No habrá un nuevo Caracazo ya que la represión por parte del régimen es desmedida

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El Dr. en Ciencias Políticas de la UCV, Guillermo T. Aveledo Coll, explicó este sábado las razones por las cuales, a pesar de tener una crisis económica y social peor que la ocurrida en 1989, no ha ocurrido un estallido social como el Caracazo.

ND

En conversación telefónica con ND, Aveledo destacó que durante los últimos años han ocurrido «manifestaciones» sumamente violentas pero que un estallido social no ha podido concretarse porque el venezolano teme a la constante represión ejercida por el chavismo.

Asimismo, consideró que las constantes protestas que ocurren en el país por reivindicaciones sociales no tienen una narrativa como la que existió durante el Caracazo.

A continuación nuestra entrevista:

– Venezuela recuerda este 27 de febrero los 32 años del Caracazo. Hoy la situación económica y social es a todas luces mucho peor que la del año 1989. ¿Por qué no ha ocurrido un nuevo Caracazo?

– Aunque no ha ocurrido una protesta de la espectacularidad del Caracazo, en las ultimas tres décadas ha habido ciclos de protesta sumamente violentas que quizás no tengan el contenido de saqueos y pillaje del Caracazo porque no existían estas condiciones.

– No ha ocurrido algo similar por tres razones:

1. El recuerdo inmediato de la represión. Los últimos años, la represión ha sido mucho más feroz, más constante, ahora sería mucho menos sorpresiva que en el Caracazo. Cuando mandaba Carlos Andrés Pérez el gobierno tenía una poca preparación para la represión y eso afectó el despliegue del Estado. Ahora existe una represión tan constante que genera temor hacia una protesta de este tipo.

2. Porque la naturaleza de las protestas es foquista. Va a puntos concretos de reivindicaciones laborales y servicios públicos, parecidos a las que ocurrieron a comienzos de los 80, pero bajo este clima de represión se vuelven más dispersas.

3. La baja de las expectativas, la válvula de escape de la diáspora y la migración generan menos presión, pero a la vez la baja expectativa. Cualquier cosa que mejora un poquito parece que mejora mucho por el desastre en el que estamos. No existe ahora esa visión crítica, no venimos de décadas de bonanza que de repente se detuvieron en el pasado, específicamente en la década de los 80.

-Todos los días ocurren protestas en Venezuela. Según el OVCS el año pasado hubo al menos 8000 protestas en el país. Para que todas estas protestas se encadenen en una sola protesta, ¿qué hace falta? ¿Un mejor mensaje opositor? ¿Más unidad opositora?

– Yo no sé si es deseable, porque el Caracazo refleja un tipo de desarticulación muy distinta. Esto no ocurre bajo un sistema autoritario. Pero, esperar un Caracazo o la bajada de los cerros es una expectativa muy frustrada. En todo caso, se debería darle – lo que tuvo el Caracazo – una narrativa de protesta contra el sistema que no es lo que vemos actualmente, porque las protestas están aisladas.

-No se ven como una protesta general hacia el sistema sino que falta una historia, falta una narrativa y una visión ideológica del asunto que existía en el Caracazo.

– Otro tema es que el régimen chavista ha aprendido que con represión pura y dura es posible controlar al país. Recordando que el Caracazo fue atizado por gente que ahora está en el gobierno, ¿será que en 1989 éramos un país de inocentes? ¿Eran las instituciones inocentes, es decir, no preparadas para lidiar con un grupo cuyo propósito era destruir la democracia tal y como la conocíamos?

– No podríamos decir que quienes estuvieron en el Caracazo son los que están en el poder. Obvio hay gente que estuvo en movimientos de izquierda, pero la democracia fue demasiado complaciente en su propia medida con respecto a la necesidad de reformas, arreglos y corrección de rumbo, en las desviaciones que tuvo en los años 80, con respecto a su destino.

-Más que inocente fue demasiado complaciente. La democracia pensaba que estaba consolidada y ese fue su peor error.

– ¿Usted cree que después del chavismo es posible construir un nuevo país? ¿Sobre qué bases?

– Más que posible es necesario. Hay elementos de los años 80 y 90 que hoy no están. Hay muchos venezolanos en el extranjero, una nueva y necesaria relación con el petróleo y la industria petrolera porque no va a poder rendir como en el pasado; hay un nuevo esquema internacional de producción no solo en hidrocarburos sino en el capitalismo global y Venezuela debe ver cómo se inserta.

-Todo esto requiere de transformaciones. Independientemente de la salida o no del chavismo es urgente que esto ocurra.