Sonreír de último, Por Gustavo Tovar-Arroyo

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“Reír es una manera de nacer”
Octavio Paz

La sonrisa solar
No puedo mentir he vuelto a sonreír, no se trata de una sonrisa histérica o nerviosa, tampoco de una sonrisa cínica, no, hablamos de una sonrisa iluminada por el más meridiano y espléndido sol de nuestro siglo. ¿Y qué es el sol en una nación que aspira a liberarse de una tiranía? Su pueblo sonriente, esto es, liberado. Esa sonrisa solar la comienzo a apreciar en el rostro unánime del venezolano; en tu rostro y en el mío.
Mi gran conspiración (que es nuestra), por lo que me persigue y teme la tiranía es que al final me río de ellos en su cara, con desprecio.
Y mi burla contra Chávez –y su despreciable Chavismo– es imperecedera.

La reserva espiritual
Siempre, a cada luchador que conocí desde que iniciamos esta cruzada por la libertad contra el chavismo, le hice ver y entender que lo que nos convoca en esta hora trágica es una lucha espiritual. Sonará trillado pero no lo es: en Venezuela se enfrenta el bien contra el mal, donde lamentablemente el mal ha logrado mantenerse porque ha conquistado –comprándolos, corrompiéndolos, doblegándolos– a quienes representan el bien.
Dos tragedias nos marcan: una, el no entender que estamos ante una lucha espiritual; la otra, que algunos de los nuestros se han dejado conquistar por el mal.
Lo importante es que tú y yo permanecemos incólumes, somos la reserva que triunfará.

La magnitud de una sonrisa
Cuando hablo del mal es el mal, no mariqueras esotéricas, el mal que en el chavismo lo componen todas las fuerzas oscuras de la postmodernidad: narcotráfico, corrupción, trata humana, terrorismo de Estado, crimen organizado y común, guerrilla, fundamentalismo islámico e ideológico, comunismo, psiquiatría, despotismo, esclavitud. Hay varios más, pero con los mencionados tenemos suficiente para entender nuestro reto. No ha sido fácil ni lo será. Sin embargo, tú y yo seguimos.
¿Puedes entender la magnitud de la sonrisa que marcará nuestro rostro cuando hayamos derrocado a la tiranía?
No olvidemos que nuestro fusil contra ellos es la ética y la moral.

María Corina Machado
La oposición ha fracasado en su lucha contra los tiranos (el mal) básicamente porque se ha dejado conquistar por ellos. No una vez, miles de veces. Cuando se dialoga o negocia (Caracas o Noruega), cuando no se respeta la voluntad popular en una elección y se transa con la tiranía (Capriles 2013) o cuando algunos reciben limosnas del régimen (abierta o encubiertamente) y se alían con su dañina voluntad desciframos la causa de nuestras irrepetibles caídas.
A decir verdad, la reserva ética y la coherencia también existe en la política, ahí está la admirada María Corina Machado mostrando que en la batalla espiritual la mujer es fundadora.
Mi comentario no es una recriminación, es una reivindicación.

El chavismo interno
Sonreiremos de último, sí, pero sonreiremos mejor. Porque somos espíritus de bien y, sin mariqueras esotéricas, entendemos que con cada acto cotidiano que lo confirme confirmamos también nuestra fuerza. Venezuela requiere esa renovación ética y moral que le permitirá transitar desde el oscurantismo medieval chavista hasta el sueño de libertad que nos inspira. No es ni será fácil, luchamos contra la maldición más ruinosa de la humanidad. Hay que combatir.
No es tiempo de líderes, es tiempo de próceres. Esa categoría nos pertenece porque a pesar de todo no hemos cesado. Tú y yo no hemos cesado. Ni cesaremos. Nuestro destino es la libertad.
Y ello pasa por salir del chavismo que algunos llevan dentro…