Los neerlandeses cambiaron todo su patrimonio por la popular divisa electrónica cuando costaba 900 dólares, solo unos meses antes de que su precio se disparó.
La familia neerlandesa que lleva cinco años viviendo solamente de sus ahorros en bitcoines tras invertir todo su patrimonio en la criptomoneda está planeando asentarse en Portugal.
Todos estos años, la pareja y sus tres hijas han estado viajando por el mundo, aprovechando los beneficios generados por el crecimiento desorbitante del valor del bitcóin.
Tras visitar unos 40 países, los Taihuttu han decidido residir en el país europeo, debido al régimen fiscal en torno a las criptomonedas que mantiene Portugal.
La nación escogida se encuentra entre los últimos países en Europa que no cobran nada sobre las ganancias recibidas por la compraventa de las criptomonedas, considerándolas como una forma de pago y no como activo, como se practica en otros territorios.
«En Portugal no se paga ningún impuesto sobre las ganancias de capital ni nada por el estilo con las criptodivisas», afirmó a CNBC Didi Taihuttu, padre de la ‘familia bitcóin’.
«Mientras no ganes criptodivisas por prestar servicios en Portugal, no tienes problemas», explicó, describiendo el país como «un paraíso muy bonito para el bitcóin».
«Un estilo de vida descentralizado»
Didi, de 43 años, tiene varios planes en Portugal: pretende comprar un terreno en la costa sureña de Algarve donde construirá una aldea gestionada de manera descentralizada, en la que la tierra se dividirá en metros cuadrados y se venderá en forma de tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés), que certificarán los derechos de los propietarios.
Asimismo, planea organizar minería de bitcoines en el pueblo usando la energía solar y eólica, mientras que el calor generado por las granjas mineras se utilizará para calefacción de viviendas en invierno. Para administrar esta comunidad se establecerá una organización autónoma descentralizada (DAO), una nueva forma de gestión de criptoproyectos basada en la tecnología de ‘blockchain’.
«Queremos construir un estilo de vida descentralizado, que es el futuro», asegura Didi.
«Queríamos cambiar nuestras vidas»
La familia vendió todo lo que tenía y lo invirtió en la popular divisa electrónica en 2017, cuando la criptomoneda cotizaba a unos 900 dólares, solo unos meses antes de que su precio saltara a poco menos de 20.000 dólares. Actualmente, el valor del bitcóin ronda los 41.500 dólares, tras registrar el máximo histórico de 68.789 en noviembre de 2021.
Didi contó el año pasado que guarda parte de su fortuna en varias bóvedas secretas en las llamadas ‘carteras frías’ que se ubican en cuatro continentes: dos montos de criptodivisas en Europa, dos en Asia, uno en América del Sur y uno en Australia.
La familia sostiene que guarda un 26 % de su fortuna en la cartera caliente, que está conectada a Internet, lo que les permite acceder a sus criptodivisas de una manera relativamente fácil. El resto se encuentra en la cartera fría, cuyas llaves no se guardan en computadoras conectadas a Internet.
«Nos metimos en el bitcóin, porque queríamos cambiar nuestras vidas», afirmó Didi en una entrevista en 2020.