Taylor Swift termina 2024 en el punto más alto de su carrera. La cantante que inició su trayectoria en el género country ahora se consagra como un fenómeno cultural cuyos récords han pasado a ser parte de la historia de la industria.
El pasado 8 de diciembre Swift culminó en Vancouver (Canadá) ‘The Eras Tour’. La gira que recorrió los cinco continentes en casi dos años se convirtió en la más lucrativa de todos los tiempos al recaudar algo más de 2.000 millones de dólares.
Su música no solamente fue un éxito en estadios de todo el mundo: fue la artista más escuchada en Spotify por segundo año consecutivo al obtener en esa plataforma de «streaming» más de 26.600 millones de reproducciones en 2024.
Además, el reconocimiento no solo ha sido de parte del público; Swift, de 35 años, es una de las cantantes más reputadas entre sus pares en la industria, algo que ha logrado a través de sus casi dos décadas de carrera artística.
En la última edición de los Grammy se convirtió en la primera artista en ganar en cuatro ocasiones el galardón a álbum del año y de cara a la de 2025 se ha posicionado como la primera mujer en la historia en tener seis nominaciones en esa categoría.
Los récords no han parado; el 12 de diciembre Swift también se coronó como la artista más laureada en la historia de los premios Billboard Music Awards, organizados por una de las publicaciones musicales más influyentes a nivel mundial, al acumular 49 galardones en toda su carrera.
Por si fuera poco, en 2024 la cantante también presentó nueva música. En abril, la autora de ‘Blank Space’ develó su undécimo álbum de estudio, ‘The Tortured Poets Department’, que le otorgó el título a la primera cantante de la era moderna en publicar siete álbumes que vendieron al menos un millón de copias cada uno en una sola semana.
Y como era de esperar, su vida personal y su postura política también estuvieron en el ojo público. La cantante inició una relación con Travis Kelce, jugador de fútbol americano de los Kansas City Chiefs, lo que, de manera involuntaria, la convirtió en una de las figuras centrales de la Super Bowl LVIII.
Su icónico beso cuando el equipo se coronó campeón frente a los San Francisco 49ers quedó grabado para siempre en la historia de este evento deportivo.
La cantante también intentó tener una influencia en las elecciones estadounidenses de noviembre al respaldar por medio de una extensa publicación en Instagram a la candidata demócrata Kamala Harris, aunque finalmente resultó vencedor el expresidente republicano Donald Trump.
Si bien todavía es incierto lo que le depara a Swift el 2025, aunque lo normal sería tomar un descanso tras dos ajetreados años, no hay duda de que su séquito de seguidores seguirá rastreándole los pasos.
EFE