¡CONDENA MUNDIAL! Asamblea de la OEA: los delegados de los países europeos rechazaron la farsa electoral de Nicaragua

0
125

Los representantes de las naciones se dan cita de forma virtual para el encuentro que se extenderá hasta el viernes. Se empezaron a escuchar voces de condena a la maniobra del dictador Daniel Ortega, que encarceló a sus opositores para asegurarse su quinto mandato

Infobae

La Organización de Estados Americanos (OEA) abrió este miércoles su 51 Asamblea General con Guatemala como país anfitrión y el escenario dominado por las cuestionadas elecciones de Nicaragua, en las que Daniel Ortega firmó su quinto mandato.

En su discurso de apertura, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, afirmó que “una América renovada es un reto que no podemos posponer. Nuestros países son víctimas de la pobreza, la migración y el cambio climático”, subrayó.

Respecto a la pandemia de COVID-19, señaló que “es una prioridad absoluta un plan internacional de vacunación”, al tiempo que expresó que muchos países de la región, sobre todo de Centroamérica, tienen tasas de inmunización en torno “al 20% de la población”.

Luego hizo una breve mención a la situación en Venezuela al decir: “Enfrentamos una enorme crisis migratoria. Para cada país es un esfuerzo recibir a miles de venezolanos. Las migraciones deben ser atendidas con urgencia”, reclamó.

Por último, agradeció los esfuerzos en la COP26 y manifestó: “Tenemos que lograr soluciones para enfrentar el cambio climático. Se necesita un esfuerzo más contundente”.

Los observadores permanentes rechazaron las elecciones en Nicaragua

Tras la apertura, llegó el turno de los observadores permanentes de la OEA. El delegado español fue el primero en tomar la palabra y reiteró que su país no reconoce los resultados de los comicios en Nicaragua. “Exigimos a Daniel Ortega que libere a todos los presos políticos y ponga fin a la represión”, manifestó.

Por su parte, la representante de Italia también rechazó la farsa electoral y exigió la libertad de todos los presos políticos. “No puedo evitar expresar la preocupación de Italia por las elecciones en Nicaragua. Pedimos una solución pacífica a la crisis”, señaló.

Y agregó: “Pedimos la liberación de todos los presos políticos y la reanudación del diálogo. El papel de la comunidad internacional y de la OEA será fundamental para aliviar las tensiones en Nicaragua”.

En tanto, el delegado francés coincidió con sus pares europeos pero sin mencionar explícitamente el caso Nicaragua. Se limitó a expresar: “La celebración de elecciones libres, transparentes y justas es fundamental para cualquier democracia”, destacó.

Países Bajos también habló de la situación en el país centroamericano. “Estamos preocupados por la situación en Nicaragua. Condenamos la presión sobre la sociedad civil y los medios de comunicación, además de la represión contra opositores”, expresó su representante.

Luego calificó de “antidemocrática” la elección del domingo pasado y se hizo un lugar para referirse a Venezuela. “Estamos preocupados por la crisis en Venezuela y el desplazamiento de 5 millones de venezolanos”, concluyó.

Posteriormente llegó el turno de Suiza, país que también cuestionó el triunfo de Daniel Ortega en Nicaragua. “Llamamos a la liberación de los presos políticos”, manifestó.

Luego de los discursos de los delegados europeos, tomó la palabra el enviado del régimen de Ortega, quien se limitó a enfatizar en que su país se votó de “forma libre y limpia”. Condenó la palabra de sus pares y les recriminó las “pocas vacunas” que, según él, se repartieron a los países más pequeños, “como el suyo”.

Las delegaciones de los 34 países que conforman el principal foro de discusión del continente americano se dan cita por segundo año consecutivo de forma virtual para el encuentro que comenzó este miércoles y se extenderá hasta el viernes, bajo el lema “Por una América renovada”.

Este año lo ocurrido en Nicaragua está en el centro del debate, después de que el pasado domingo el líder sandinista Daniel Ortega fue reelegido en unos comicios sin oposición y tachados como “farsa” por la mayoría de la comunidad internacional.

Ortega, de 76 años y quien está en el poder desde 2007, logró 74,99 % de los votos el domingo, en una jornada marcada por la ausencia de los siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición que fueron detenidos en los meses previos a los comicios acusados de “traición a la patria”.

Almagro pidió una respuesta

En la previa, el secretario general de la OEA puso el tema nicaragüense entre las prioridades de la Asamblea General, al rechazar por “ilegítimas” las elecciones en ese país.

Almagro instó este martes a los países de la OEA a “responder a esta clara violación de la Carta Democrática” durante el cónclave que tendrá lugar hasta el viernes.

El funcionario se sumó así a las declaraciones de condena expresadas por distintos países de la región, aunque la respuesta no ha sido uniforme en el continente, ante el respaldo expresado por Bolivia, Cuba y Venezuela.

Una prueba para la región

Consumada la elección, la situación en Nicaragua constituye una “prueba” para la comunidad internacional, dijo a Efe Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington.

Para el experto, este un “tema fundamental” para la agenda de la Asamblea General de la OEA, organismo que describió como un “espejo de la fuerte polarización” que vive la región.

Y aunque se espera que después de tres días de sesiones se logre concertar una resolución de condena al régimen de Ortega, el experto del Atlantic Council Domingo Sadurní admitió que la OEA afronta las limitaciones propias de un organismo multilateral que “cuenta con los votos de sus países miembros”.

De allí que señaló la necesidad de que Estados Unidos “tome la batuta” para coordinar con la Unión Europea (UE) y otros de sus socios las acciones hacia Managua, a fin de evitar que el ejemplo de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, sea emulado por otros países de la región.

Más allá de la discusión nicaragüense, este cónclave abarcará además temas como la “Cuestión de las islas Malvinas”, que enfrenta a Argentina con el Reino Unido; la promoción y protección de los derechos humanos, y la democracia.

El COVID-19, su evolución e impacto en el hemisferio también están en el temario, así como el compromiso con el desarrollo sostenible de la región pospandemia.