La organización no gubernamental (ONG) Un Mundo Sin Mordaza ha exigido la liberación inmediata de la activista Rocío San Miguel, quien lleva un mes detenida en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía en Venezuela.
En un comunicado, Un Mundo Sin Mordaza denuncia las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en este caso, incluyendo el debido proceso, la presunción de inocencia, la prohibición de tratos crueles, el derecho a la defensa, la privacidad y la no discriminación. La ONG demanda la liberación inmediata de Rocío San Miguel y el respeto total a las garantías constitucionales.
Según la ONG, este caso muestra una obstrucción sistemática que deja a San Miguel en un estado de total indefensión. Han obstaculizado y reprogramado su traslado a los tribunales en tres ocasiones distintas, impidiéndole juramentar a abogados de su confianza y revisar los cargos en su contra. Hasta ahora, la activista solo ha tenido el apoyo de un defensor público que la representó cuando se presentó ante los tribunales el 12 de febrero.
Además, las autoridades no han dado explicaciones sobre los múltiples cambios en la programación de las audiencias preliminares de San Miguel ante los tribunales, lo que incrementa la opacidad en torno a su caso y atenta contra las garantías del debido proceso.
La ONG destaca que desde que se anunció su detención, no se han presentado pruebas sólidas que respalden las graves acusaciones de conspiración y planes para atacar instalaciones militares en su contra. Esto socava sus derechos a un juicio justo, a la defensa y a la presunción de inocencia.
Rocío San Miguel fue arrestada el 9 de febrero cuando intentaba abordar un vuelo con su hija en el aeropuerto Simón Bolívar. Desde entonces, sus abogados han intentado comunicarse con ella, pero se les ha negado el acceso. Fue presentada ante un tribunal con competencias en terrorismo y obligada a aceptar un defensor público, algo común en casos de presos políticos. Se le acusa de traición a la patria, conspiración, terrorismo y asociación para delinquir.
La activista ha recibido una única visita de su hija el 18 de febrero. San Miguel tiene doble nacionalidad venezolana y española, y su detención ha sido abordada en una llamada entre los ministros de Asuntos Exteriores de España y Venezuela.
Fuente: El Impulso