Stalin González: Lo electoral no es una opción más, el voto es lo que va a tumbar a Maduro

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Stalin González cree que la oposición debe luchar por condiciones electorales y reconoce que se han cometido grandes errores que de no corregirse los llevarán al abismo

Xabier Coscojuela @xabiercosco / TalCual

“Lo electoral tiene que ser un objetivo estratégico, no una opción más bajo la mesa”, afirmó el diputado Stalin González, quien considera que se han cometido importantes errores que de no corregirse llevan a la oposición agrupada en el denominado G4 “directo al abismo y tenemos que cambiar el rumbo de esto”.

González fue el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional durante el año 2019 y acompañó al diputado Juan Guaidó en la política implementada desde el Parlamento durante todo ese año. Hoy cree que hay que luchar por lograr condiciones electorales que le permitan a los venezolanos decidir, libremente, su futuro.

Desde la dirección política del G4 se había acordado avanzar todo lo posible en la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral que debía haber sido elegido por la Asamblea Nacional, precisa González, quien agrega que el Gobierno se sienta con la oposición pero no negocia, sino que pretende imponer sus condiciones.

Les señala, a quienes integran la administración de Maduro, que realizar elecciones en las condiciones que ellos pretenden no va a resolver el problema político de Venezuela y que solo se profundizará el aislamiento del Gobierno y la pobreza de los venezolanos.

Luchar por condiciones
-Tras las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia de nombrar la directiva del Consejo Nacional Electoral y después intervenir los partidos Acción Democrática y Primero Justicia y la amenaza de una decisión similar sobre Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, ¿las posibilidades de participación electoral del llamado G4 están ya definitivamente canceladas o hay todavía alguna posibilidad de que la ruta electoral sea utilizada por ustedes?

–Esta es una opinión muy personal. Creo que hay que luchar porque haya elecciones en Venezuela. Es evidente que en las condiciones que están ahorita, con los grandes obstáculos que ha puesto el régimen sobre la designación del CNE -impuesto por el Tribunal Supremo de Justicia- y el robo de las tarjetas de los partidos, es difícil. Y no, no parece haber condiciones. Yo creo que es la lucha por lograrlas.

Creo que lo que demuestra esto es que el régimen le tiene mucho temor a que la gente opine. Le tienen mucho temor al voto en una elección libre y eso tiene que ser nuestra bandera. Tenemos que tener la elección como objetivo, que los venezolanos puedan decidir votar libremente. Seguir exigiendo que los venezolanos podamos votar.

–Pero esto pasaría entonces porque el Gobierno, a través de su TSJ, le restituyera a los partidos sus legítimas autoridades y eso no parece que lo vaya a hacer, porque el Gobierno está basando su estrategia en fomentar la abstención y dividir a la oposición

–Sí, tiene razón, pero hacer una elección o un intento de elección o fraude así, no va a resolver el problema. Creo que aquí hay que entender los aliados que tenemos, los aliados internacionales. Esa fortaleza que tenemos de la comunidad internacional es para presionar una salida política, un acuerdo. Quienes primero hablaron fue la Unión Europea. Igual lo han hecho los Estados Unidos y el Grupo de Lima.

Yo creo que hay que valorar hasta dónde la comunidad internacional nos ayuda y presiona para que haya una salida política, para que haya un acuerdo. Pensar que la comunidad internacional nos ayuda y presiona para otra salida, creo que ahí se ha tenido el error y se ponen las expectativas donde no es. Tenemos que apalancarnos en la fortaleza que tenemos, que la Comunidad Europea, Estados Unidos y buena parte de América nos apoya para seguir presionando por una salida política.

-Entiendo que dentro del G4, antes de todos estos acontecimientos, ya había factores que no estaban de acuerdo con la salida electoral a menos que incluyera elecciones presidenciales. Esa información seguramente la tenía el Gobierno y movió sus fichas precisamente para darle más argumentos a quienes dentro del G4 no querían la salida electoral.

– Sí, bueno, eso es un debate interno. Nosotros la decisión que teníamos era avanzar en lograr un Consejo Nacional Electoral equilibrado, que era la fórmula del 2 2 1. Esa fue la decisión de la dirección política, avanzar en conseguir un Consejo Nacional Electoral equilibrado y que luego hablábamos del tipo de elección. Ojo, nosotros entendíamos que el régimen hablaba de Parlamentarias, pero nosotros no íbamos a renunciar a nuestro derecho de exigir la presidencial. Esa era la decisión de la dirección política y así estábamos trabajando.

–Pero esas conversaciones con el Gobierno se dieron por lo que entiendo, ¿cree que dentro del Gobierno hay sectores que están dispuestos a negociar, o simplemente simulan que están negociando y después hacen lo que les da la gana?

–Hicimos todo el esfuerzo, todo lo que nos tocó hacer por lograr un CNE equilibrado y además nombrado por la Asamblea Nacional, cuidando la forma que fue al final lo que el régimen no quiso.

Yo creo que, como se los he dicho, ellos siempre están dispuestos a sentarse pero a negociar pareciera que no. Ellos deciden y después quieren imponernos su decisión y ese no es un acuerdo político y no es una negociación. Creo que ellos sienten que ganaron. No estoy diciendo que sea lo que está pasando. Por ejemplo, ellos se sienten que hoy están más fuertes, que hoy, y después de los eventos de Macuto, lograron articular y condensar a la Fuerza Armada. Sienten que el liderazgo de este lado está debilitado. Eso es lo que ellos sienten y por eso toman esas decisiones.

Creo que esas decisiones son erradas, porque al final las formas son importantes. La forma en cómo se nombró ese Consejo Nacional Electoral es importante y ahí dentro del régimen, ellos saben que hay gente que no está de acuerdo en eso, que hay oficiales de la Fuerza Armada que no están de acuerdo con eso, que viven el día a día. ¿Porque para qué quieren hacer esa elección? No nada más porque constitucionalmente toca, sino porque hay un problema en el país, Venezuela está hoy pasando por una crisis. El mundo está pasando por una crisis económica. Venezuela mucho más, esa elección así no la va a resolver. Vamos a seguir estando fuera al sistema financiero, fuera de cualquier garantía para que pueda haber inversiones. Eso va a ser más sufrimiento, más pobreza, más desigualdad.

Evidentemente que allá adentro hay gente que no está de acuerdo. Ahora nosotros tenemos que hacer todo el esfuerzo y que siempre hay que sentarse y sin miedo. Que se enteren de nuestra versión directamente y buscar hablar con todos los actores y los grupos del régimen, que se enteran por nosotros nuestra visión del país y de nuestra visión de cómo resolver esto.

Los errores pasan factura
-¿Usted no cree que es verdad que la oposición está más debilitada hoy que hace año y medio? Las encuestas dicen que tiene menos respaldo popular, ni siquiera puede despachar desde la Asamblea Nacional después del asalto del 5 de enero. Su situación se agravó tras el Macutazo. Ese debilitamiento se basa en hechos reales.

–Maduro sigue siendo el personaje con menos popularidad en el país y el chavismo, como fuerza política, está entre el 20 y el 25 por ciento, según las encuestas. Ninguno de los problemas de la oposición ha hecho fortalecer al régimen en términos de popularidad o de crecimiento. Su fortaleza hoy es que la oposición está dividida, que tiene un liderazgo desgastado. Ahora pasó a la pregunta. Yo sí creo, hay que reconocer, y yo creo que es parte del debate que tenemos que hacer para avanzar y poder decidir los próximos pasos, hay que reconocer que nos equivocamos, que la ruta que se planteó no se cumplió. Le decía a alguien en una reunión que hace un año la dirección política tomaba una decisión y la mayoría de la gente la acataba y la seguía.

Hoy se hacen anuncios y generan debate, porque no se tiene claridad de cuál es la ruta. No me gusta hacer públicos los debates internos, pero tiene que haberlo. Seguir avanzando y creer que lo que se hizo está bien, es un error. Vamos directo al abismo y tenemos que cambiar el rumbo de esto. Y se han cometido errores y hay que reconocerlo. Si no reconocemos que se han cometido errores, que la ruta no tuvo el resultado que queríamos vamos a seguir profundizando el error.

-Pero por lo que me está diciendo, entiendo que dentro del G4 hay quienes creen que hay que mantener la ruta, que la ruta es aceptada y que simplemente hay que insistir en ella.

-Sí, hay quienes creen en eso, yo no estoy de acuerdo. Cuál es nuestra mayor fortaleza, la comunidad internacional, y esa comunidad internacional te apoya porque el 20 de mayo no hubo elección y reconoce las decisiones de la Asamblea Nacional porque fue electa por 14 millones venezolanos y tiene una legitimidad de origen.

Ahora esa legitimidad tiene una fecha de vencimiento que es el 4 enero del 2021. ¿Qué vamos a hacer, el apoyo internacional va a ser igual si se toma la decisión de prorrogar el período de la Asamblea? Eso son cosas que se dicen y se creen, que yo no creo que vayan a ser así. Tendremos que retomar esto. Por eso yo creo que aquí tenemos que luchar por condiciones. Aquí quien va a tumbar a Maduro es el voto de la gente. No otra cosa. Aquí tenemos que lograr que los venezolanos podamos expresar nuestra opinión en una elección.

–Guardando las distancias, ¿la oposición está hoy otra vez en el 2005 en vez del 2015?

–Sí, creo que son condiciones distintas, pero si está hoy pareciéndose más al 2005. Yo creo que hay que entender una cosa. Ayer yo estaba en un programa de radio me dijeron que ya son 20 años de gobierno chavista, si es verdad, pero nosotros no tenemos 20 años siendo mayoría. Aquí somos mayoría clara desde el 2015. Es distinto decir tengo 20 años siendo mayoría a decir tengo cuatro años siendo mayoría, la cuenta es distinta. Yo creo que ese es un punto que hay que tomar en cuenta para la toma de decisión.

–El Gobierno sabiendo eso, se saben minoría, saben que hay un rechazo enorme de la población y que en el corto plazo no lo van a poder revertir, apela a lo que dijimos al principio la abstención y la división. Entonces, ¿qué alternativa tiene el G4, o los que dentro del G4 quieren participar si el Gobierno no revierte la decisión que tomó el TSJ con los partidos?

–Yo creo que la discusión no es participar, la discusión es seguir luchando, cómo luchamos y en qué terreno luchamos. Yo creo que el país y los venezolanos, desde la crisis de 1989, han demostrado que usan el voto como rebeldía, que se usa el voto castigo a quienes lo hacen mal, así ha sido la historia desde el 89 para acá. Después del estallido del 89 y los golpes del 92, la gente salió a votar y el bipartidismo sufrió un duro golpe porque la gente votó. Evidentemente, como el régimen sabe eso, hace todo lo que hace para que la gente no pueda votar. Entonces, yo creo que la discusión es cómo luchar, cómo seguir luchando. Rendirse no puede ser un camino. Esperar que un tercero venga, no creo que sea la solución. Nosotros tenemos que definir y lograr una elección como objetivo estratégico, no como una opción más bajo la mesa, que es lo que se ha dicho en el último año o año y medio. Tenemos que lograr que los venezolanos puedan elegir libremente y si ponemos eso como objetivo y ponemos a la gente de primero, vamos a lograr un resultado distinto.

–¿Pero cómo lograr que la gente pueda votar si no tienen partidos por los cuales votar?

–Por eso digo que hay que luchar por condiciones. Ahorita no hay las condiciones. Luchemos por lograr condiciones, por restituir los partidos, por lograr quitar las inhabilitaciones, por lograr que se abra el Registro Electoral, por lograr que el sistema funcione, por lograr que haya un CNE equilibrado. Ahí está de alguna manera la lista de condiciones. Establezcamos la ruta para lograr esas condiciones.

-¿Cuáles serían los pasos que debe dar la oposición para iniciar esa ruta?

–Lo primero que hay que hacer es reagrupar y reorganizar a quienes pensamos distinto al régimen. Creo que hay mucha gente que hoy se siente que está desorganizada, que tiene opinión y no tiene dónde expresarla. Creo que nosotros tenemos que revisar, no nada más las decisiones políticas que hemos tomado, sino las decisiones organizativas, cuál es nuestro acercamiento con la ciudadanía. Hoy la dirección política está alejada de la gente. Incluso del Frente Amplio, de la sociedad civil que no están al Frente Amplio, de los partidos que no son parte del llamado G4. Tienes que ir a un reencuentro con la gente, ojo en corto tiempo, un plan de tres semanas, un mes. No tenemos un año para hacer esto.

-¿No se han planteado la alternativa utilizar algún partido que esté legalizado para pedir el voto a través de ese partido?

-Hay un debate anterior a ese. Decir esas estrategias no nos ayuda, porque alerta al régimen y va a inhabilitar a todo el mundo. El primer debate es que lo electoral tiene que ser un objetivo estratégico, no una opción más bajo la mesa, ese es el primer debate que hay que dar.