El recientemente electo gobernador de Barinas puntualiza, en entrevista con TalCual, que su reunión con Nicolás Maduro no implica acciones entreguistas ni el abandono de los objetivos opositores, pero las necesidades del estado deben atenderse. Señala que Maduro le aseguró que gestionará recursos y que no impondrá protector. Alerta que si Maduro no cumple, sembrará más odio en los barineses
Sofía Nederr – TalCual
Hasta principios de diciembre de 2021, Sergio Garrido solo era conocido como diputado electo al Consejo Legislativo de Barinas y jefe de Acción Democrática (AD) en esa entidad.
Un giro político, forzado desde la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, anuló las elecciones a la Gobernación del 21 de noviembre pasado. El TSJ armó un expediente de inhabilitaciones que iniciaron con Freddy Superlano, quien según las proyecciones de las actas de votación venció por un margen de más de un centenar de votos al gobernador en ejercicio Argenis Chávez.
Las inhabilitaciones continuaron con Aurora de Superlano y Julio César Reyes. Luego de estos hechos sobrevenidos, se produjo el consenso en torno a la postulación de Sergio Garrido.
El 9 de enero, el dirigente opositor obtuvo 55,36% de los votos en Barinas, con lo cual se impuso a Jorge Arreaza, abanderado del PSUV, que contó con 41,27% de los sufragios. Con esto, Garrido aportó un soplo de aliento a la oposición derivada de un hecho constatable como lo es la derrota del chavismo en su mayor feudo.
La primera semana tras su elección ha implicado para Garrido una inusitada notoriedad nacional e internacional. Pero, también sus afirmaciones sobre Nicolás Maduro —sobre quien ha insistido es el verdadero presidente en ejercicio— y su primera cita con el gobernante, el jueves 14 de enero en el Palacio de Miraflores, pusieron al dirigente barinés en el ojo de huracán.
En medio de su agitado viaje a Caracas, el nuevo gobernador conversó, vía telefónica, con TalCual y dejó claro que su lucha es por el bienestar de Barinas. Esta faena, puntualizó, no conlleva abandonar el combate democrático ni resta impulso a su respaldo a la Unidad.
Durante su campaña electoral Garrido aseveró que el compromiso que tiene con todos los barineses es indetenible. «El sentimiento de querer recuperar a Barinas y Venezuela es indomable», señaló. Este aspecto, según expresó en esta entrevista, será punto de honor de su naciente gestión de gobierno.
—Su primera reunión con Maduro, apenas se juramentó, ha sido cuestionada por diferentes sectores, incluso de la oposición. ¿Qué balance hace de este encuentro?
—La reunión con el Presidente no fue más allá de la necesidad de solicitar los recursos para mi estado —no para Sergio Garrido—; de la necesidad que tienen los barineses de resolver los problemas de la comunidad. Lo queramos o no, Maduro es el que está en la Presidencia, ejerciendo como tal, y esos recursos que maneja los requerimos para poder resolver muchas cosas en Barinas y eso fue lo que conversamos. Lo que pasa es que muchas personas tergiversan las cosas y le dan otro matiz.
Pero la verdad es que solo fuimos a pedir esos recursos al Presidente y a que reconociera que ganamos la Gobernación del estado y, lo que le puedo decir, aceptó y nos dijo que nos iba a tender la mano. Entendió que no son los recursos para un opositor, sino para el pueblo de Barinas.
—¿Qué destino tendrán los recursos solicitados a Maduro?
—Solicitamos recursos para varios sectores. Solicitamos recursos para la vialidad agrícola, para la salud, para el agua, que es un problema grave en Barinas. También los pedimos para la infraestructura educacional, que está totalmente destruida en su gran mayoría; y para paliar un poco la situación de los barrios de Barinas en cuanto a lo que tiene que ver con la carencia. Es decir, ayudas de medicinas y, en algunos casos, de comida, porque hay niños desnutridos. Se puede imaginar lo que implica eso. Y todo eso se lo solicitamos, entre otras cosas.
—¿Qué garantías tiene de que se vayan a atender las demandas de los barineses desde Miraflores?
—Hay que confiar, si uno no confía es como cuando uno le pide a Dios, Jesucristo o cualquier caso; si no se pide con fe, es una fe muerta. Si lo hace con fe, es posible ver los resultados. Nosotros tenemos fe en que el Presidente cumpla, ojalá y cumpla. Si no cumple, no es que me va a incumplir a mí, incumplirá a los barineses y serán los barineses los que decidirán entonces, y será peor para él, porque va a sembrar todavía más odio y más decepciones en el pueblo barinés en este caso.
Vamos a confiar. Apenas estamos comenzando. Si el Presidente no cumple, yo lo diré, tenga la seguridad de que va a ser así. Y si cumple, también lo diré.
—Tras el encuentro con Maduro, ¿cómo queda la lucha que se ha hecho desde la Asamblea Nacional (AN) de 2015, del G4, con Juan Guaidó? ¿Esto implica que le está dando la espalda a Guaidó?
—Absolutamente no. Es que la gente confunde las cosas. Estoy buscando recursos para paliar los problemas que tiene mi estado y donde sea los voy a buscar: en el gobierno nacional, la empresa privada, con los gobiernos extranjeros, donde estén. Yo necesito resolver los problemas de Barinas, no me puedo quedar solamente en decir que soy gobernador, que soy opositor, y mi gente barinesa sufriendo las consecuencias, los problemas que tenemos. Mi lucha la voy a continuar, yo soy demócrata, y se lo dije al presidente Maduro, le dije: Usted no me va a convencer a mí, y yo no lo voy a convencer a usted. Yo voy a mi oposición, y si mañana tenemos un candidato, yo voy a respaldar a mi candidato en una elección democrática, a través de unas elecciones.
El pueblo de Barinas demostró que sí se puede. Logramos ganar la gobernación cuando muchos creíamos que no lo íbamos a hacer. Eso no implica que estamos abandonando la lucha y que nos entregamos. ¡No, señor! Eso no cabe en nosotros, continuamos con nuestra lucha de forma permanente.
—Usted inicia con buenas intenciones, pero sobre Barinas pesa una amenaza de más persecución, de imposición de un protectorado.
—Lo primero que me dijo el Presidente fue: No vamos a poner protector. De entrada, incluso después del saludo. De repente, mañana cambia de decisión y pone un protector, eso puedo suceder, no escapo de eso. Pero el protector no sería sobre Sergio Garrido sino sobre el pueblo de Barinas. Vamos a esperar que pasen los días a ver si él (Maduro) cumple.
—En Barinas se comprobó la importancia del liderazgo regional y de la unidad. ¿Cree que esto puede ser un camino factible para la oposición en lo que viene?
—Eso está por verse y dependerá de los escenarios futuros. En Barinas no solamente está el liderazgo de Sergio Garrido, hay un liderazgo de muchos dirigentes, como Freddy Superlano, que lo demostró en las elecciones del 21 de noviembre; como Julio César Reyes, como Andrés Eloy Camejo, entre otros. Son muchos los líderes. Todos estamos dentro de esta unidad, somos un equipo. Y eso lo dirán las circunstancias políticas que se puedan presentar en los próximos días y en los próximos meses.
—¿La experiencia de Barinas puede extrapolarse al resto del país? La oposición necesita reestructurarse y sobre esto han advertido distintos dirigentes.
—Puede ser que sí. Pero, ahora, no me quiero adelantar a algo que no puedo predecir. Eso dependerá, repito, de las condiciones y de los escenarios que se presenten. Ahora no puedo decir a priori lo que va a suceder.
—¿Se han planteado reuniones de la oposición a nivel nacional?
—Sí, pero no se han hecho. No tenemos nada.