Triunfo de Milei en Argentina debilita influencia de China, Rusia y Cuba en Latinoamérica

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Javier Milei se impone en la segunda vuelta con una victoria arrolladora. No deja ninguna duda sobre su triunfo aplastante. Obtuvo el 56% de los votos, mientras que su adversario Sergio Massa obtuvo el 44%. Una diferencia de 12 puntos porcentuales.

Milei muestra madurez y liderazgo. Supera su derrota inicial, hace las paces y forma una alianza con Bullrich y Macri. Su objetivo principal es rescatar a Argentina del kirchnerismo/peronismo. Una lección extraordinaria de patriotismo.

La democracia prevalece. Sergio Massa reconoce su derrota, acepta la voluntad popular y llama a Milei para felicitarlo. No tenía otra opción ante la avalancha de votos en su contra. Aun así, es un gran gesto propio de las democracias.

El voto en blanco queda aniquilado. La estrategia del miedo no tiene éxito. Los votos en blanco representan menos del 2%. Los argentinos salen a votar y apuestan todo por un cambio, superando el temor, las dudas y la desesperanza. Impresionante.

Fracasa la injerencia de la izquierda. Los apoyos intervencionistas de Lula en Brasil, AMLO en México y Petro en Colombia no logran salvar a Massa. Son tan inútiles como esconder a Cristina y Alberto durante la campaña.

Argentina recupera su soberanía. Con el triunfo de Javier Milei se rompe la influencia perjudicial de China, Rusia, Cuba y Venezuela sobre Argentina. Se pone fin a la alianza con el Grupo de Puebla y el infame Foro de Sao Paulo.

Comienza la reconstrucción de Argentina. Milei ofrece esperanza y promete que el Estado no será un botín. No más de aquel Estado empobrecedor y omnipresente que beneficia a algunos a costa del trabajo duro de otros.

Libre comercio y respeto a la propiedad privada. Milei reafirma la promesa de garantizar el respeto absoluto a la ley y promover la libre y sana competencia. Un clima de respeto y garantías para la propiedad privada. Fantástico.

Los mercados argentinos en Wall Street se disparan con el efecto Milei. Empresas como YPF, Grupo Galicia y Banco Macro ven resultados extraordinarios en la Bolsa de Wall Street. La democracia y la libertad son buenos negocios.

Una Argentina unida. Milei se quita la camiseta de campaña y comienza a hablar como un verdadero estadista, llamando a la unidad de la nación. «No importa de dónde vengamos, estoy seguro de que hay más cosas que nos unen.»

Los desafíos por delante. Milei tendrá que enfrentarse a una izquierda extremista acostumbrada a la política sucia y a las protestas violentas. No habrá 100 días de gracia para el defensor de la libertad. Las dificultades y las presiones ya han comenzado.

Lecciones aprendidas. La unión hace la fuerza. Los demócratas de América Latina deben aprender del ejemplo de Argentina, dejar de lado sus diferencias y pensar primero en la patria. Así se logran los cambios.

Argentina tiene un sistema electoral confiable. No hay encarcelamientos ni inhabilitaciones como en Venezuela. Nadie obtiene el 100% de los votos como en Nicaragua y Cuba. Argentina tiene 40 años de democracia y la valora.

Milei rompe las cadenas de la izquierda castrochavista. Ya no habrá complacencias ni aplausos a los criminales de lesa humanidad de Cuba, Nicaragua y Venezuela. ¡Argentina dice basta!

¡Viva la libertad!

*El autor es un periodista exiliado, exembajador de Nicaragua ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega.