Todavía debe resonar en la memoria de muchos el grito “Hasta el 2021” que lanzaba el comandante muerto cada vez que le provocaba. Sonaba a más allá, a una eternidad, pero ya está a escasos días. Y para ese comienzo de nuevo año se augura mucha incertidumbre.
Por El Nacional
La Asamblea Nacional decidió extender su mandato un año más, por lo que Juan Guaidó sigue al frente del único poder legítimo que queda en Venezuela. Pero eso no ha sido suficiente, pues desde que asumió la dirección del cuerpo legislativo y la presidencia interina pocos han sido los cambios y muchos los conflictos.
Ahora el panorama se hace más confuso. Y pareciera que en este enredo ya los del régimen están preparados para pescar en río revuelto. Tienen una asamblea supuestamente electa el 6 de diciembre y que pretenden que asuma funciones el 5 de enero. Harán su payasada, elegirán directiva y se cuadrarán sin ninguna vergüenza con el mandamás.
Paralelamente, Guaidó asegura que hará todo lo posible por conseguir el apoyo de las fuerzas armadas y los países que lo han respaldado para terminar de definir de una vez por todas el futuro político del país.
Lo que está claro es que aumentará la intensidad de los conflictos. Hay que prepararse para no ver definiciones inmediatas, aunque todos los venezolanos las desean, pues prácticamente el país está en caída libre hacia el más profundo de los abismos. No hace falta ser adivino para entrever que los primeros días de ese ansiado 2021 serán intensos en lo político.
Sin embargo, la urgencia por una solución se ve en el rostro de cada ciudadano. La salida política es urgente, pues de ella depende que el venezolano pueda tener rápida respuesta ante la crisis que vive. La oposición debe entender que la mejor arma es la unión, y no debe ser muy difícil, pues todos seguramente tienen el mismo objetivo, que es rescatar el país de la catástrofe.
Si la oposición al fin deja las pequeñas diferencias de lado y se pone a remar unida, seguramente obtendrán el apoyo de todos los sectores decisivos para producir un cambio, comenzando por la gente que ya no aguanta más tanta injusticia.