La inflación acumulada en Venezuela al cierre de 2023 fue del 189,8%, lo que representa una disminución de 44,2 puntos en comparación con el año anterior, cuando alcanzó el 234%, informó el Banco Central (BCV) el viernes pasado.
En diciembre, la inflación fue del 2,4%, lo que significa que el país ha experimentado tres meses consecutivos de desaceleración en el aumento de los precios de bienes y servicios. En noviembre, la tasa de inflación fue del 3,5%, mientras que en octubre fue del 5,9%, según las estadísticas oficiales.
Durante el mes de diciembre, el sector de la educación registró el mayor aumento de precios, con un alza del 7,2%, seguido por el transporte con un 4,6%, el equipamiento del hogar con un 3,5% y la salud con un crecimiento del 3,3%.
A lo largo de 2023, Venezuela logró reducir su tasa de inflación, que comenzó con un aumento del 42,1% en enero y luego disminuyó al 19,3% en febrero. Durante los siguientes 10 meses, se registraron tasas de un solo dígito, siendo la más alta del 8,7% en septiembre, según datos del BCV.
El dato oficial se acerca al 193% difundido por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente independiente conformado por expertos económicos. El OVF calcula una reducción de 112 puntos en comparación con la tasa de inflación de 2022, que alcanzó el 305%, según sus propios cálculos.
Según el OVF, esta desaceleración se debe a un menor incremento en la cotización del dólar estadounidense, que se utiliza como referencia para calcular precios y tarifas, así como a la política de reducción de los salarios reales de los trabajadores públicos del país. Actualmente, el ingreso mínimo en Venezuela equivale a 3,6 dólares mensuales.
Venezuela salió de una hiperinflación en diciembre de 2021, que comenzó en 2017 y durante cuatro años redujo el valor del bolívar, la moneda oficial, así como la confianza de los ciudadanos en ella. Como resultado, la población adoptó el dólar de forma no oficial para proteger sus ingresos.