemplo, Gómez reconoce que su recuperación es un proceso continuo. Incluso, Selena Gomez dijo que es consciente de que no hay un “otro lado” de la bipolaridad.
La posibilidad de recaídas, como el regreso de la psicosis o los retos asociados a su diagnóstico, es algo con lo que convivirá permanentemente. Sin embargo, destacó que su disposición a documentar estos momentos demuestra un compromiso tanto con su proceso personal como con el impacto positivo que busca tener en los demás.
“Sé que tiene un gran mensaje, pero ¿soy la persona adecuada para sacarlo a la luz? No lo sé. Quería que alguien dijera: ‘Selena, esto es demasiado intenso’. Pero todos decían: ‘Estoy realmente conmovido, pero ¿estás lista para hacer esto? ¿Te sientes cómoda?’”, señaló.
Selena Gomez no se sentía lista para lanzar su documental. (Apple TV+)
Finalmente, Apple+ organizó una proyección. Gomez no vio la película, pero sí vio la respuesta del público después. Vio el impacto emocional y sintió que estaba haciendo lo correcto: “Pensé: ‘Está bien, si puedo hacer eso por una persona, imagina lo que podría hacer’. Al final, simplemente lo hice. Simplemente dije: ‘Sí’”, puntualizó.
Por otra parte, Selena Gomez habló sobre el impacto que su diagnóstico de trastorno bipolar tiene en su vida cotidiana y en su futuro. Uno de los aspectos más difíciles para la cantante es la posibilidad de no poder gestar a sus propios hijos debido a los medicamentos que debe tomar.
La artista recordó un momento especialmente doloroso que sucedió después de visitar a una amiga que estaba intentando quedar embarazada. Después de la charla, ella se subió a su auto y rompió en llanto: “Eso es algo muy, muy importante y presente en mi vida. Sea como sea que esté destinada a tenerlos, los tendré”, dijo.
Con todo esto, la cantante describió un sueño que suele tener, en el que viaja cerca del agua y escucha voces que la cuestionan. Estas voces, según dice, la condenan sutilmente, preguntándole si ha aprendido la lección o si está haciendo demasiado o muy poco por mantenerse sana: “Creo que hay algo en mi trastorno bipolar que me mantiene humilde, de una manera oscura”, reflexionó.