¡PROYECCIÓN, MASOQUISMO O COMPLICIDAD! ¿El pueblo eligió ser dueño de tan miserable destino?

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Quien auspicia el narcotráfico acusa a otros de sus propios delitos

Si no fuera por el largo historial que tienen los gringos aplicando su «justicia» a lo largo y ancho del mundo, siempre arremetiendo contra pueblos y gobiernos que no se someten a sus designios, las declaraciones del senador Marco Rubio pidiendo que se le solicite a Interpol la captura y extradición del Presidente venezolano Nicolás Maduro, no pasarían de ser una ridiculez imperial.

Acusan al Presidente venezolano de ser un «narcodictador» y apelan a este expediente que llevan tiempo construyendo pero en América Latina es un hecho incontrovertible que Colombia es quien más drogas produce y trafica a los Estados Unidos y ninguno de los presidentes de este país ha sido señalado de lo que ahora al presidente venezolano. Por el contrario, son bien conocidos los lazos de Álvaro Uribe Vélez con el imperio estadounidense.

El candidato presidencial de Colombia, Gustavo Petro, quien más votos obtuvo en la primera vuelta, ha dicho públicamente que el narcotráfico es una de las principales fuentes de ingresos de la economía de ese país. Pero sabemos que Colombia ha sido la «aliada predilecta» de la política imperial de los estadounidenses.

En los tiempos de Trump hasta una recompensa de 15 millones de dólares ofreció el gobierno estadounidense por la captura del «narcodictador Maduro» acusado de «inundar a los Estados Unidos de cocaína». El senador Republicano no podía estar fuera de esta trama, tampoco. Como si no supiéramos de la falsa guerra contra las drogas que desde los tiempos de Richard Nixon (1972) puso en marcha el imperio, para lograr sus objetivos y el de sus aliados.

Pero como decimos en la introducción de estas notas estas amenazas imperiales no deben ser tomadas como meros gestos ridículos de Mr. Rubio y sus socios. Nadie puede olvidar que ese imperio es implacable con sus enemigos y lo que es claro es que Nicolás Maduro y quienes con el gobiernan a Venezuela son objetivos del imperio.

Como olvidar que el propio Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, ordeno en el 2020, el asesinato de Qasem Soleimani destacado general iraní considerado una referencia del país persa en la lucha contra los estadounidenses.

Pero si no es ninguna novedad que los presidentes de este país se arroguen el derecho de eliminar a sus enemigos, lo que ningún otro presidente se atrevió antes fue asumir la autoría de hechos de esta naturaleza. Trump no dudo en declarar, después de ejecutado el atentado que le quito la vida al general iraní junto a 9 personas más en el aeropuerto de Bagdad, «Ejecutamos con éxito un ataque de precisión que mató al terrorista número uno del mundo…

Bien dijo el analista nuestroamericano recientemente Ramón Grosfoguel, Henry Kissinger, considerado un genocida por sus actividades en la guerra de Vietnam, se queda en pañales comparado con quienes en nuestros días están dirigiendo la política exterior estadounidense.

Insistir que el relato de la «narcodictadura venezolana» es una patraña es redundar, pero nadie debe subestimar a los enemigos de los pueblos y a quienes tienen un largo historial de asesinatos de líderes y dirigentes que no se someten a las políticas imperiales.

Con el paso del tiempo se develaran las circunstancias que hicieron posible que el imperio desaparecieran a Chávez «irradiándolo». Pero con la partida de Chávez no acabaron con los sueños y esperanzas de un pueblo que se ha hecho dueño de su destino.

Por: Carlos Luna Arvelo
@carlosl06642887
Fuente: Aporrea