Periodista especializado manifestó que los primeros productos que salgan de la reactivación de esa refinería “no sería gasolina, sino otros de elaboración menos compleja”.
por CAROLAIN CARABALLO / Caraota Digital
Personajes del régimen de Nicolás Maduro anunciaron con bombos y platillos la “reactivación” de la refinería El Palito, pero dejaron detrás del telón las consecuencias que eso implica y los combustibles que realmente podrían producirse allí sin tener las condiciones adecuadas.
“Ya llevo 10 horas esperando en la gasolinera de San Bernardino. Espero que sea la última… Oímos que otra vez están produciendo El Palito y habrá suficiente gasolina”, decía un vecino de El Valle. Escuchó la noticia en la voz de Rafael Lacava, gobernador del estado Carabobo. Sin embargo, sindicalistas y expertos petroleros aclaran que actualmente no se produce gasolina en Venezuela, y se desconoce cuándo será posible.
“Se han hecho pruebas de arranques para la producción de varios combustibles”, señaló Andrés Rojas, periodista especializado en materia petrolera. Agregó que los primeros productos que salgan de la reactivación de esa refinería “no sería gasolina, sino otros de elaboración menos compleja”.
En esta plataforma la unidad de craqueo catalítico en lecho fluido está paralizada desde el año 2017. Iván Freites, representante del Sindicato de Trabajadores Petroleros, explica que si no arranca esa planta catalítica “no hay aquilato oxigenado, gas y mucho menos va a haber gasolina”.
Petrolera sin dinero y sin recurso humano
Fuentes petroleras aseguran que en El Palito hay un nuevo encargado de la gerencia, y que estarían llamando a personal despedido en el pasado; incluso los desplazados en el 2002 estarían siendo convocados para trabajar “por sueldos míseros”, según indicaron. Además, los repuestos que han utilizado para hacer funcionar esta planta habrían sido sacados de otras refinerías como Amuay y Cardón.
“Pdvsa tiene dos graves inconvenientes: bajos recursos por la caída en los precios del petróleo y falta de socios que se atrevan a venderle a Venezuela asumiendo los riesgos y las sanciones”.
“Es complejo saber si la refinería pueda operar, ya que está en grave deterioro. Están tratando de hacer lo posible con la gente y los equipos que tienen, pero se enfrentan también a problemas financieros, logísticos, judiciales y legales”, aseveró Rojas, editor de Petroguía.
A finales de febrero aún no se veían colas en las estaciones de servicio de Caracas, sin embargo, la escasez de combustible no ha cesado en el interior del país desde hace años. Hasta ese mes la petrolera rusa Rosneft se encargaba de la importación, pero el régimen de Maduro ya no tiene esa opción.
La excusa frente a la escasez ha sido siempre “cómo afectan las sanciones”. A principios de abril Tareck El Aissami, vicepresidente sectorial de Economía del régimen, dijo que el país no ha podido producir combustible debido al «bloqueo naval del gobierno de Estados Unidos”. Ese mismo día anunció un plan de distribución de gasolina para sectores priorizados.
Expertos consultados coinciden en que hay tres factores indispensables para normalizar la situación del carburante: financiamiento, mejoras en los ingresos y un acuerdo político.
El diputado a la Asamblea Nacional, Ylidio Abreu, indicó que la poca gasolina que podría comenzar a producirse en El Palito representa el 40% de la capacidad total y ni siquiera llega al octanaje que se requiere de 91 y 95. “No cuentan con los aditivos para tal fin”, dijo.