(Desde Río de Janeiro, Brasil) – Una turista chilena de 30 años, identificada como Camila Faúndez, fue arrestada el martes pasado mientras visitaba el famoso Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil. La mujer fue acusada de racismo después de haber utilizado un insulto racial hacia uno de los trabajadores de la empresa Trem do Corcovado.
Según informes de la red Globo, los agentes del programa Seguridad Presente respondieron a la llamada del trabajador y llevaron a Faúndez a una comisaría en Copacabana. Tanto la víctima como un testigo que presenció la discusión en la que se originó el insulto, un empleado llamado Lucas de Oliveira Timoteo, también se presentaron en la comisaría.
En la estación de policía, la turista chilena habría admitido haber utilizado el insulto y se disculpó con el empleado de la empresa turística. A pesar de esto, fue multada por injuria racial y permanece bajo custodia a la espera de una audiencia.
La empresa Trem do Corcovado emitió un comunicado expresando su desaprobación por lo sucedido. «Transportamos a miles de personas de todo el mundo, de todas las etnias, credos, géneros, idiomas y edades. Siempre rechazaremos cualquier forma de prejuicio», afirmaron en su cuenta de X. Además, aseguraron que están brindando todo el apoyo posible al empleado agredido y que la ley debe aplicarse con firmeza para evitar futuros incidentes de este tipo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile confirmó que estaban al tanto de la situación y que están ofreciendo toda la ayuda necesaria a la mujer a través del Consulado de Chile en Río de Janeiro. Faúndez, quien se encontraba en Brasil desde hace diez días en compañía de una amiga y tenía pasajes para regresar el sábado, podría enfrentar hasta cinco años de prisión por su agresión, ya que en enero de este año se promulgó una ley que equipara el delito de injuria racial con el de racismo y lo castiga con penas de cárcel.
Este incidente pone de manifiesto una vez más la importancia de combatir el racismo y la discriminación en todas sus formas, y la necesidad de que las leyes se apliquen de manera contundente para prevenir y castigar estos actos.