La innovación del sistema descentralizado podría traer consigo el crecimiento del precio de la criptomoneda.
La actualización del sistema del bitcóin Taproot ha sido activada este domingo, lo que supone el primer cambio del protocolo de la principal criptodivisa del mundo desde la introducción de SegWit en agosto de 2017.
Largamente esperada por la comunidad de usuarios de criptomonedas, la actualización Taproot representa una bifurcación suave diseñada para mejorar la privacidad, la escalabilidad y la seguridad del sistema. Un efecto inmediato de esta reforma será el aumento de la velocidad de las transacciones en el sistema.
Otro cambio importante se traducirá en la simplificación de la ejecución de contratos inteligentes en su ‘blockchain’, lo que mejorará la competitividad del bitcóin frente a los sistemas descentralizados más jóvenes, como Ethereum.
«Lo más importante de Taproot son los contratos inteligentes», comentó a CNBC Fred Thiel, director general de Marathon Digital Holdings, empresa especializada en patentes y minería de criptomonedas.
La tecnología de los contratos inteligentes, desarrollada para prescindir de mediadores en cualquier acuerdo o transacción, «ya es la principal propulsora de innovaciones en la red Ethereum y crea oportunidades esenciales de construir aplicaciones y negocios en el ‘blockchain'», indicó el experto.
Estos objetivos se perseguirán mediante la implementación de tres componentes.
- BIP340, que lanza las firmas Schnorr, un esquema criptográfico que optimiza las transacciones, aumenta su seguridad y reduce sus costes.
- BIP341, que desarrolla las actualizaciones de SegWit y dificulta el rastreo de usuarios introduciendo la tecnología MAST.
- BIP342, que reforma el lenguaje de los scripts y cambia la forma de validar las firmas.
Para ejecutar la actualización, el 90 % de los mineros debía apoyar su puesta en marcha, condición que se cumplió el pasado mes de junio gracias al respaldo casi universal a esta reforma.
La actualización podría impulsar el crecimiento del precio del bitcóin, que el pasado 10 de noviembre marcó un nuevo máximo, cotizando a más de 69.044 dólares, según CoinGecko, y a 68.789 dólares según CoinMarketCap. Aunque desde entonces ha caído por debajo de los 65.000 dólares, es posible que con la activación de Taproot el ‘oro digital’ salga de la fase de consolidación y alcance una nueva cota.
Sin embargo, también existe el riesgo de que el valor de la criptomoneda entre en una dinámica negativa, con altas probabilidades de desplome, si la actualización resulta tener ‘bugs’, deficiencias del código que podrían ser aprovechadas para comprometer la seguridad del sistema, tal como se produjo en marzo de 2013, cuando el bitcóin se dividió brevemente en dos cadenas.
«Las actualizaciones abren la posibilidad -extremadamente remota- de que un error entre en el sistema, lo que destruiría la confianza en todo el sistema de criptodivisa, anulándola de hecho», afirmó Jason Deane, analista de Quantum Economics.
Para evitar este tipo de «herida autoinfligida», como define Deane este hipotético escenario, las actualizaciones se revisan durante meses antes de activarse.