LA OSCURA REALIDAD ALIMENTARIA: Venezolanos hurgan en basureros para conseguir un poco de alimento
Los laberínticos pasillos del mercado de Quinta Crespo, a medida que la jornada diaria de venta de alimentos se desarrolla, van preñándose en las esquinas de desperdicios; frutas y vegetales en mal estado que van apilándose a la espera del aseo urbano que, alrededor de las 3 de la tarde, pasará a recogerlos.
Sin embargo, las bolsas negras de basura que otrora se reventaban por el peso del desecho hoy enflaquecen bajo la caza furtiva de los nuevos indigentes.
Puede ser una madre de tres hijos, con empleo formal y residencia propia. Puede ser una abuela sin pensión o un obrero que una vez a la semana se acerca a “reciclar” lo que los vendedores botan.
Un moreno de barba silvestre, gorra desvencijada y una delgadez ósea pule la piel de una mandarina con la manga de la camisa, le sonríe a su suerte y la guarda en una bolsa plástica marrón.
Una anciana gruesa, de cabello corto, lentes grandes y oscuros y vestida con pantalones y camisa floreada mira hacia un lado, luego hacia el otro, se arrodilla como quien busca un zarcillo perdido, vuelve a soslayar a su alrededor e ignorante de la cámara fotográfica que la retrata, toma retazos de lechuga, celery y cebollín a punto de marchitarse y se los guarda en la cartera.
Para los vendedores de Quinta Crespo es una escena que se ha vuelto común y, en consecuencia, lustrados por un sentido noble, sueltan alimentos en buen estado en esas codiciadas esquinas de los pasillos porque saben que golpe 2 ó 3 se multiplicarán los cazadores tímidos.
El gobierno sitúa el índice de pobreza en un 29% según los últimos datos ofrecidos (2013) por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En contraste, un 80% de la población está sumida en la pobreza, de acuerdo con cifras de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas.
Al tenor, agrega la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) 2015, que el 87% de los encuestados sostuvieron que el dinero que obtienen no es suficiente para cubrir su alimentación. Sumado a esto, a principios de 2016, el Banco Central de Venezuela, luego de haber cumplido un año sin proveer la cifra, ubicó el índice de escasez, bajo el término de “acaparamiento”, en 87%.
Números, estadísticas frías y distantes bajo las cuales cobra formaba
Rafael Hernández – NTN24 Venezuela
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