El glaciar Humboldt, ubicado en la región andina de Venezuela, ha desaparecido este año, convirtiendo al país en el segundo del mundo, después de Eslovenia, en perder todos sus glaciares en la era moderna. Este hecho, reportado por la Iniciativa Internacional sobre Clima y Criósfera (ICCI) en la COP29, es una señal alarmante del acelerado derretimiento de los glaciares tropicales.
El informe de la ICCI destaca la gravedad de la situación en los Andes tropicales, donde 5.500 glaciares han perdido el 25% de su capa de hielo, derritiéndose a un ritmo diez veces mayor que la media mundial. El Humboldt, que ya no puede considerarse un glaciar al ser incapaz de fluir por su reducido tamaño, es un símbolo de esta crisis.
A pesar de los esfuerzos del gobierno venezolano por desacelerar el deshielo con mallas térmicas, la desaparición del glaciar es una realidad. Este evento no solo afecta a Venezuela, sino que tiene implicaciones globales, ya que los glaciares andinos son cruciales para el ciclo del agua y la biodiversidad de la región.
La ICCI advierte que el mundo se dirige hacia un calentamiento global que podría superar la capacidad de adaptación humana, con consecuencias devastadoras para las regiones polares y glaciares. Un aumento de la temperatura global de 2°C provocaría la pérdida total de casi todos los glaciares tropicales y de latitudes medias, incluyendo los de Asia, vitales para millones de personas.
La desaparición del glaciar Humboldt es un llamado urgente a la acción climática. Es necesario tomar medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global, con el fin de proteger los glaciares restantes y evitar un futuro con graves crisis de agua, alimentos y energía.