Un hacker chileno falsificó una resolución de una jueza para acortar su condena y salir antes de la cárcel, pero fue descubierto

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(Desde Santiago, Chile) Cuando Marco Simón Almonacid Marchant fue arrestado por primera vez a los 16 años, había hackeado el sitio web del Partido Socialista y había colocado una foto de Sebastián Piñera como una broma. En ese momento, el partido culpó al entonces presidente por el incidente. Poco después, el joven logró intervenir el sitio web del gobierno peruano y la página oficial de una cadena de farmacias. Aprendió a programar leyendo libros y demostró ser brillante en ello.

A los 14 años, Almonacid Marchant, también conocido por sus seudónimos Pablo Leyton o YST (Yo soy tú), cometió su primera estafa al intervenir el sitio web de un banco y vulnerar su sistema de transferencias. En una entrevista con la revista Qué Pasa en 2011, confesó: «Ese día gané cuatro millones de pesos (poco más de cuatro mil dólares). Me los gasté en fiestas y en un ordenador». En ese momento, ya era una especie de celebridad en el mundo del ciberdelito.

Hoy, Marco Simón Fernando Almonacid Marchant tiene 29 años y ha estado encarcelado desde 2018 en una celda de máxima seguridad en la prisión de Temuco. Lideraba una banda de estafadores conocidos como «Zares de la web», cuyos fraudes habrían alcanzado una cifra cercana a los 30 millones de dólares. Su éxito fue tal que se compró un automóvil Audi para él y obsequió un Jaguar a su novia.

Durante los cinco años que Almonacid Marchant ha estado en prisión, no se puede decir que haya sido un prisionero modelo. Se le ha sorprendido en varias ocasiones con teléfonos celulares, lo cual está prohibido en la cárcel. También se le ha encontrado con otros dispositivos electrónicos, como cámaras, binoculares y cámaras de video. Incluso ha sido castigado en varias ocasiones por amenazar de muerte a los guardias responsables de su custodia.

Sin embargo, según informa Radio Biobío, Marco Almonacid no está recluido en una celda de máxima seguridad debido a estas faltas, sino por un delito más grave. El 10 de julio, varios correos electrónicos llegaron a diferentes áreas de Gendarmería con un oficio de la jueza Carolina del Pilar Ibáñez Meneses, en el que notificaba la reducción de días de condena del joven hacker, lo que le habría permitido salir de la cárcel en agosto pasado.

Aunque el correo parecía auténtico, algunos detalles llamaron la atención. El principal fue que la jueza Ibáñez no había trabajado en el tribunal donde se tramitaba el caso durante años. Ante esta comunicación sospechosa, el director de la prisión de Temuco envió un oficio al juzgado que llevaba el caso de Almonacid Marchant solicitando una aclaración. Además, en los registros del Poder Judicial no se encontraba ninguna reducción de su condena. Finalmente, se confirmó que todo era falso.

No está claro si fue Almonacid o alguien en su nombre quien envió los mensajes, ni qué tipo de delito podría enfrentar. Lo cierto es que su liberación está programada para el 5 de octubre próximo y, según su entorno, tiene planes de establecerse en el extranjero.