SEMANA revela los planes para asesinar al presidente Iván Duque

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El atentado que sufrió el mandatario durante un viaje a Norte de Santander es el último episodio de una cadena de graves amenazas en su contra durante todo su mandato.

SEMANA

“Al presidente Iván Duque lo amenazan todos los días, a toda hora”. Esa lacónica frase es de uno de los miembros del cuerpo de seguridad del mandatario y revela el nivel de riesgo al que ha estado sometido desde que Duque llegó a la Casa de Nariño, en 2018. El más reciente episodio ocurrió en la tarde de este viernes cuando el helicóptero Black Hawk de la Fuerza Aérea (FAC) en el que se transportaba, acompañado de otras cinco aeronaves, fue impactado con seis disparos mientras cubría la ruta entre Sardinata y Cúcuta, en Norte de Santander.

Cuando estaban a punto de aterrizar, los ocupantes relataron que sintieron “un ruido como si un destornillador se hubiera metido dentro del motor de la aeronave”. Entonces la tripulación, conformada por oficiales de la FAC, mantuvo la calma y mediante los equipos de comunicación informaron al presidente que el helicóptero había sido atacado. A pesar de la emergencia, el aterrizaje pudo concluir satisfactoriamente, con toda la tripulación y los pasajeros ilesos y a salvo. “Lo cierto es que es un atentado cobarde, donde se ven impactos de bala a la aeronave presidencial. Una vez más reiteramos que como Gobierno no vamos a desfallecer un solo día en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo. Quiero reiterar ese mensaje. Aquí no nos van a amedrentar con violencia ni con actos de terrorismo. Nuestro Estado es fuerte”, dijo Duque.

El helicóptero presidencial UH 60 L recibió los impactos en las palas (hélices) del rotor principal. También cerca de la transmisión del rotor de cola. La aeronave, que cuenta con dos motores, es de las más usadas por su seguridad. En el vuelo, el presidente Duque iba acompañado del ministro de Defensa, Diego Molano; el ministro del Interior, Daniel Palacios, y el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano. El presidente dio la instrucción de realizar una investigación exhaustiva ante hechos notorios. Ordenó salir de Sardinata antes de lo previsto.

Sin embargo, se cree que hubo alguien que advirtió de esto a los delincuentes y que el mandatario iba a bordo del helicóptero gris de la FAC. ¿Quién sopló un dato de tan extrema gravedad y que puso en riesgo la vida del presidente? Al cierre de esta edición, los investigadores habían encontrado dos de los fusiles desde donde salieron los disparos contra el helicóptero presidencial. Fueron hallados entre la maleza en el barrio La Conquista, de Cúcuta, a 1,2 kilómetros de la pista del aeropuerto Camilo Daza.

En la noche de este viernes hubo una junta de inteligencia y la Fiscalía activó un plan envolvente de interceptación de líneas telefónicas en el área. Lo ocurrido en Cúcuta podría tratarse de una retaliación de narcotraficantes y de la extradición de cuatro guerrilleros del ELN a Estados Unidos.

UN HISTORIAL DE LAS AMENAZAS

Sin duda alguna, el presidente Duque es uno de los más amenazados en la historia reciente del país. Su cuerpo de seguridad y los organismos de inteligencia permanentemente investigan toda clase de planes para atentar en su contra. El 6 de enero de 2019 fue la primera vez que las autoridades detectaron un plan concreto para atentar contra el presidente. Ocurrió en Valledupar, donde hubo capturas e incautación de fusiles, antes de que el primer mandatario cumpliera un compromiso en la capital del Cesar. También en mayo de 2019 hubo una seria advertencia del fiscal general en ese momento, Néstor Humberto Martínez. Él le confirmó personalmente a Duque que en un encuentro que tenía previsto con la minga en el Cauca había listo un plan con dos francotiradores para asesinarlo. El presidente canceló la cita en ese lugar con los indígenas y quiso realizar la reunión en otro sitio, pero se negaron. Así que no hubo encuentro. En estos tres años también fue detectada la presencia de dos ciudadanos, un ruso y otro israelí, en territorio colombiano.

La información hablaba de un atentado inminente. Al percatarse de la inteligencia y filtrarse ante los medios, los mercenarios lograron huir del país por Venezuela. SEMANA conoció, por ejemplo, que durante el paro, el jefe de Estado tuvo una de las amenazas más graves en su contra. Fue justo cuando debió viajar extrañamente de madrugada a Cali y casi de manera incógnita.

Ese día, recibió en su despacho una información muy certera sobre una “gran asonada” en la capital del Valle y que consistía en cercar la caravana presidencial, inmovilizar los vehículos y secuestrar al mandatario y sus acompañantes. El plan era macabro y la inteligencia tenía razones suficientes para estar muy preocupada. Por esa razón, terminó recomendándole a Duque que no anunciara su viaje a Cali y que lo hiciera con la mayor reserva posible, justo cuando los colombianos dormían, después de un día de graves enfrentamientos y balaceras en la capital del Valle.

El mandatario aterrizó en la madrugada del lunes 10 de mayo, en la base aérea Marco Fidel Suárez de la FAC, con el más estricto protocolo de seguridad. Aunque algunos se atrevieron a criticarlo, pocos sabían las verdaderas razones por las cuales el presidente tuvo que hacer esa inusual visita en medio de la violenta toma a Cali.

Detrás del plan contra Duque estaban el ELN, las disidencias de las Farc de Gentil Duarte, Iván Mordisco y la Nueva Marquetalia.Jesús Santrich, el exjefe de las Farc que murió recientemente en un ataque armado en Venezuela, también tuvo en la mira al presidente Duque. Un video que se viralizó mostraba a Santrich prácticamente sentenciando a muerte al primer mandatario de los colombianos. “Memento mori (recuerda que morirás)… Duque, a todo marrano gordo le llega su diciembre”, fue la amenaza directa de Santrich contra el presidente, desde su escondite en Venezuela.

En otras informaciones conocidas por SEMANA, también se confirmó que la inteligencia, a comienzos del Gobierno, detectó un plan para atentar contra el mandatario, en el que una persona cargada de explosivos lo abordaría cuerpo a cuerpo en uno de sus viajes. Sin duda alguna, los principales enemigos que representan una amenaza contra Duque son el narcotráfico y sus comandos de muerte, representados en el ELN, las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y todas las derivaciones de los grupos armados que se dedican al negocio de la droga.

Si algo llama la atención de quienes manejan la seguridad del presidente es que todos los días llegan amenazas de muerte contra él, en las redes sociales y en cada aparición que hace en estas plataformas virtuales. Por esta razón, el plan de seguridad se ha reforzado no solo para protegerlo a él, sino a todo su círculo familiar.

Recientemente, la Presidencia hizo efectivas las pólizas del helicóptero Bell 142 accidentado en 2019 y adquirió un nuevo helicóptero AW-139 con sistema antimisiles. Los costos de esta nueva aeronave corrieron por cuenta de la aseguradora. La vida del presidente, en cualquier país, es un asunto prioritario y de seguridad nacional. Es necesario que los organismos de inteligencia y las Fuerzas Armadas lo cuiden y protejan. Mientras tanto, solo cabe la solidaridad con Iván Duque y el rechazo a los violentos.