Walgreens, una de las principales cadenas de farmacias más grandes en Estados Unidos, avanza con su significativo programa de reducción de locales. Durante el mes de mayo, cerrará docenas de tiendas en al menos 13 estados como parte de un proyecto más amplio anunciado anteriormente. Este esfuerzo busca cerrar aproximadamente 1.200 tiendas en el país en un período de tres años, siendo 500 de ellas para 2025, según reportó Newsweek.
La empresa opera alrededor de 8.500 tiendas en Estados Unidos, proporcionando acceso a recetas, vacunaciones y servicios básicos de salud para la comunidad. Sin embargo, la cadena ha destacado que los clientes de las tiendas que serán cerradas deberían considerar cambiar sus puntos de recogida de recetas, con algunas opciones de elegibilidad para obtener entregas a domicilio.
La decisión de cerrar los establecimientos refleja los desafíos que enfrentan las tiendas físicas tradicionales en la actualidad. En marzo de 2024, Walgreens Boots Alliance, la empresa matriz, anunció un acuerdo para ser adquirida por Sycamore Partners, una firma de capital privado centrada en el sector minorista, por un total de 10 mil millones de dólares.
Causas financieras detrás de los cierres
Walgreens informó de una importante pérdida económica de más de 3 mil millones de dólares al final del cuarto trimestre de 2024, lo que ha influido en la decisión de enfocar sus esfuerzos en cerrar tiendas no rentables. Según Tim Wentworth, CEO de Walgreens Boots Alliance, estas acciones permitirán mejorar la rentabilidad del resto de las operaciones más saludables.
En su reporte de ganancias del cuarto trimestre de 2024, Wentworth afirmó que el año fiscal 2025 será crucial para restablecer las bases económicas de la cadena mientras avanza en su estrategia para generar valor a largo plazo. A pesar de los desafíos coyunturales, la compañía confía en que las medidas darán frutos tanto a nivel financiero como en la relación con el consumidor.
Además, Walgreens no está solo en este dilema; otras cadenas de farmacia como Rite Aid también enfrentan el cierre de algunas de sus ubicaciones. Las dificultades en el sector minorista de farmacias reflejan un periodo de adaptación a nuevas dinámicas de consumo y esperan poder atender las cambiantes expectativas y necesidades de los clientes.
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