La Iglesia católica de la ciudad de México condenó este miércoles los recientes homicidios de los funcionarios capitalinos Ximena Guzmán y José Muñoz.
En un mensaje a la comunidad, la Arquidiócesis Primada de México rechazó cualquier tipo de diálogo con crimen organizado y le exigió que «ya dejen de matar».
«Con el crimen organizado no se puede dialogar cuando hay sangre de por medio», reiteró la idea en rueda de prensa, el obispo auxiliar Francisco Javier Acero, que repudió los asesinatos de dos colaboradores cercanos a la jefa del Gobierno capitalino, Clara Brugada Molina, ocurridos el lunes.
En su declaración, el religioso marcó la diferencia entre mediar y dialogar, algo que —recalcó— no está dispuesto a hacer con «asesinos».
«Ecos de paz y amor»
«Si hay que ponerse de rodillas para que dejen de matar me pondré y nos pondremos los obispos de rodillas. Pero desde aquí les decimos: basta ya«, manifestó.
Y añadió: «Dejen a la población en paz. Nosotros vamos a mediar por el pueblo de Dios. Pero no vamos a ceder con el plomo en la mano. Queremos ecos de paz y amor, no ecos de plomo».
Las víctimas del doble crimen fueron Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y José Muñoz, uno de sus asesores. El asesinato ocurrió en la Calzada de Tlalpan en su cruce con la calle Napoleón, punto que está a unos cuantos pasos de la estación Xola del Metro capitalino, en la colonia Moderna de la alcaldía Benito Juárez.
Las autoridades investigan a cuatro personas que participaron del ataque, pero que hasta el momento no han sido localizadas.