Tatuajes ordinarios hicieron que venezolanos fueran identificados como pandilleros y deportados, según abogados

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En esta fotografía proporcionada por la oficina de prensa de la presidencia de El Salvador, guardias penitenciarios trasladan a presuntos pandilleros venezolanos, deportados de Estados Unidos, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca, El Salvador, el domingo 16 de marzo de 2025. (Oficina de prensa de la presidencia de El Salvador vía AP)

Una corona sobre un balón de fútbol, Un globo ocular que “se veía cool”, Flores; esos son algunos de los tatuajes ordinarios que los abogados defensores dicen que ayudaron a llevar a la repentina deportación del fin de semana de aproximadamente 200 hombres venezolanos que están acusados de ser miembros de la despiadada pandilla Tren de Aragua.

El presidente Donald Trump ordenó que los hombres fueran expulsados de Estados Unidos y enviados a una prisión de El Salvador en virtud de una ley de guerra del siglo XVIII que permite deportar a quienes no son ciudadanos sin el debido proceso.

La proclamación emitida por Trump argumentó que la ley de tiempos de guerra se aplicaba porque la pandilla está “perpetrando una invasión” de Estados Unidos.

La mayoría de los abogados han rechazado este argumento y han señalado que el Gobierno no ha presentado pruebas que demuestren que los hombres son miembros de bandas. Los hombres fueron expulsados del país antes de que pudieran reunirse con sus abogados.

En algunas bandas latinoamericanas, los tatuajes son señales de pertenencia, siendo los tatuajes faciales del grupo salvadoreño MS-13 quizá los más conocidos. Sin embargo, los expertos dicen que los tatuajes no son fundamentales para el Tren de Aragua. También señalan que los tatuajes, enormemente populares en todo el mundo, a menudo no son más que arte corporal.

Las autoridades estadounidenses han dicho que los agentes no se basaron “únicamente en los tatuajes” para identificar a los miembros de la banda antes de los vuelos del fin de semana. Pero abogados y familiares dicen que los tatuajes se utilizaron repetidamente para argumentar que los hombres pertenecían al Tren de Aragua.

Por ejemplo está el caso de Jerce Reyes Barrios, de 36 años, cuyo abogado defensor afirmó en una declaración jurada que las autoridades lo identificaron como miembro de una banda en parte por un tatuaje de una corona sobre un balón de fútbol y la palabra “Dios”.

Reyes Barrios, sin embargo, había sido jugador profesional de fútbol y eligió ese tatuaje porque la corona se parecía al logotipo de su equipo favorito, el Real Madrid, dijo su abogada, Linette Tobin, en la declaración.

La abogada incluyó una foto del tatuaje en la demanda.

La corona se parece mucho al logotipo del Real Madrid.

AP

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