¡UNA CATÁSTROFE! Escasa producción e importación de gasolina dejan a Venezuela sin combustible

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De las seis refinerías nacionales encargadas de procesar el petróleo y convertirlo en combustible solo operan dos a un 6% de su capacidad instalada. De los 1.300.000 barriles que puede producir el sistema por día, hoy solo se registran 55.000 barriles. Asimismo, la baja producción del carburante ha hecho que desde el año 2009, el país importe para poder cumplir con la demanda, pero desde 2019 las sanciones a Pdvsa han disminuido también estas compras, indican los expertos

por: Patzzy Salazar y Daniel Benítez / El Pitazo

n hombre con tapaboca empuja la pequeña unidad vinotinto de transporte público hasta ponerla al final de la cola en una estación de servicio de Caracas. “No hay gasolina, no hay es nada”, dice un joven mientras camina. La sucesión de carros uno detrás del otro no acaba, parece interminable y está custodiada por la Guardia Nacional. “Los transportistas de alimentos tenemos tres días aquí y la cola no camina, y son los guardias los que deciden quienes pasan. O sea, para los que transportamos las verduras, hortalizas es imposible echar gasolina en la bomba”, dice un señor mientras sostiene unas hojas. “Tú como puedes ver, esta es la cola de los funcionarios de seguridad y esta la de los médicos –señala con su índice–. La de los médicos tampoco avanza”, sentencia en un video publicado por El Pitazo el 2 de abril.

Desde el 17 de marzo, la pandemia del COVID-19 tiene a toda Venezuela en cuarentena, pero no es lo único que preocupa a los ciudadanos, también apareció un viejo fantasma: la escasez gasolina. Ya no es solo en el interior del país, ahora la capital también se ha visto afectada. En las últimas semanas, el clamor se hace sentir en los distintos sectores prioritarios del país, los cuales requieren de combustible para recibir tratamientos médicos, comprar alimentos o distribuir la comida a los grandes centros de consumo.

La baja producción por parte de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y las dificultades del gobierno de Nicolás Maduro para importar combustible son los motivos por los cuales, cada cierto tiempo, los venezolanos deban hacer largas colas que pueden durar horas. En el interior del país, a partir del año 2018, la escasez de gasolina se empezó a sentir. Los habitantes del estado Lara podían pasar entre dos a seis horas esperando para llenar los tanques de sus vehículos porque las estaciones de servicio dejaron de recibir una o dos gandolas diarias de combustible, para apenas descargar una o la mitad de una cada dos días. En otras partes del país las personas podían permanecer hasta 16 horas en cola.

Sin embargo, con la llegada del COVID-19 y con la implementación de la cuarentena la cantidad de tiempo de espera y las irregularidades en el suministro se exacerbaron. En el interior del país no todas las estaciones de servicio están operativas, cada gobernación determinó cuáles deben funcionar. El despacho de combustible está restringido a particulares, solo personal prioritario puede surtirse. Sin embargo, para el sector salud, pacientes con enfermedades crónicas y para el sector alimentario, el despacho es limitado, asignan ciertos cupos por día y la prioridad es para los funcionarios de seguridad.

La demanda de gasolina se ubica en unos 135.000 barriles de gasolina por día; sin embargo, la capacidad actualmente de las refinerías del país da para producir entre 55.000 barriles diarios, según lo indica Rafael Quiroz, economista experto en materia petrolera.

Apenas se anunció la cuarentena social, Nicolás Maduro solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) unos 5.000 millones de dólares para “lidiar con el coronavirus” alegando “un bloqueo económico mundial” en contra de Venezuela.

En noviembre de 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden donde impuso sanciones económicas a aquellas personas que operen en la dinámica económica venezolana. En el documento, las sanciones también se extienden a aquellas personas que hagan negocios en el sector petrolero del país. Meses después, en enero de 2019, Trump en un intento por estrechar el cerco económico del gobierno de Maduro, impuso nuevas sanciones a la industria petrolera venezolana, que dictaminan que EE. UU. puede comprar petróleo, pero el pago va a cuentas bloqueadas para que el gobierno interino o un nuevo gobierno electo democráticamente lo pueda utilizar en un futuro.

Nelson Hernández, energista y consultor en el área energética, enfatiza en que la escasez de gasolina data desde antes de las sanciones, que recrudecieron en 2019.

“Lo que han hecho las sanciones es dificultar, en el mercado internacional, el acceso a los volúmenes requeridos. Desde el 2010 hasta el 2017, Venezuela compró gasolina en el mercado spot (venta al mejor postor), cuando aún habían divisas y crédito internacional. En 2019, para obviar las sanciones, se utiliza la modalidad de trueque. Proporcionamos petróleo y nos regresan el combustible. Esta modalidad se ha visto disminuida en el 2020, ya que las empresas que lo realizaban han dejado de hacerlo por la aplicación de las sanciones”, explica.

A pesar de la escasa gasolina producida en país, la caída de los precios del petróleo y las sanciones, este 30 de marzo, en una nota publicada por El Pitazo, se informó que cuatro buques cargaron combustible en Amuay para transportarlo a Cuba. Se trataría de tres embarcaciones con bandera cubana y otra de Panamá, que llegaron el sábado 28 donde cargaron gasoil y lubricantes para llevar hasta Santiago de Cuba.

“Fuentes de la industria petrolera corroboraron que el buque de bandera cubana, B/T Alicia, cargó 24.446 toneladas netas y 30.971 toneladas brutas de gasoil; el Esperanza, se abasteció con Uvgo, un residuo de las plantas de destilación al vacío y que es un componente que se utiliza para hacer funcionar plantas catalíticas; el buque Petión, también de bandera cubana, cargó Fuel Oil, que es un petróleo negro; mientras que el Carlota C -de bandera panameña- salió cargado de kerosene”, señala la nota.

El envío de combustible a Cuba casi cumple 20 años. Inició con la firma del Convenio de Cooperación Integral, en octubre del año 2000, donde se establece el envío de barriles de petróleo diarios a la isla a cambio de médicos, entrenadores y otros servicios. De acuerdo con una investigación publicada por El Pitazo, al principio se enviarían 53.000 barriles diarios, pero el promedio aumentó entre 2006 y 2016, con el envío de 95.755 barriles diarios.

Los expertos coinciden en que el desabastecimiento de gasolina se debe, principalmente, a la caída en la producción petrolera nacional, a la poca capacidad instalada de refinación y a la dificultad de importar gasolina y aditivos químicos.

De acuerdo con declaraciones de Emilio Herrera, ingeniero químico y exgerente de área del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), para preparar gasolina no solo son necesarios los centros industriales, sino también de distintos componentes como nafta catalítica, alquilato, butano, pentano. Indica que en las refinerías de Cardón y Amuay existen las plantas para obtener esos aditivos, pero están fuera de servicio.

“Como no producimos esos componentes, se lo comprábamos a Estados Unidos. Pero hay doble inconveniente: Estados Unidos no lo quiere vender y nosotros no tenemos dinero para pagarlo”.

Actualmente en el país se producen solo 700 mil barriles de petróleo diarios en contraste con los 3 millones de barriles de petróleo que se producían siete años atrás, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). De acuerdo con Quiroz, de las seis refinerías nacionales encargadas de procesar el petróleo y convertirlo en distintos combustibles, solo dos se encuentran operativas y trabajando a un 6% de su capacidad instalada, producto de la falta de mantenimiento e inversión.

Hernández señaló algunas de las razones de la problemática en la disponibilidad de gasolina y diesel. “Deterioro del parque de refinación, baja calidad y cantidad del petróleo, poca disponibilidad de divisas para importar, pérdida de crédito internacional, dificultad de trueque, 25% de estaciones de servicio no operativas y 30% de transporte terrestre no operativo”.

A esas razones, se le suman la malversación de fondos dentro de la estatal petrolera y el envío de gasolina a Cuba. Todos estos factores han generado la escasez de gasolina en el mercado nacional.

Venezuela con las seis plantas que conforman el sistema de refinación nacional, ubicadas en el estado Falcón, Zulia, Carabobo y Anzoátegui, tiene una capacidad de refinación de 1.300.000 barriles por día de gasolina y otros combustibles. Sin embargo, hoy en día solo están operativas dos refinerías y están trabajando a un 6% de su capacidad instalada, lo que se significa que solo se está refinando 55.000 barriles por día. “El parque automotor está en 3.4 millones de automóviles. Para abastecer el mercado interno se necesitan no menos de 135.000 barriles diarios”, puntualizó Rafael Quiroz, economista y experto en petróleo.

No solo se trata de una baja producción de las refinerías, sino que varias no están funcionando. “La refinería de Bajo Grande, la de Puerto la Cruz y la de San Roque no están procesando. Las más importantes del país, Amuay y Cardón son las que están operativas. Sin embargo, las utilizan como chivera para desprender algunas piezas y algunos equipos para poder completar otros equipos dañados. Estas piezas que extraen las utilizan para reforzar la refinería de El Palito, que también está inoperativa”, esgrimió el economista.

“Antes Venezuela no solo producía suficiente gasolina para el mercado interno, sino que también exportaba, pero desde hace mucho tiempo el estado de las refinerías ha desmejorado considerablemente y eso ha coincidido con la disminución de la venta de gasolina y de todos los combustibles en el país”, indicó Luis Oliveros, economista y experto en petróleo.

Lo que han hecho las sanciones es dificultar, en el mercado internacional, el acceso a los volúmenes requeridos. Desde el 2010 hasta el 2017, Venezuela compró gasolina en el mercado spot (venta al mejor postor), cuando aún habían divisas y crédito internacional. En 2019, para obviar las sanciones, se utiliza la modalidad de trueque

La falta de mantenimiento no es la única causante del deterioro de las refinerías. La falta de profesionales calificados es otra de las causas del estado del sistema, expresó Quiroz.

Asimismo, Rafael Ramírez, expresidente de Pdvsa, en su boletín petrolero publicado el 27 de marzo en el portal informativo Aporrea, indicó que la situación de las refinerías nacionales se debe a la constante “persecución, desplazamiento y detenciones del personal técnico-operacional y gerencial del sistema”. De la misma forma, puntualizó que el desvío de recursos, repuestos e insumos para operar y mantener a las refinerías llevaron a su paralización gradual.

Ramírez, quien fue presidente de la compañía petrolera desde el año 2004 hasta 2014, en 2017 fue acusado junto a otros funcionarios de lavar más de 2.000 millones de dólares provenientes de Pdvsa a través del cobro de soborno a empresas a cambios de adjudicaciones petroleras.

La caída de la producción de petróleo también afecta a la producción de gasolina en el país. Quiroz indicó que actualmente estamos en el pico más bajo de la producción petrolera. “Hay un déficit bastante marcado, por eso desde hace ocho años se importa gasolina para intentar cubrir la demanda interna”.

Las más importantes del país, Amuay y Cardón son las que están operativas. Sin embargo, las utilizan como chivera para desprender algunas piezas y algunos equipos para poder completar otros equipos dañados. Estas piezas que extraen las utilizan reforzar la refinería de El Palito, que también está inoperativa

El economista y diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, aseguró que Venezuela tuvo uno de los mejores sistemas de refinación de petróleo. Recuerda que, desde el comienzo de la producción comercial petrolera, se intentaba acompañar la producción de petróleo mediante la obtención de productos derivados tales como gasolina, diesel y lubricantes. De hecho, precisa que fue hasta 2009 cuando Venezuela exportó gasolina, pero por problemas en las refinerías su nivel de operación comienza a declinar y, en ese mismo año, el país se vio obligado a tener que importarla.

El energista Hernández coincide con Guerra en que el país exportó gasolina y otros aditivos hasta 2009. Desde ese momento, Venezuela empezó a importar gasolina para cubrir la demanda nacional.

Pese a que la realidad petrolera ha cambiado desde la llegada de la revolución bolivariana, desde 2012 se acrecentaron las dificultades para producir crudo. Quiroz señaló que el punto de inflexión en la merma de la producción nacional fue el incendio de la refinería de Amuay, por ser la más grande del país con un capacidad instalada de procesamiento de 630.000 barriles diarios.

EL ENVÍO DE COMBUSTIBLE A CUBA CASI CUMPLE 20 AÑOS. INICIÓ CON EL CONVENIO DE COOPERACIÓN, DONDE SE ESTABLECE EL ENVÍO DE BARRILES DE PETRÓLEO DIARIOS A LA ISLA A CAMBIO DE MÉDICOS, ENTRENADORES Y OTROS SERVICIOS

Quiroz afirmó que el país empezó a importar con mayor frecuencia después del accidente en Amuay en 2012. “Una refinadora se incendió por negligencia del personal, pero Pdvsa no ha querido admitirlo. Después de febrero de 2019 ha venido disminuyendo la importación de gasolina y diluyentes debido a las sanciones de Estados Unidos”.

Otro de los sucesos que afectó la producción de combustible fue la pérdida de la refinería en St. Croix en las Islas Vírgenes, donde no solo se perdió la capacidad de poner su crudo pesado y extrapesado en el mercado internacional, además de perder el suministro de aditivos.

Antes Venezuela no solo producía suficiente gasolina para el mercado interno, sino que también exportaba, pero desde hace mucho tiempo el estado de las refinerías ha desmejorado considerablemente y eso ha coincidido con la disminución de la venta de gasolina y de todos los combustibles en el país

A principios de 2019, Steven Mnuchin, en ese momento el secretario del Tesoro de Estados Unidos, anunció que este país enviaría a cuentas bloqueadas los pagos a Pdvsa por la compra de su petróleo para que, en un futuro, pasarlos al gobierno interino o elegido democráticamente. John Bolton, asesor de seguridad nacional de EE. UU. para ese entonces, indicó que las sanciones afectan a 7.000 millones de dólares en activos de Pdvsa.

“Ahorita hemos caído en el peor de los terrenos con la caída de la producción, de la refinación, las sanciones y ahora el coronavirus. Todo se le ha juntado a Pdvsa de forma dramática. Esta situación dificulta la movilidad en la distribución de alimentos y del personal sanitario”, indicó Quiroz.

LA DISMINUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE CRUDO HA GENERADO QUE LA PRODUCCIÓN DE GASOLINA TAMBIÉN DISMINUYA. POR ESTA RAZÓN, EL PAÍS HA TENIDO QUE IMPORTAR COMBUSTIBLE PARA PODER ABASTECER EL MERCADO NACIONAL DESDE 2009

La disminución de la producción de crudo ha generado que la producción de gasolina también disminuya. Por está razón, el país ha tenido que importar combustible para poder abastecer el mercado nacional desde 2009.

Las sanciones han modificado los socios comerciales de Venezuela. Según Oliveros, antes de las sanciones el principal surtidor de gasolina de nuestro país era Estados Unidos, pero ahora, a pesar de no haber datos oficiales por parte de Pdvsa, presume que los nuevos proveedores son: Rusia, La India y China.

El panorama en la mejora de la distribución del combustible en el país no es alentador. De acuerdo con los expertos, las sanciones no van a permitir que Venezuela pueda adquirir los componentes necesarios para producir la suficiente gasolina.