Abrazarte en estas circunstancias tan duras es un bálsamo para el alma. Tu mirada reconforta mi corazón, tu sonrisa alivia mis miedos y tu bendición fortalece mi espíritu.
Madre, amiga, protectora, valiente y sincera. No me bastarán 24 horas para homenajearte como te lo mereces.
Un abrazo para ti madre que lloras en este momento la pérdida de un hijo o un ser querido. La santísima virgen María te alimentará con su fuerza y te brindará resignación.
Un abrazo fuerte para ti madre que tuviste que vivir la crueldad de la migración. Esta decisión representa un acto de coraje, una tonelada de desapego y mucho esfuerzo.
Un abrazo gigante para ti madre venezolana que sigues luchando por el futuro de tus hijos en un país con tantas carencias. Has mostrado fuerza, solidaridad y ayuda a quienes padecen tanta necesidad.
Y por supuesto, un abrazo y reconocimiento a tí madre que trabajas duro durante esta terrible pandemia, dejando a tus hijos y familia, para cumplir con tu deber como ciudadana de este país.
En este mes, en el que también celebramos a la madre de Jesucristo, pido que sea ella desde el cielo quien te guíe y te mire con misericordia, que recompense tus esfuerzos, tu lucha, tu mano fuerte y blanda.
¡Gracias mamá!