Acercándose a los 350.000 casos, Sudáfrica iba en camino el sábado de rebasar a Perú y sumarse a los cinco países más afectados por el coronavirus, mientras que las altísimas cifras en todo el mundo demuestran que el regreso a la vida normal aún dista de verse.
AP / IMP
El número de casos confirmados de coronavirus en todo el mundo superó este sábado los 14 millones, con más de 600.000 decesos, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, un día después de que la Organización Mundial de la Salud reportó un nuevo récord diario de infecciones, con más de 237.000. Los expertos creen que la cifra global real de contagiados y fallecidos por el COVID-19 es mucho mayor debido a una serie de factores, incluyendo el acceso limitado a las pruebas diagnósticas.
Estados Unidos, Brasil e India encabezan la lista de naciones con más casos. India superó el millón de infecciones confirmadas el viernes, y en Brasil se superaron los dos millones de contagios, con 76.000 muertos, el jueves. Y a medida que los países tratan de mitigar los confinamientos, se producen nuevos brotes de casos.
La reubicación de Sudáfrica dejará a tres países latinoamericanos en los lugares siguientes de los países más afectados del planeta por la crisis de salud: Perú, México y Chile, en los puestos sexto, séptimo y octavo respectivamente.
El presidente de Irán anunció sorpresivamente que hasta 25 millones de iraníes podrían haberse infectado, informó el sábado la agencia estatal de noticias IRNA. Hassan Rouhani citó un nuevo estudio del Ministerio de Salud que no se ha hecho público. Irán ha visto el peor brote en el Medio Oriente, con más de 270.000 casos confirmados.
Sudáfrica estaba punto de convertirse en el quinto país más afectado por la pandemia cuando el mundo celebra el Día de Mandela, en honor al primer presidente negro de Sudáfrica y su legado de lucha contra la desigualdad. Sin embargo, el país sigue siendo el más desigual del mundo, y los funcionarios de salud han advertido que la pandemia lo dejará al descubierto más que nunca.
“El simple hecho es que muchos sudafricanos son blancos fáciles, porque no pueden cumplir con los protocolos de la Organización Mundial de la Salud para mejorar la higiene y el distanciamiento social”, dijo la fundación del exarzobispo sudafricano y premio Nobel de la Paz Desmond Tutu y su esposa Leah en un comunicado.
El nuevo epicentro de Sudáfrica, la provincia de Gauteng, alberga a una cuarta parte de la población del país, y muchas personas pobres viven en condiciones de hacinamiento. Los casos del país representan aproximadamente la mitad de todos en el continente africano. Sus problemas son una señal de alerta para otras naciones africanas con menos recursos.
Por otra parte, India reportó el sábado 34.884 nuevos enfermos de coronavirus, que elevaron el total nacional a 1.038.716, mientras los gobiernos locales siguen decretando nuevas cuarentenas para zonas de alto riesgo en todo el país, sólo permitiendo suministros esenciales de alimentos y servicios de salud.
El Ministerio de Salud confirmó además 671 fallecimientos en las últimas 24 horas, para un total de 26.273. La tasa de recuperación se redujo ligeramente al 62,9%, agregó. Las autoridades indias dijeron que examinan más de 300.000 muestras de casos sospechosos al día.
Alrededor de una decena de estados, incluyendo Maharashtra, Tamil Nadu, Bengala Occidental y Assam, aislaron zonas de alto riesgo, donde solo funcionan el reparto de alimentos esenciales y los servicios de salud.
En China, el número de casos confirmados en un nuevo brote de COVID-19 en la región occidental de Xinjiang ha aumentado a 17.
En Bangladesh, los casos confirmados superaron los 200.000, pero los expertos dicen que el número es mucho mayor, ya que el país carece de laboratorios adecuados para las pruebas. La mayoría de las personas en las zonas rurales han dejado de usar mascarillas y están abarrotando los centros comerciales antes del festival islámico de Eid al-Adha a finales de este mes.
Y en Gran Bretaña, los científicos están echando agua fría sobre las esperanzas del primer ministro Boris Johnson de que el país pueda salir del encierro y volver a la normalidad en Navidad. El epidemiólogo John Edmunds, miembro del Grupo Científico Asesor del Gobierno para Emergencias, dijo que el regreso a la normalidad prepandémica está “muy lejos, desafortunadamente” sin una vacuna contra el virus.
Gran Bretaña ha registrado más de 45.000 muertes por COVID-19, la más alta en Europa.