La decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la controversia entre la República Cooperativa de Guyana y Venezuela con respecto al territorio del Esequibo, es prepolinaria y nefasta, que asume competencias en la jurisdicción mediante un procedimiento no apto ante el estatuto y el reglamento de la CIJ.
Así lo manifestó el diputado Hermann Escarrá, durante la primera sesión de la Asamblea Nacional (AN), quien explicó que “es una interpretación geopolítica no exactamente jurídica, es la concurrencia de la lucha del poder imperial contra el país”. “Venezuela de manera contundente ha reiterado que su política de Estado, es el Acuerdo de Ginebra y el diálogo, pero no acepta la jurisdicción de la CIJ y mucho menos el arreglo judicial”, dijo.
“Esa lucha del poder imperial que se expresó en el tratado de Washington y el Laudo de París mediante la visión continental americana, es ahora expresada a través de corporaciones como la Exxon Mobil y sus intereses, casualmente en el Esequibo, y sus acuerdos”, manifestó Escarrá.
Instó a todos los sectores del país a incorporarse en la lucha y en la integración de los pueblos, por la recuperación del territorio del Esequibo. “Venezuela está dispuesta al diálogo y dispuesta a la integración de los pueblos. Llamo a los distinguidos diputados de la oposición, le pido unidad nacional”, sostuvo.
“Que los imperios del mundo nos vean unidos, que EEUU nos vean unidos, está será otra victoria”, indicó el Parlamentario.
La Asamblea Nacional aprobó por unanimidad un acuerdo en rechazo a la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en torno a la controversia sobre el territorio del Esequibo entre Guyana y Venezuela, organismo que el pasado 18 de diciembre tomó como válido el Laudo Arbitral de 1899 que lesiona la integridad territorial del país.
En dicho acuerdo, el parlamento ratificó la vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966 como única norma taxativa bilateral vigente, que favorece las negociaciones amistosas entre ambas naciones en torno a la controversia territorial, para alcanzar un arreglo mutuamente satisfactorio.
Igualmente, en el texto se respaldan las acciones diplomáticas, jurídicas y políticas que emprenda el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, para resguardar los derechos soberanos de nuestro país, abrir “caminos para negociaciones amistosas” con Guyana y buscar asistencia con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.