Nicolás Maduro declaró el domingo 22 de marzo que el Gobierno nacional asumiría el pago de nóminas de las pequeñas y medianas empresas. Luego de haber pasado dos quincenas y casi un mes del anuncio, algunos comerciantes han reportado que no se ha cancelado el pago del mismo a los trabajadores.
José Rivas / correodelcaroni.com
Jonathan Veracierta, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro de Puerto Ordaz (ACEC), manifestó que de los 130 afiliados se mantienen pagando con normalidad a los empleados. El 40% de los comerciantes de ACEC decidieron suscribirse al pago de nóminas por el sistema patria para que sus trabajadores tuvieran una entrada extra pero relata que hasta la fecha ninguno de los empleados ha recibido el dinero.
El otro 60% de los establecimientos que forman parte de ACEC decidió no participar en esta medida anunciado por el gobierno por desconfianza al anuncio. “Manifestaron que estaban seguros que el gobierno no iba a cumplir con esa promesa”, comentó Veracierta.
Pese a esto, las ventas de alimentos han aumentado por la incertidumbre que genera la cuarentena por lo que se mantienen abiertos 13 de los 130 comercios en el centro de Puerto Ordaz, pero se han visto complicados al no tener salvoconducto para el surtido de combustible que les permita llegar a su sitio de trabajo.
Faltan medidas económicas
“Las empresas se están comiendo su capital en buscar la manera de resguardar nuestro bien más preciado que son nuestros colaboradores”, dijo Luis Arturo Núñez, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Caroní. Calcula que cerca de un 80% de las compañías no tiene para cubrir los gastos base que generan el pago de nómina, los impuestos y la reposición de mercancía.
CamCaroní está trabajando en el cálculo de las empresas que han solicitado al Estado subsidios del pago de nómina. Esperan con una encuesta diagnóstico ver la realidad de los empresarios para tomar medidas con que balancear la paralización y el consumo de ahorros.
Núñez considera que en el caso de Venezuela la situación es más complicada para aplicar alternativas de trabajo por la escasez de combustible, la recesión económica desde hace 6 años y la inflación que cerró 2019 con 9.585% (BCV) que no sufren otros países.
Demanda que aparte de las medidas de prevención que se han dado -las cuales considera prudentes- se deberían aplicar políticas económicas para disminuir los efectos que ha generado la cuarentena. “Es completamente tardío que se haya extendido la cuarentena pero que no hayamos trabajado en los primeros 30 días en desarrollar un plan de rescate económico en sí”, cerró.
Sector privado diezmado
“No hemos dejado de pagar la nómina ni los alquileres de los galpones, pero sin producir ni medio”, indicó Xavier García de Mangueras y Conexiones Matanzas. Luego de más de un mes de cuarentena los costos de la empresa han sido cancelados con los ahorros que tenían para estas circunstancias excepcionales.
Tiene 7 empleados y paga un sueldo en divisas muy superior al salario mínimo, por lo que ha sido cuesta arriba por la paralización. Además cancela los colegios privados de los hijos del personal para apoyarlos y no sufrir la pérdida de trabajadores.
Se mantienen laborando con las emergencias que demandan ciertas empresas que hasta los momentos no sobrepasan el 30% de su capacidad habitual. “Uno guapea y trata de no pararse, pero estamos trabajando con las uñas”, dijo García, agregando que bajo estas circunstancias no han podido tener ganancias de los días laborados.
Con la paralización progresiva de las empresas básicas desde hace varios años disminuyó la demanda de sus productos y las compañías que ofrecen los servicios en el mercado, por lo que ahora la cuarentena mantiene en una situación más delicada a su sector.
Sector alimentos paralizados
La empresa de comida rápida Wars 286 estaba trabajando a domicilio lo cual tuvieron que parar por los problemas de combustible. El costo para llenar el vehículo por el mercado negro salía en 70 dólares teniendo que llenar al menos 2 veces por semana (140) por los largos recorridos de los envíos.
Carlos Guerra, dueño del comercio, manifestó que en su caso, el pago de nómina de sus empleados ha corrido por cuenta de él y de los ahorros que tenía para su disfrute. Mantenerse trabajando tan pocas horas no les ha sido rentable para generar mayores ingresos.
“Tenemos una reserva para el pago de la nómina para dos meses”, afirmó, al ser mayores las incertidumbres que las certezas con respecto al tiempo de duración de la cuarentena ha decidido mantener las reservas para los empleados.
Considera que el salario pagado por el sistema patria de 450 mil bolívares (2 dólares) es insuficiente para los gastos y necesidades de los trabajadores con los que cuenta. Para esta semana productos como el queso, la carne y el cartón de huevos superaron los montos de los bonos entregados por Nicolás Maduro.
La falta de vigilancia de los locales también los ha perjudicado. Le preocupa la seguridad al no tener garantías de resguardo de su comercio. Considera que día a día tienen que ir superando crisis por los problemas del país. “Los comerciantes nos sentimos totalmente a la deriva”, señaló Guerra.
Luego del anuncio realizado el 22 de marzo por Nicolás Maduro no ha habido otra declaración oficial con respecto al pago del mes de abril, las empresas afiliadas siguen esperando que se realice este subsidio.
La crisis que atraviesan actualmente los comercios se generó desde años anteriores a la pandemia. La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) a principios de 2019 aseguraba que solo quedaban 3.500 empresas de las 12.500 que estaban constituidas en el país.
Con la COVID-19 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que alrededor 25 millones de personas podrían perder sus trabajos, por lo que economistas del país consideran que se deben tomar mejores medidas como la flexibilización de los impuestos para que empresarios puedan pagar deudas de inventario y de pago de personal.