Trump y Musk consuman su ruptura con ataques cruzados y el empresario vincula al presidente con el pedófilo Epstein

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El presidente Donald Trump habla con el director general de Tesla y SpaceX, Elon Musk, en la Casa Blanca en Washington, el 3 de febrero de 2017. (Foto AP/Evan Vucci, Archivo)

En una escalada más propia de la barra de un bar que de la discusión de dos adultos en la plaza más pública del planeta, Elon Musk y Donald Trump se enredaron este jueves en un desagradable cruce de golpes que fue calentándose hasta que el presidente de Estados Unidos amenazó en su red social, Truth, con “poner fin a los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”. A esa provocación, el hombre más rico del mundo respondió con otro mensaje, este en X, en el que soltó una “bomba realmente grande”. “@realDonaldTrump figura en la lista Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se ha hecho pública”, dijo sobre la nómina de personas involucradas en la red pedófila de Jeffrey Epstein que supuestamente obra en poder de las autoridades estadounidenses. “¡Que tengas un buen día, DJT [por las siglas del republicano]!”. Musk, reconocido propagador de bulos, no ofreció ninguna prueba que sostenga esa acusación.

Todo había empezado en un lugar insospechado: la reunión en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos y el canciller alemán, Friedrich Merz. Era la primera vez que ambos líderes se veían desde la elección de Merz el pasado 6 de mayo, y el encuentro transcurrió en un tono amistoso que marcó, ya desde su arranque, el regalo que el visitante traía bajo el brazo: el certificado de nacimiento del abuelo de Trump, Friedrich Trump, en un marco dorado. El nieto agradeció el obsequio, insinuó que le haría un hueco en el Despacho Oval y aprovechó para responder a las críticas de Musk a la ley fiscal republicana, reproches por los que dijo sentirse “muy decepcionado y sorprendido”.

Esa respuesta, el primer gancho que Trump lanzaba al empresario después de días de aguantar los golpes, derivó en una serie de ataques cruzados que sirvieron para certificar, todo indica que sin remedio, la ruptura entre el líder de la primera potencia y el hombre más rico del mundo. La escalada continuó hasta que, a las pocas horas, llegó la amenaza del fin de los terminar contratos públicos, porque sería, consideró Trump, “la forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto —miles y miles de millones de dólares. (…) ¡Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera!”.

En un post anterior, Trump escribió: “Lo de Elon estaba ‘agotándose’, le pedí que se fuera [y dejara sus atribuciones como encargado de adelgazar la Administración], quité la orden que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie más quería (¡eso que él sabía desde hacía meses que iba a hacer!), ¡y simplemente se volvió LOCO!“.

El origen de la pelea entre ambos antiguos aliados está en la ley fiscal por cuya aprobación en el Congreso está presionando la Casa Blanca. El dueño de Tesla y Space X, preocupado por el aumento en la deuda que traerá esa norma −bautizada como la “ley grande y hermosa”− la calificó este martes como ”una abominación repugnante”. “Elon y yo teníamos una excelente relación”, añadió Trump este jueves a preguntas de los reporteros. “Ahora ya no estoy tan seguro de eso”.

El presidente de Estados Unidos también contó que Musk “conocía la ley” y que “no tenía ningún problema con ella”. Acusó al magnate de cambiar de idea cuando vio que sus negocios, en especial, Tesla, se iban a ver perjudicados con la nueva redacción de la norma, un texto de más de mil páginas. En directo, el empresario de origen sudafricano, que la semana pasada se despidió de su puesto al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) tras 130 días en los que sembró el caos en la Administración con sus recortes, contestó a su antiguo jefe en X, la red social de la que también es propietario. “Eso es mentira”, escribió Musk. “Ese proyecto de ley nunca me lo enseñaron, y lo aprobaron con nocturnidad. ¡Tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo!“.

Al rato, Musk fue aún más lejos, de nuevo en X, cuando acusó a Trump de “ingratitud”. “Sin mí, habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51-49 en el Senado [en lugar de la actual composición, 53-47]”. El magnate aportó la cantidad récord de más de 260 millones de dólares a la campaña que llevó a Trump de regreso a la Casa Blanca.

En otro post, el empresario se preguntó “¿dónde está hoy ese tipo?“, en respuesta a un usuario de la red social que aportó pruebas de las veces en las que el actual presidente había defendido en el pasado la contención del gasto. En un acto conjunto en el Despacho Oval, Trump despidió el viernes a Musk con todos los honores y este se comprometió a ”seguir siendo amigo y consejero» del líder republicano aunque su trabajo al frente del DOGE hubiera terminado muy lejos de cumplir su objetivo de ahorrar dos billones de dólares (trillions, en inglés): los recortes del traumático paso de Musk por Washington se han quedado, pese a las decenas de miles de funcionarios despedidos, en unos 160.000 millones de dólares. Las acciones de Tesla se desplomaron este jueves en mitad de ese toma y daca.

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