Estados Unidos valoró este martes la decisión por parte de Moscú de reducir sus operaciones militares en Kiev y Chernígov como un “reposicionamiento” de tropas, no como una retirada real, y advirtió que, pese a que ha habido movimiento de “pequeños números” de unidades, no ha desaparecido el peligro sobre la capital de Ucrania.
“Creemos que esto es un reposicionamiento, no una retirada real, y deberíamos estar preparados para una ofensiva mayor en otras áreas de Ucrania. Esto no significa que la amenaza hacia Kiev haya terminado”, aclaró el portavoz del Pentágono, John Kirby, en rueda de prensa.
En este sentido, explicó que Rusia “fracasó” en su propósito de “capturar” la capital, así como “subyugar” al pueblo ucraniano, y advirtió que las tropas rusas todavía podrían infligir “una masiva brutalidad” sobre esta y otras regiones del país.
“Ya veremos. No digo nada hasta que vea cuáles serán sus acciones. Veremos si cumplen con lo que sugieren“, dijo, por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la que dejó claro que Washington “seguirá manteniendo vigentes las sanciones” y “brindando ayuda” al Ejército ucraniano.
El jefe de la delegación rusa en las negociaciones con Ucrania, Vladimir Medinski, matizó posteriormente las palabras del viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, agregando que la reducción de estas operaciones militares “no significa un alto el fuego”.
“Esto no es un alto el fuego”, recalcó Medinski, que calificó el paso como el “deseo” de Moscú “de llegar gradualmente a una reducción de la escalada del conflicto al menos en esas direcciones”.
Fuente: Sumarium