Las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno de transición de Siria lanzaron hoy una operación en la provincia de Tartus contra milicias afines al depuesto dictador Bashar al Asad, tras los violentos enfrentamientos ocurridos ayer en la región.
La agencia oficial Sana informó que la operación «neutralizó» a miembros de estas milicias, que se cree están compuestas por exmilitares y leales al antiguo régimen. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) reportó «detenciones» en relación con los enfrentamientos en Jirbat al Maaza, donde catorce soldados del nuevo gobierno perdieron la vida.
El Mando de Operaciones Militares, una fuerza compuesta por facciones sunitas que derrocaron a Al Asad el pasado 8 de diciembre, anunció el envío de refuerzos a la zona costera. Se cree que muchos leales a Al Asad, incluyendo figuras prominentes del antiguo régimen como el exgeneral Suhail al Hasan, se refugiaron en áreas rurales tras la caída del régimen.
Los enfrentamientos y la posterior operación militar ponen de manifiesto los desafíos que enfrenta el nuevo gobierno de transición para consolidar su poder y garantizar la seguridad en un país marcado por años de conflicto. La presencia de milicias leales al antiguo régimen y las tensiones sectarias representan una amenaza latente para la estabilidad de Siria.
Acerca del nuevo gobierno de transición de Siria:
El nuevo gobierno de transición está liderado por el Organismo de Liberación del Levante (HTS) y cuenta con el respaldo de Turquía. Asumió el poder tras el derrocamiento de Bashar al Asad el 8 de diciembre de 2024.