El presidente chino, Xi Jinping, recibió el viernes en Pekín al secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigu, a quien transmitió que China y Rusia deben seguir fortaleciendo su coordinación en los asuntos internacionales y que ambos países son “verdaderos amigos”.
EFE
La visita de Shoigu a Pekín se produjo en el mismo día en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió en el Despacho Oval al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, con quien protagonizó un tenso desencuentro que acabó con el segundo abandonando la Casa Blanca antes de lo previsto.
Xi, quien recordó que ha hablado en dos ocasiones en lo que va de año con su homólogo ruso, Vladímir Putin -la última esta semana-, dijo que en 2025 Pekín y Moscú acometerán “una serie de agendas importantes” y llamó asimismo a mantener una “comunicación cercana a todos los niveles”, según medios estatales chinos.
También pidió potenciar al máximo el papel de los países del grupo de economías emergentes BRICS y de la Organización de Cooperación de Shanghái, dos bloques de los que forman parte tanto China como Rusia.
Los medios chinos no indican si Xi hizo alguna mención al proceso de paz en Ucrania, pero sí dicen que Shoigu manifestó que Rusia “aprecia mucho los continuos esfuerzos de China para promover una resolución pacífica a la crisis” ucraniana.
De acuerdo a la agencia oficial Xinhua, el enviado ruso sostuvo que la alianza entre China y Rusia “juega un papel significativo en el mundo y constituye un modelo para las relaciones entre potencias”.
Shoigu aseveró asimismo que la relación entre ambos países “no tiene como objetivo a terceras partes”.
Antes de verse con el líder chino, Shoigu se reunió con el ministro de Exteriores, Wang Yi, quien afirmó que su país seguirá “jugando un papel constructivo en la promoción de conversaciones de paz y la búsqueda de una solución política” a la guerra de Ucrania.
El enviado ruso informó al canciller chino sobre los contactos entre Rusia y Estados Unidos y reiteró que su país “está comprometido a eliminar las causas de raíz de la crisis ucraniana y a buscar un plan permanente, justo y sostenible para la paz”.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, China ha mantenido una postura ambigua sobre el conflicto, desde la cual ha pedido respeto para «la integridad territorial de todos los países», incluida Ucrania, y atención para las «legítimas preocupaciones de todos» los Estados, en referencia a Rusia.
Así, Pekín se ha opuesto a sanciones «unilaterales» contra Moscú y pedido una solución política». Sin embargo, Occidente ha acusado a China de apoyar la campaña militar rusa, algo que siempre ha negado, y de abastecer a Putin de componentes clave que necesita para producir armamento.