Este segundo año en pandemia no estuvo exento de retos para estas diez mujeres. Sin embargo, cada dificultad las impulsó a traspasar sus propios límites, dar lo mejor de ellas y generar cambios.
Shari Avendaño | @shariavendano / Efecto Cocuyo
Estas diez venezolanas son figuras de referencia en la ciencia, la salud, el arte, el deporte, la educación, la gerencia y los derechos humanos. Son fuente de inspiración y un modelo para los profesionales en sus áreas.
Por quinto año consecutivo, Efecto Cocuyo aplaude la constancia, el esfuerzo y el ingenio de diez venezolanas que dan lo mejor de sí en sus ámbitos de acción. Llegue a ellas nuestro abrazo y admiración.
Lisbely Vera
Si alguien le dio más de una alegría a Venezuela fueron las atletas paralímpicas. El poder femenino conquistó el podio de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 en varias oportunidades y puso el foco en sus esfuerzos para trascender las dificultades.
Lisbely Vera trajo a casa dos medallas de oro y una de plata, Linda Pérez se llevó una medalla de oro y diploma olímpico, Clara Fuentes ganó medalla de bronce, Alejandra Paola Pérez se alzó con medalla de bronce; Wendis Mejias y Oriana Terán lograron diplomas paralímpicos. Cada una de ellas dejó su huella en el evento deportivo más importante del mundo. En esta oportunidad, aplaudimos a Vera en nombre de todas las atletas paralímpicas que brillaron y nos inspiran.
El 4 de septiembre, la deportistas de San José de Heras (estado Zulia) logró su última medalla de oro para tras ganar los 200 metros planos, con un registro de 24.52 segundos.
Vera nació sin parte de su brazo izquierdo. De pequeña lidió en silencio con las burlas de algunos de sus compañeros de clase que la señalaban por su discapacidad. “Esas bromas me hicieron madurar porque sabía que en algún momento iba a tener que enfrentar la vida (…)”, dijo a Paralympic.org.
Practicaba atletismo si hacían algún evento interescolar. Fue de manera un poco fortuita que el entrenador Leonel Cabezas reconoció sus habilidades y la introdujo al paratletismo. Años después, debutó en los Juegos Panamericanos Juveniles en 2017 y se fortaleció en un deporte que la hace sentir “libre, plena y grande”.
Anabel Rodríguez
Once Upon a Time in Venezuela fue mucho más que la película que compitió para ser candidata a los Óscar. Logró conmover hasta las lágrimas y mostrar Congo Mirador, una población zuliana que es metáfora de un país, desde la crudeza y la esperanza.
Fue “un trabajo hecho a fuego lento y con mucha paciencia”, según contó su directora Anabel Rodríguez Ríos en febrero de este año. Durante 8 años, viajó un día y medio con su equipo para grabar la historia de los habitantes de Congo Mirador.
Rodríguez Ríos nació en Caracas. Estudió Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello y Cine en la Escuela de Cine de Londres (Reino Unido). Para hacer este filme, dijo a Sundance, la directora tomó la decisión de apegarse a la experiencia humana de la manera más aterrizada, o más normal posible.
La película recorrió más de 25 festivales internacionales, entre ellos Sundance, el Festival Internacional de Cine Documental de Canadá Hot Docs, Hot Springs y el Internacional de Ámsterdam (IDFA) y ha acumulado unos ocho galardones. En los premios óscar fue preseleccionada en dos categorías: Mejor Documental y Mejor Película Internacional.
María Eugenia Grillet
Estos casi dos años de coyuntura sanitaria han demostrado que la investigación es fundamental para generar (futuras) soluciones. La investigación no es un trabajo individual, se necesitan de muchas personas: estudiantes, técnicos, colaboradores, todos en pro de una idea. Así lo afirma la profesora e investigadora María Eugenia Grillet, quien este año fue galardonada con el premio Hemingway 2021.
Este reconocimiento es entregado por la Real Sociedad de Medicina Tropical e Higiene (Rstmh, por sus siglas en inglés), una institución fundada en 1907 en Reino Unido para promover la investigación en medicina, y por la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Lstm), una de las más prestigiosas del mundo.
Grillet es profesora titular del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Por más de 25 años se ha dedicado a la ecología y la epidemiología de las enfermedades infecciosas mediadas por insectos vectores en Venezuela.
Es bióloga y tiene un postdoctorado de la Universidad de Montreal y Ph. D. en Ecología por la UCV. Ha investigado la malaria, la oncocercosis y algunas arbovirosis como dengue, zika y chikungunya. Ha integrado entomología médica, parasitología, geografía, ecología, epidemiología, además de técnicas de análisis estadísticos y matemáticos, para poder abordar las interacciones complejas entre los mosquitos, parásitos, virus y los humanos.
Lisa Henrito
En medio de la crisis política, económica y social que vive Venezuela, las comunidades indígenas venezolanas continúan la pelea por la defensa de su territorio y costumbres. A lo largo de su vida, Lisa Henrito ha trabajado y se ha formado para dar lo mejor de sí a su familia: el pueblo Pemón.
A principio de este año, Lisa Henrito fue nombrada capitana de la comunidad Pemón de Maurak (comunidad ubicada a 12,5 kilómetros de Santa Elena de Uairén, Bolívar) para el período 2021-2025. Este es el máximo cargo dentro de la organización comunitaria pemón, según explica Runrunes.
Nació en la Guyana Esequiba, en la comunidad indígena de Paruima, a las orillas del río Kamoiran, Alto Mazaruni. Sus padres son indígenas venezolanos de nacimiento. Estudió Administración en el Instituto Universitario Adventista de Venezuela (Yaracuy).
Se formó como experta en derechos humanos de los pueblos indígenas en el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto (Bilbao, España) e hizo pasantías en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra (Suiza). También ha participado en varios ciclos de formación en derechos humanos.
Es miembro fundadora y asesora del Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón. Fue asesora y proyectista de Salud Indígena Municipal, lideró la Jurisdicción Especial Indígena, creada para combatir la violencia en territorio Pemón.
Movimiento Yo Te Creo
Entre los meses de marzo y mayo, la ola del Me Too tocó a las venezolanas y, con ella, vino la sororidad. El Movimiento Yo Te Creo Venezuela vio en las denuncias de agresiones sexuales a adolescentes y mujeres una oportunidad de mostrar el alcance del machismo en el país y decir a las víctimas que no están solas.
A finales del mes de abril, el movimiento anunció su creación. Más de 70 mujeres venezolanas del gremio artístico, prensa y comunicaciones forman parte de esta plataforma que busca ampliar la voz de las víctimas y redirigirlas a las organizaciones con protocolos ya creados para la atención de la violencia de género.
Yo te Creo Venezuela creó una base de datos de casos dentro del gremio y, constantemente, crea campañas de concientización. También replican denuncias de violencia, aunque no involucren personas del gremio artístico.
El movimiento no tiene una sola vocera, tiene decenas de representantes comprometidas con los derechos de las mujeres. Por esa razón, las aplaudimos a todas.
Carolina Jiménez Sandoval
Venezuela tiene a una de las defensoras de derechos humanos más destacadas al frente de una organización internacional de impacto regional.
Carolina Jiménez Sandoval es la actual presidenta de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés). Cuenta con una trayectoria de 20 años en el campo de la investigación y defensa de los derechos humanos.
Trabajó en Amnistía Internacional como subdirectora de investigación para las Américas en Ciudad de México, en el programa para América Latina de Open Society Foundation como oficial de programas, en la unidad de Democracia, Gobernanza y Derechos Humanos en Trsu for the Americas, una organización afiliada a la Organización de Estados Americanos (OEA).
También trabajó en el Servicio Jesuita de Migrantes en la frontera colombo-venezolana. Jiménez Sandoval es egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Hizo un máster en derecho internacional y estudios asiáticos en Chuo University (Japón) y otro en filosofía y relaciones internacionales en la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Tamara Suju
Estos últimos dos años han sido claves para la defensa de los derechos humanos en Venezuela. La creación de la Misión de Determinación de Hechos sobre Venezuela por parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la visita de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, entre otros acontecimientos, son hitos que suman en el camino a la justicia.
Muchos activistas, abogados y defensores han aportado en la documentación, denuncia y difusión de las violaciones de derechos humanos en el país. Entre ellas está Tamara Suju, una de las abogadas defensoras más aplaudidas por nuestros lectores en las redes.
Tamara Suju es abogada especialista en derechos humanos, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). A la fecha, es la directora ejecutiva del Instituto Casla (República Checa). Desde hace varios años, denuncia ante instancias internacionales las violaciones de derechos humanos en Venezuela.
A principios de este año, el Instituto Casla difundió y envió a la Corte Penal Internacional (CPI) 25 nuevas incidencias o momentos históricos donde al menos 141 personas, entre los años 2014 y 2020, fueron víctimas de detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas temporales y violaciones o alguna forma de violencia sexual en Venezuela. Toda la información se compiló en el Informe Anual 2020 del Instituto Casla sobre Crímenes de Lesa Humanidad.
Es miembro fundadora de Fundapresos, una ONG de asistencia jurídica para presos comunes; trabajó en la Fundación Nueva Conciencia Nacional, Damas de Blanco de Venezuela y Foro Penal Venezolano.
Quiteria Franco
En las últimas décadas, la población LGBTIQ+ ha luchado para demostrar que tienen derecho a vivir con dignidad y en igualdad de derechos. Para la activista Quiteria Franco, esta no es una causa reciente, es el motor que impulsa sus proyectos personales y profesionales.
Franco es asesora en derechos humanos y diversidad y coordinadora general de la organización Unión Afirmativa, asociación civil promotora de los derechos de la población sexodiversa. Es integrante del grupo asesor de la Sociedad Civil de ONU Mujeres Latinoamérica y el Caribe.
La activista ha denunciado la situación de las mujeres y la población LGBTIQ+ en Venezuela en instancias nacionales e internacionales. También ha contribuido en investigaciones regionales.
Es educadora egresada de La Universidad del Zulia (LUZ), con mención en Idiomas Modernos (inglés y francés), y tiene un magister en Lingüística Aplicada de la Universidad Simón Bolívar (USB). Ha sido profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Experimental Simón Rodríguez (UESR) y la USB.
Este año, Franco escribió un manual para periodistas, una guía de trabajo para recolección de datos, varios informes y un libro.
Tiziana Polesel
En su trayectoria profesional, Tiziana Polesel ha combinado la pasión por las comunicaciones y el área empresarial. Ahora, está al frente de una organización que le lleva el pulso al desarrollo económico del país.
A mediados de mayo de este año, fue elegida como presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) para el período 2021-2023, en sustitución de Felipe Capozzolo Guardí.
Es periodista de profesión. Cuenta con una dilatada carrera profesional y gremial. Es representante de la Cámara de Comercio de Caracas, ex presidente del Centro del Divulgación del es Conocimiento Económico (Cedice –Libertad) y fue directora de Canidra.
Estuvo al frente de la emisora B 96 FM en Barquisimeto (Lara). Administra dos otras dos emisoras en la capital de la República y un estudio de grabación, fue directora de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello y junto a sus hermanos está al frente de la empresa Requieca en el noroeste de la capital.
Es la cuarta mujer en presidir Consecomercio. La antecedieron Albis Muñoz (1999-1981), Cipriana Ramos, 2015-2017 y María Carolina Uzcátegui, 2017-2019. Llegó a la presidencia de la organización 40 años después de que su padre, Eddo Polesel, ocupara el cargo.
Lisbeth Añez (Mamá Lis)
Los años de coyuntura política y crisis sanitaria le han dado propósito a Lisbeth Añez, mejor conocida en las redes sociales como Mamá Lis. La activista ha destacado por sus iniciativas para ayudar a niños y niñas con cáncer y, entre los años 2017, a las personas detenidas durante las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
A la fecha es directora de la Fundación Mamá Lis. Desde esta plataforma, constantemente busca insumos médicos y otros recursos para ayudar a quienes soliciten apoyo.
Empezó en el activismo en el año 2014. En ese entonces, se unió al grupo de mujeres que suministraba comida y agua a los muchachos que decidieron pernoctar en tres sitios públicos de Caracas para protestar. En los años siguientes estuvo pendiente de los jóvenes que pasaron de ser estudiantes a ser presos políticos.
El 12 de mayo de 2017 fue detenida justo cuando estaba en el Aeropuerto de Internacional de Maiquetía por funcionarios de la Dirección de Contra Inteligencia Militar (Dgcim).
Durante 118 días estuvo presa en una oficina de El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), que se adaptó como celda. La imputaron por rebelión militar y traición a la patria. El 6 de septiembre de ese año, un tribunal le otorgó la medida cautelar que le permitió regresar a casa.
Mención especial: Yulimar Rojas
La reina del triple salto no dejó de dar razones para estar felices este 2021. Consiguió la primera medalla de oro para Venezuela en las Olimpiadas de Tokio 2020 y la primera para el país desde Londres 2012. La criolla, además, se convirtió en la primera venezolana en romper un récord olímpico y un récord mundial.
Rojas apareció en la primera edición de las diez venezolanas que brillaron en el año 2017 (que puede leer a continuación).