Durante el mes de abril, Nicolás Maduro anunció que Venezuela firmará contratos con 20 inversionistas extranjeros para la explotación de gas y petróleo, a pesar de las sanciones parciales impuestas por Estados Unidos.
Estas alianzas estratégicas se llevarán a cabo gracias a la Ley Antibloqueo, un marco legal que permite al gobierno celebrar contratos públicos en privado, evitando así rendir cuentas al Parlamento y sortear el bloqueo financiero que ha afectado al país durante años.
El mandatario destacó que estos nuevos inversionistas internacionales se suman al crecimiento autónomo de Venezuela en la producción de petróleo y gas, y afirmó que el mercado internacional necesita los recursos energéticos del país.
Maduro también pronosticó que, en un plazo de siete años, Venezuela se convertirá en uno de los principales productores del mercado energético global, debido a sus vastas reservas probadas de petróleo, las más grandes del mundo.
Además, Maduro aseguró que el país logrará recuperar los mercados internacionales y que ningún bloqueo, sanción o licencia detendrá el crecimiento de la industria petrolera, del gas y de la petroquímica venezolana.
Estados Unidos, por su parte, anunció que revertirá parcialmente el alivio de sanciones que había otorgado a Venezuela desde octubre, acusando a Maduro de no cumplir con sus compromisos electorales. Esto implica que las empresas que deseen hacer negocios con Pdvsa deberán solicitar autorizaciones individuales al Departamento del Tesoro estadounidense, las cuales serán evaluadas caso por caso.