Dos milagros por los que rezar
Con Informacion de La Nueva Aldea
En medio de un panorama político desafiante, se vislumbra una elección primaria que parece cada vez más improbable. Hay diversas causas que contribuyen a esta incertidumbre, siendo la principal el desinterés del régimen por permitir una elección que fortalezca y legitime al candidato opositor de cara a las elecciones presidenciales de 2024. El régimen continuará torpedeando el proceso para hacerlo fracasar.
Tras un período de inscripciones tumultuosas de los candidatos, queda claro que la mejor defensa de esta elección radica en que los aspirantes cierren filas en torno a ella y entusiasmen a la ciudadanía para protegerla. Esto hará que represente un alto costo político para la dictadura intentar aplastarla.
Primer milagro: La unidad y la creatividad
El principal desafío que enfrentan todos los aspirantes y partidos que participarán en la elección primaria es que la campaña se centre en presentar el mejor plan para desmantelar el madurismo del poder, en lugar de convertirse en una batalla autodestructiva entre las fuerzas opositoras. Además, es crucial conectar con la gente de manera creativa para superar la censura y los obstáculos impuestos por Maduro para evitar la participación. Estos deben ser los objetivos de cada candidato en los próximos meses.
Lamentablemente, hasta ahora, los distintos líderes opositores han mostrado lo contrario, con ataques, indirectas y declaraciones desafortunadas. A pesar de los llamados de alerta de varios comentaristas y entidades de la sociedad venezolana, la situación no es optimista. Aunque es temprano en la carrera, el régimen lanzará provocaciones para desmoralizar y dividir aún más a la oposición, o para unirla en función del interés común de sacar a Nicolás Maduro del gobierno.
Es fundamental que la campaña no deje heridas y cicatrices entre los candidatos y partidos, ya que todos deben sumarse para fortalecer y respaldar al ganador, actuando en unidad contra Nicolás Maduro en 2024.
Segundo milagro: Respeto a los resultados y la credibilidad del proceso
El 22 de octubre, los ciudadanos opositores deberán elevar una importante plegaria para que se respeten los resultados de la elección y ningún contendiente socave la credibilidad del proceso. No se puede dar por sentado que esto sucederá, especialmente considerando que la primaria enfrentará a una opción respaldada por la maquinaria de los partidos contra otra que cuenta principalmente con el apoyo de votantes no afiliados. Esto podría generar desavenencias y complicaciones si el resultado es cerrado.
El cuestionamiento de los resultados por parte de algunos de los candidatos principales podría afectar significativamente todo el proceso y lo que vendrá después. Es evidente que el gobierno apuesta a que esto suceda y no lo oculta. Por esta razón, esta elección primaria representa una gran prueba de desprendimiento y compromiso con el país por parte de todos los aspirantes.
Benjamín Rausseo, Fuerza Vecinal y las dudas
La decisión de Benjamín Rausseo de no participar en las primarias incrementa las dudas que ya existían sobre él y su candidatura. La incapacidad de él y su equipo de campaña para argumentar sólidamente esta decisión pone de manifiesto que hay intereses detrás de ese proyecto que la población desconoce y que difícilmente están alineados con aquellos ciudadanos que aspiran a un cambio político en Venezuela en 2024.
Lo mismo ocurre con el partido Fuerza Vecinal. Existen muchas dudas sobre los intereses de los principales dirigentes de esta organización. La reciente trama de corrupción en PDVSA ha dejado expuestos a varios funcionarios de la Alcaldía de Baruta, y diversos reportajes periodísticos han revelado actividades poco transparentes de miembros de ese partido. Aunque han anunciado que no participarán en la primaria y aún no tienen un candidato presidencial, es probable que esto último cambie en los próximos meses.
Negociación: Despertar del proceso en México
El proceso de negociación en México parece estar en un estado de coma, pero para Estados Unidos es crucial revivirlo, ya que la administración Biden desea mostrar avances antes del inicio del próximo año legislativo para evitar que el conflicto venezolano sea utilizado por los republicanos en la campaña presidencial estadounidense.
En este contexto, dos fechas son importantes: la primera es desde ahora hasta el 28 de julio, cuando el Congreso entra en receso, y la segunda es el 5 de septiembre, cuando comienza el último año legislativo de la administración Biden. El desafío radica en determinar qué se considera un avance para los estadounidenses y cuáles son las implicaciones para los venezolanos.
El régimen ha seguido el mismo guion en todas las negociaciones: muestra interés, simula aceptar ciertos compromisos y luego encuentra una excusa para romper la mesa de diálogo. Durante este ciclo, la oposición suele sufrir heridas debido a los cuestionamientos entre sus propios líderes y a la desconfianza manifestada por la ciudadanía.
Hasta ahora, el oficialismo ha utilizado los procesos de negociación para desmoralizar a la población, dividir a la oposición y ganar tiempo. Sin embargo, nunca ha mostrado una disposición real a negociar cualquier cosa que ponga en riesgo su permanencia en el poder. ¿Será diferente esta vez? Solo el tiempo lo dirá. Sin embargo, hay importantes incentivos sobre la mesa por parte de Estados Unidos, relacionados con las sanciones y la garantía de condiciones electorales para las elecciones presidenciales de 2024.
Consejo Nacional Electoral: Logística que podría fortalecer la elección
Resulta evidente que la participación del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la primaria era muy útil para el proceso, y por eso el régimen hizo todo lo posible por impedirlo. Esta colaboración tendría dos beneficios: garantizar prácticamente su realización y aumentar el número de centros de votación y mesas electorales para la participación ciudadana. No significa que el CNE sea una institución imparcial o creíble, pero cuenta con elementos logísticos que podrían fortalecer la elección opositora.