Estamos en un vacío institucional absoluto, característica de las tiranías. Todos los poderes públicos están bajo el control del tirano, a quien obedecen. Estamos, pues, bajo la Ley de la Selva, que es la ley del más fuerte. Y el más fuerte es el tirano
EN LA SELVA ESPERANDO A TÍO CONEJO I Jesús Antonio Petit Da Costa/ La Razón
He explicado cómo se ha desarrollado el proceso político-constitucional de GOLPE DE ESTADO CONTINUADO que ael martes 5 de enero de 2021 desembocó en el vacío institucional absoluto, el cual obliga al CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL con la finalidad de restablecer la vigencia efectiva de la Constitución que tendrá en este caso los efectos de REFUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA, lo planteado por nosotros y ordenado por el pueblo mediante la abstención masiva y militante del 6D, orden imperativa y urgente a civiles y militares para proceder al CESE DE LA USURPACIÓN con el uso de la fuerza, descartada como ha sido la salida electoral y pacífica por inexistente.
La AN tuvo un mes para dar el paso siguiente hacia el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL, pero en lugar de darlo desobedeció la orden que el pueblo le dio el 6D y se inventó, para eludirla, la CONSULTA POPULAR del 12D, resultando en una distracción inútil y una desviación del objetivo. No conforme con sus desaciertos, persistió luego en ellos aprobándose la prórroga de su mandato por tiempo indefinido. Una decisión insostenible jurídicamente, porque en el sistema presidencial los períodos son preclusivos. Y porque no puede invocarse la “continuidad administrativa” del órgano que nunca la tuvo ni la tendrá hasta tanto no cese la usurpación del Ejecutivo. Al mismo tiempo, una decisión políticamente ridícula y, vistas las circunstancias, más ridícula aún que la existencia de un gobierno de ficción que en 2 años nunca llegó a formarse por no entender que su única misión era organizar y dirigir la rebelión popular que acabara con la usurpación. Desde el 23-10-2016 cuando la AN declaró que Maduro, en colusión con el TSJ ilegítimo, le había dado un GOLPE DE ESTADO que, por CONTINUADO, la condenó a la inutilidad completa debió comprender que sólo puede ejercerse el Poder Legislativo dando el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL para restablecer la vigencia efectiva de la Constitución.
En consecuencia, ayer feneció jurídica y políticamente la AN, la única institución legítima que existía. Y con ella se fue el Encargado de la Presidencia de la República, ciudadano Juan Guaidó, por haber cometido el error de subordinarse a la MUD-G4 obedeciéndolos como presidente de la AN en vez de asumir en plenitud y con independencia el cargo ejecutivo. Caído el teatro desaparece el actor sujeto a un libreto. Ya Guaidó no es lo que era.
Estamos en el VACÍO INSTITUCIONAL ABSOLUTO, característica de las tiranías. Todos los poderes públicos están bajo el control del tirano, a quien obedecen. Estamos, pues, bajo la LEY DE LA SELVA, que es la ley del más fuerte. Y el más fuerte es el tirano. Lo demás es paja. Y como no hay mal que por bien no venga, lo positivo es lo siguiente:
1.- Quedó enterrada defintivamente la salida electoral y pacífica. Sólo por la fuerza y mediante la fuerza saldremos de la tiranía.
2.- Con el entierro de la AN, quedó enterrada la MUD-G4 con todos los políticos de pacotilla.
3.- Quedó abierto el espacio para quienes se atrevan a la rebelión, quedando libres en su actuación, sin tener que solicitar respaldo a la AN extinta ni obligación de reconocerle la presidencia a Guaidó.
Estamos como siempre estuvo el país ante las tiranías: todos caminos para la voluntad, victoriosa cuando se hermana con la astucia en la estrategia. Se nos enseñaba con la fábula de Tío Tigre y Tío Conejo, en la cual Tío Tigre más fuerte era derrotado siempre por Tío Conejo, que compensaba debilidad con astucia. Supimos así que no hay tiranía que no pueda caer. Es cuestión de voluntad y estrategia.
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