Senado francés vota a favor de la anular de cualquier documento que utilice el lenguaje inclusivo

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El Senado francés, dominado ampliamente por la derecha, adoptó en la noche del lunes al martes una proposición de ley que pretende anular la validez de cualquier documento que utilice el lenguaje inclusivo promovido sobre todo por el movimiento feminista.

Por Infobae

Para que se pueda convertir en ley, la proposición legislativa tiene ahora que iniciar su tramitación en la Asamblea Nacional, donde la derecha no tiene la misma mayoría que en el Senado.

Los autores de este texto, que recibió el apoyo de 221 senadores, mientras que 82 se pronunciaron en contra (esencialmente de la izquierda), lo justificaron con el argumento de que “la escritura inclusiva constituye un freno a la lectura y a la comprensión” de los textos escritos.

En un comunicado, la cámara alta explicó que consideran que no sólo es imposible transcribir oralmente los textos que utilizan esa grafía, sino que dificulta la lectura y la pronunciación y, en consecuencia el aprendizaje del lenguaje.

Además, piensan que el lenguaje inclusivo constituye “una amenaza para la lengua francesa”.

También busca proscribir esta escritura -que utiliza entre otras cosas fórmulas neutras para evitar la regla tradicional del masculino- en la enseñanza.

La iniciativa parlamentaria pretende anular cualquier acto jurídico que estuviera escrito en lenguaje inclusivo, incluidos los contratos de derecho privado, y prohibiría su utilización en publicaciones de personas con cargos públicos o con una misión de servicio público.

La votación en la Cámara Alta de esta propuesta sucedió apenas unas horas después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, se hubiera pronunciado en defensa de las reglas académicas de la lengua frente a las del lenguaje inclusivo y hubiera pedido no dejarse arrastrar por las modas.

Macron, que inauguraba la llamada Ciudad Internacional de la Lengua Francesa, una nueva institución de promoción del francés en la misma localidad en que el rey Francisco I en 1539 impuso esa lengua en los actos administrativos en Francia, criticó las reglas cuya intención declarada es que nadie se sienta discriminado por utilizar un género con el que no se siente identificado.

Hizo hincapié en que en francés “el masculino hace el (género) neutro. No se necesitan añadir puntos entre las palabras o guiones u otras cosas para que se pueda leer”, en referencia a la escritura del lenguaje inclusivo.