El diputado a la Asamblea Nacional (AN) por el estado Bolívar, Francisco Sucre denunció este martes que más del 45% de las personas que trabajan en las minas del sur de la entidad son menores de edad.
Anaísa Rodríguez | El Cooperante
Durante el punto 2 de la sesión virtual de la AN, correspondiente al “debate sobre la explotación ilegal del oro por parte del régimen usurpador de Nicolás Maduro”, Sucre rechazó que el estado Bolívar se haya convertido en el centro de un sistema criminal por causa de la explotación del Arco Minero del Orinoco.
“Debemos decirle a todas las empresas y gobiernos fronterizos que ese oro que es vendido ilegalmente por la dictadura está financiando la corrupción y contraviene la legislación nacional en materia de extracción”, declaró.
Precisó que más del 45% de los 500 000 trabajadores de las minas del sur son menores de edad, aumentando exponencialmente el tráfico sexual de adolescentes y niñas de 12, 13 y 14 años. Se han destruido más de 3 000 kilómetros de bosques que están en áreas protegidas y se está comprometiendo la soberanía energética.
El parlamentario miembro de Voluntad Popular (VP), insistió en que al instalarse un gobierno de emergencia nacional, este debe tener como prioridad revertir esta terrible situación.
“Esto debe ser garantizado porque la minería no puede seguir siendo sinónimo de muertes, de pranes, de guerrilla y del crimen organizado. Con un gobierno de emergencia nacional la minería será sinónimo de progreso, de desarrollo y de seguridad energética para los venezolanos”, concluyó.
Rachid Yasbek, diputado a la AN por el estado Bolívar, expresó que el “oro de sangre” es un tema muy sensible en la entidad.
“El oro de sangre es la terminología usada para determinar cómo se extrae del subsuelo venezolano este preciado mineral, para financiar a un régimen y a un tirano que pretende seguir permaneciendo en el poder”, fustigó.
Yasbek apuntó que más de 3 000 kilos de oro mensual son extraídos de tierras guayanesas y de la Amazonía venezolana.
“Nada de ese dinero que equivale a casi 150 000 000 de dólares es usado para mejorar a las poblaciones aledañas o va al pueblo de Venezuela”, dijo.
De igual forma, enfatizó que las minas son lugares de guerra permanente entre la guerrilla y los sindicatos.
“Los únicos privilegiados de esta extracción son los testaferros, los que instalan plantas en las comunidades y generales de la FANB que son los que dan las instrucciones, mientras que al pueblo solo le queda sangre y lágrimas”, lamentó.
Yasbek agregó que los generales que hoy hacen vida en las minas llegaron al estado Bolívar para acabar con la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
“La CVG daba al país el 10% del Producto Interno Bruto (PIB), daba empleos dignos, daba materia prima para envasar alimentos y una vez que la destruyeron se volcaron al oro de sangre”, fustigó.