Nicolás Maduro ordenó en principio que siete estados del país, incluido el Distrito Capital, entraran en cuarentena radical tras detectar 17 contagios. Luego de 120 días, no hay estimaciones sobre cuánto pudiera durar
Los términos como «barrera de contención», «mascarillas», «infectados», «aislamiento social», entre otros, le parecían al venezolano muy lejano a mediados de marzo. La sensación de que el coronavirus de Wuhan llegaría a nuestro país todavía era algo lejana cuando el mandatario Nicolás Maduro anunció que a partir del 16 de marzo se entraría en una «cuarentena radical» para evitar la expansión del virus.
Este jueves 16 de julio se cumplen cuatro meses de la disposición del Ejecutivo de tomar la medida de cuarentena y aislamiento como bandera principal para combatir el virus. Sin embargo, primero fueron siete estados -incluido el Distrito Capital- los que fueron sometidos a esa medida: Miranda, Cojedes, Apure, Zulia, Vargas y Táchira. En esas entidades, más la capital del país, empezaron a vivir los rigores del aislamiento social y la paralización de empresas, con una cifra inicial de 17 personas contagiadas.
“Vamos a dar el primer paso en las zonas donde se han detectado la mayor incidencia de este virus y donde precisamente están distribuidos los casos de cuarentena de los vuelos que llegaron de Europa”, señaló el gobernante entonces y argumentó que el acatar la cuarentena como solución podría evitar la crisis que entonces estaba crítica en países como España e Italia, que sumaban cientos de muertos diarios.
Como medidas iniciales tomadas el 16 de marzo, cuando Maduro ordenó la medida en esos primeros siete estados tras decretar el estado de Alarma el 13 del mismo mes, se estableció la suspensión de todas las actividades del país, excepto de aquellos rubros como los servicios de salud, producción y distribución de alimentos, de seguridad, transporte y policial; todos ellos con la necesaria obligación de utilizar medidas de protección como guantes y tapabocas. También todos los espacios públicos como museos, parques, cines y teatros, quedaron sin actividad para evitar la aglomeración de personas.
Otra de las resoluciones fue la militarización de los centros de salud del país y la suspensión del suministro de gasolina en estados donde ya las fallas en esta actividad eran constante, esto con el fin de evitar que las largas colas para repostar vehículos sean focos de contagios.
Entonces, como ahora, recordó que la situación en la que entraba el país no era para vacacionar, sino más bien era una decisión que ameritaba una «gran disciplina social, un gran autocontrol, apoyo psicológico moral y espiritual de la familia para proteger a nuestros adultos mayores», recordando que solo se podía salir de casa para cubrir lo indispensable.
Asimismo, Maduro dijo en marzo que la cuarentena permitiría perfeccionar los mecanismos de prevención y contención del coronavirus, razón por la cual llamó a la unidad nacional para combatir la pandemia en el país.
Destacó igualmente que actores de primer orden en materia sanitaria serán las Áreas de Salud Integral y Barrio Adentro I y II, red ésta que encuentra prácticamente desmantelada, según un informe elaborado en enero pasado por Provea, mientras que la Policía Nacional Bolivariana, Ejército, milicia Unidades Populares de Defensa Integral y los propios consejos comunales serían los garantes de ejercer el control ciudadano.
Las cuarentenas en lugares convertidos en epicentros de la pandemia, han sido de menor tiempo. En la provincia de Hubei, en China, duró dos meses. En la ciudad de Wuhan, particularmente, alcanzó 11 semanas. En Italia, dos meses y medio. Y en España, tres meses con estimaciones y un plan de desescalada.