Un estudio realizado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) reveló que ocho de cada diez bachilleres en Venezuela reprobaron una prueba de matemáticas en instituciones públicas y privadas de Caracas y otras cinco regiones del país. Según la UCAB, esto demuestra una falta de competencias mínimas en esta materia entre los estudiantes de secundaria.
La calificación promedio obtenida fue de 7,53 puntos sobre 20, lo cual representa un descenso en comparación con el año anterior, cuando la puntuación en matemáticas fue de 8,1. La Escuela de Educación de la UCAB llevó a cabo este estudio y aplicó 11.358 pruebas en esta materia durante este año.
El profesor José Salas, quien hizo un llamado para abordar de manera inmediata estas deficiencias, considera que el enfoque de las matemáticas en algunos casos es tradicional y carece de contexto, lo que dificulta el desarrollo de las competencias esenciales.
Entre las causas identificadas se encuentra la falta de personal cualificado, el retraso en la adopción de modelos educativos actuales y los efectos negativos del confinamiento debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, es importante destacar que la situación educativa ya presentaba deficiencias antes de esta crisis sanitaria.
Además, el estudio también evaluó las competencias en habilidad verbal, mediante la aplicación de 12.082 exámenes sobre comprensión lectora, gramática, ortografía y producción escrita. El 55,04% de los estudiantes reprobaron esta evaluación, mientras que el 44,96% obtuvo una nota igual o superior a 10.
En comparación con el año anterior, la calificación promedio ha mejorado ligeramente, pasando de un promedio de 8,62 sobre 20 a 9,11. Sin embargo, esto también refleja una falta de conocimientos mínimos en este ámbito.
La profesora Lizette Martínez señaló que superar la crisis del sistema educativo no es una tarea sencilla, debido a la influencia de las nuevas tecnologías en el proceso de aprendizaje y las dificultades que enfrentan los maestros para actualizar sus conocimientos debido a su situación socioeconómica. En el país, los maestros no reciben una remuneración económica ni la motivación necesaria para mantenerse actualizados.