SAN FRANCISCO — Desde que fundó OpenAI en 2015, Sam Altman ha estado pensando en la necesidad de un nuevo tipo de dispositivo para los productos de inteligencia artificial generativa de la empresa. Por su parte, Jony Ive, el diseñador detrás del iPhone, el iPod y la MacBook Air, ha estado explorando cuál podría ser el próximo gran avance en dispositivos informáticos. Ahora, Altman e Ive han unido fuerzas para desarrollar un dispositivo que sucedería al teléfono inteligente y ofrecería los beneficios de la IA en un nuevo factor de forma, sin las restricciones de la pantalla rectangular que ha sido dominante en la última década, según fuentes familiarizadas con el tema.
Aunque el proyecto se encuentra en una etapa preliminar, Altman e Ive han desarrollado algunos conceptos iniciales y han buscado hasta 1000 millones de dólares en financiamiento de SoftBank, el inversor tecnológico japonés dirigido por Masayoshi Son. Con el respaldo de SoftBank, los dos podrían aprovechar la experiencia en semiconductores de Arm, la empresa británica de diseño de chips que Son adquirió en 2016 y que recientemente salió a bolsa.
Aunque no está claro cómo se estructuraría la empresa detrás de este proyecto, Altman es el CEO de OpenAI, un laboratorio de investigación de IA en San Francisco, mientras que Ive dirige LoveFrom, una empresa de diseño con sede en San Francisco. Las conversaciones entre ambos han estado en curso durante gran parte de este año y ya han sido reportadas por The Information y The Financial Times.
Esta alianza destaca cómo la IA generativa está cambiando el panorama en Silicon Valley. Desde la presentación de ChatGPT, el chatbot en línea de OpenAI, las empresas han estado buscando formas de reinventar sus negocios y aprovechar las capacidades de los bots para responder preguntas, redactar correos electrónicos, hacer presentaciones, escribir poesía e incluso generar código informático.
Muchos ejecutivos del sector creen que esta tecnología tiene el potencial de introducir un nuevo paradigma en la informática, lo que llaman «informática ambiental». En lugar de depender de teléfonos inteligentes para tareas como escribir y tomar fotos, imaginan un futuro en el que los dispositivos tomen la forma de accesorios simples como colgantes o gafas, capaces de procesar el mundo en tiempo real con la ayuda de un sofisticado asistente virtual que pueda responder preguntas y procesar imágenes.
Altman ya ha invertido en Humane, una empresa fundada por ex empleados de Apple Imran Chaudhri y Bethany Bongiorno, que planea lanzar su propio dispositivo, descrito como una «computadora que desaparece», a finales de este año. Una de las razones por las que Altman podría estar decidido a desarrollar su propio dispositivo es para evitar depender de Apple o Google para la distribución de OpenAI. Las grandes empresas tecnológicas como Facebook y Amazon han enfrentado desafíos similares debido a que Apple y Google se llevan una parte de las ventas a través de sus plataformas y Apple ha implementado límites a la privacidad, lo que ha afectado las ventas de publicidad.
Sin embargo, el desarrollo de nuevos dispositivos de hardware es un camino lleno de fracasos. Amazon y Facebook intentaron desarrollar sus propios teléfonos inteligentes y abandonaron esos proyectos al no obtener el éxito esperado.
En Silicon Valley, pocos tienen un historial tan exitoso en el desarrollo de dispositivos como Ive. Él fue el responsable del desarrollo del Apple Watch, el único dispositivo importante que la compañía ha presentado desde la muerte de Steve Jobs en 2011. En 2019, Ive dejó Apple para fundar LoveFrom, pero firmó un contrato para seguir trabajando con Apple durante varios años.
El año pasado, Ive y Apple acordaron poner fin a su colaboración. Durante las negociaciones, se acordó que no habría restricciones en los productos que Ive podría desarrollar en el futuro, según fuentes familiarizadas con el asunto. Apple se negó a hacer comentarios al respecto.
La asociación entre Altman e Ive señala un nuevo capítulo en la era de la inteligencia artificial y los dispositivos informáticos. Aunque el proyecto está en sus etapas iniciales, podría ser el comienzo de una nueva forma de interactuar con la tecnología en el futuro.