El doctor en Ciencias Políticas Pedro Itriago Camejo planteó este viernes tres cosas que tienen que pasar para que Maduro no gane las elecciones presidenciales en 2024: elecciones libérrimas, candidato que convenza y crisis interna del chavismo.
Anaisa Rodríguez.- ND
Antes de explicar su planteamiento, Itriago Camejo recordó que no es experto en procesos y sistemas electorales, pero se atreverá a expresar una aproximación teórica respecto del 2024 y su posible resultado.
«Para que el Madurociliato resulte derrotado en 2024, han de concurrir al menos, tres condiciones. La primera: unas elecciones libres, diríamos libérrimas. Libres de participación en candidaturas; libres en participación partidista; libres de presión y apremio sobre el elector y su voto; limpias y transparentes desde la ejecución procesal», priorizó en un hilo de su cuenta Twitter.
La segunda debe ser una «propuesta programática sólida» de quien se oponga a la ordalía roja: un candidato que convenza al voto inteligente y enamore el voto visceral, aparte de la fauna ambiciosa, desordenada y egoísta, que constituye a las diversas «oposiciones» hoy, que inevitablemente, vencida por sus apetencias pecuniarias y de poder, igual se terminarán presentando al cotejo electoral con aspiraciones presidenciales, no siendo ese escenario muy distinto a los procesos electorales devenidos en la democracia de partidos, refirió al recordar las elecciones del pasado 21N donde fue imposible lograr la verdadera unidad partidista en una sola tarjeta.
La tercera condición para que el chavismo pierda es que se produzca una crisis cismática al interior del chavismo, provocada por el Madurociliato, «la familia poderosa», ante otras aspiraciones presidenciales que se consideren mejores y con el mérito suficiente como para exigir «un ya está bueno».
«Esa crisis cismática dividiría al chavismo, entregando un importante caudal de votos a esa opción opuesta, creíble tanto en candidatura como en programa».
En este sentido, el especialista en política y gobierno, subrayó que si ocurren los tres eventos, gana la oposición.
«Si ocurren elecciones libres y crisis en el chavismo el resultado podría ser reñido si en «la catajarria» de candidatos de oposición, no convenciera ninguno, porque ni a Maduro, ni a los filibusteros de la mar oposicionista, hoy, parece quererlos nadie o un número cercano a la nada. Ocurriendo únicamente la crisis en el chavismo, aún así, si no terminan matándose entre sí, tendríamos a Stalinicolás y su Madurociliato «per sécula seculorum». De tener la propuesta sólida y creíble, la batalla sería durísima, pero con una masiva y decisiva participación podría repetirse un caso Barinas, con proyección nacional».
Antes de culminar su análisis, recomendó leer el artículo de Andrés Caleca para PolitikaUcab y agregó «demás está decir que si no ocurren ninguno de los tres eventos, mejor será acostumbrarse a la roja menta madurociliar ad infinitum. Indispensable poner en funcionamiento el mecanismo pensamiento- idea-reflexión-acción; la pasión: mala consejera».